Carlos III y su familia: el agridulce verano en Balmoral que no volverá a ser el mismo

El rey Carlos III y la reina Camila se dirigirán a Escocia la próxima semana para disfrutar de sus vacaciones de verano. Este año, sin embargo, un sabor agridulce lo impregnará todo, ya que será la primera vez que la reina Isabel II estará ausente.

Pocas propiedades reales fueron tan valiosas para la reina Isabel como Balmoral. En su residencia de verano encontró su particular refugio, su privacidad lejos de todos los focos y el lugar perfecto donde relajarse como pocas veces podía, disfrutando de reuniones informales con familiares y amigos.

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R. R.

Este año, sin embargo, el descanso vacacional en Balmoral será diferente. El rey Carlos y la reina Camila no se hospedarán en el propio Castillo de Balmoral, como siempre hacía la reina. Según 'Daily Mail', se ubicarán en Birkhall, su casa privada en la finca Balmoral que Carlos heredó a la muerte de la Reina Madre en 2002 y en la que ha puesto su corazón y su alma para convertirla en un auténtico hogar para él y su esposa.

Según las fuentes consultadas por el medio británico, el rey y la reina acudirán al castillo principal para visitas oficiales, como la del primer ministro Rishi Sunak y el primer ministro escocés. Pero Birkhall servirá como su base principal hasta principios de otoño, dejando a Balmoral sin la presencia física de un monarca por primera vez desde el siglo XIX.

A pesar de ello, el castillo no permanecerá vacío. Se espera que todos los miembros de la familia, según las fuentes consultadas, se instalen en él a lo largo de las próximas semanas.

Parece claro que los grandes ausentes serán el duque y la duquesa de Sussex. Su invitación para unirse a las reuniones familiares que se llevarán a cabo durante las vacaciones veraniegas no ha sido rechazada formalmente, pero no se espera que viajen.

Sí se espera la visita a Balmoral del príncipe y la princesa de Gales con George, Charlotte y Louis; el duque y la duquesa de Edimburgo y sus hijos adolescentes, Louise y James; la princesa Ana y su esposo, el vicealmirante Sir Timothy Laurence, junto con su hijo Peter Phillips y su hija Zara Tindall; y la prima de Carlos, Lady Sarah Chatto.

Tampoco parece que faltará a la cita el duque de York, que también pretende pasar tiempo allí con sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia y sus respectivas familias.

"Hay una gran cantidad de propiedades alrededor del castillo, por lo que no todos necesitan quedarse en el Castillo de Balmoral", ha comentado una fuente en 'Daily Mail'.

En años pasados, a la difunta reina y al príncipe Felipe les encantaba reunirse con miembros de la familia en las pintorescas cabañas de madera repartidas por la finca para hacer picnics después de una mañana de paseo junto con los numerosos perros que se congregan allí con sus dueños en esta época del año.

En este 2023, Carlos y Camila tratarán de mantener estas tradicionales reuniones, en las que las ausencias de Isabel II y su marido serán notables. "Nada puede quedarse atrapado en el tiempo para siempre, pero Balmoral no será lo mismo sin las barbacoas del duque de Edimburgo", afirma una fuente local en 'Daily Mail'. “Es una de las muchas cosas que serán iguales, pero diferentes, con el nuevo jefe”.

Se cree que Carlos y Camila también están interesados ​​​​en mantener la celebración tradicional del final de la temporada de verano que instauró la reina Victoria en la que los miembros de la realeza comparten momentos de fiesta con su personal. La reina Isabel adoraba el baile que se realizaba en este destacado momento del final de verano y, según las fuentes, Carlos ha dado luz verde al evento de este año.

Sin duda, este verano escocés estará cargado de recuerdos para la familia real británica, y con el fallecimiento de la reina Isabel está claro que algunas cosas nunca volverán a ser las mismas. Pero después de un año emocionalmente muy intenso, también brindará la oportunidad a todos de perpetuar viejas tradiciones y descansar juntos.