Los primeros días de don Juan Carlos en Sanxenxo: lo que charló con unos niños y su mutismo con la prensa

Don Juan Carlos llegó a Sanxenxo el miércoles pasado a mediodía y ha mantenido la agenda que estaba prevista de antemano. Un perfil bajo sin apariciones públicas en el club náutico que preside su amigo y anfitrión Pedro Campos.

La ruta es la misma en estos tres días: del chalé familiar de Nanín, donde se instala cada vez que viaja a la localidad gallega, al pantalán donde se encuentra amarrado el Bribón. Ida y vuelta sin paradas en ninguno de los restaurantes referidos, como es A Centoleira o Peixoto.

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N.Tiburcio

Salió a navegar el jueves en una de las jornadas que forman parte del entrenamiento de la XXIV Regata Hotel Carlos I Silgar, destinada a las clases Cruceros ORC, Open y 6 Metros en aguas de la ría de Pontevedra. El emérito disfrutó de tres horas en el mar junto a los amigos que, además de formar parte de la tripulación, son el grupo compacto gallego con los que se relaciona el monarca jubilado.

La relación con la prensa es nula, pero en cambio no hubo ninguna traba para que don Juan Carlos tuviera un encuentro con un grupo de niños de la escuela de vela del club, que esa mañana tenían clase. Se acercaron al Bribón y estuvieron de charla. La monitora, Cintia, que lleva tres años dando clases, explicaba a Vanitatis que todo fue muy cordial y natural.

“Nos acercamos en la neumática y los niños le saludaron. El Rey les preguntó cuánto tiempo llevaban navegando y si les gustaba este deporte. Después le enseñaron varios de los nudos marineros que habían hecho”. Para el grupo de niños fue toda una experiencia esa charla con el ex jefe del Estado que los periodistas no han podido tener, ni tan siquiera para preguntar cómo se encuentra. Una contradicción en la agenda de don Juan Carlos igual que el tiempo. La lluvia le ha impedido navegar, pero en cambio está encantado con la temperatura de Sanxenxo y Nanín, donde no sobra la chaqueta. Hay que recordar que en Abu Dabi superan los cuarenta grados y el aire acondicionado forma parte de su vida cotidiana.

Estaba previsto que el viernes volviera a repetir su salida, pero por el mal tiempo se canceló su participación. No hubo entrenamiento. Permaneció en la casa, donde el movimiento de visitas es muy reducido. Este viernes, una vez que la agenda náutica falló, acudió a mediodía la tripulación del Bribón. Esa ha sido la única variación antes de que el sábado comience la regata oficial.

La salud de don Juan Carlos es, aparentemente, buena. Está más delgado y rejuvenecido que la última vez que apareció en París, en el acto donde Vargas Llosa fue nombrado miembro de la Academia.

Tiene algo más de movilidad, como se pudo observar al bajar del avión sin la ayuda de su asistente, el teniente coronel Vicente García-Mochales.

Las previsiones de la agenda vacacional del Rey son opacas. Si no hay cambios, el sábado formará parte de la tripulación del Bribón como patrón y es posible que por fin haga una salida. Se comenta que podría cenar con Pedro Campos y el resto de amigos en el club náutico.