Los huertos de Marivent y Son Vent, el punto en común de la reina Letizia y doña Sofía en Mallorca

Para la reina Sofía, Mallorca es su paraíso natural. La isla balear siempre ha simbolizado para ella un lugar de unión, donde congregaba a toda la familia, tanto la política como la suya propia. Su hermano Constantino y su cuñada Ana María, además de su prole, pasaron varios años el verano en Marivent gracias a su insistencia. La Reina emérita siempre ha sido una mujer muy familiar. Por ello, al igual que en ocasiones anteriores, este año también tenía la intención de reunir a todos sus nietos en el palacio, pero, finalmente, no ha sido posible.

Más allá de la petición indirecta de Felipe VI a sus hermanas de su no visita, las agendas de sus nietos ya comienzan a ser complicadas por motivos laborales. Pablo Urdangarin y Juan Felipe de Marichalar tienen que incorporarse a sus respectivos trabajos y, en el caso de Irene, a su escuela de hostelería en Suiza a últimos de mes.

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Paloma Barrientos

Aun así, la reina Sofía se siente a gusto en Mallorca. Por ello, no solo pasa el verano en Palma, sino que viaja a menudo a Baleares para disfrutar de planes cotidianos. Los vecinos de la ciudad ya están más que acostumbrados a su presencia, por lo tanto, la repercusión periodística es mínima. Además, dispone de Marivent con total libertad. En la actualidad, la propiedad es del Gobierno balear, pero no forma parte del listado de edificios y fincas que gestiona Patrimonio Nacional.

Para el rey Felipe, dicha isla del Mediterráneo forma parte de su histórico vital. Llegó con ocho años, hasta sus ya 55, y ha disfrutado de largos veranos con sus primos los Bulgaria y los Gómez-Acebo. Precisamente Kyril, el hijo del exrey Simeón, era uno de los hermanos que pasaba las vacaciones en el palacio junto a los Borbón Grecia. Es más, era el único que compartía habitación con el heredero.

Dicha decisión fue tomada por el propio Juan Carlos I, que quiso sumar un poco de madurez e independencia a su hijo pequeño, que, a su gusto, estaba un tanto enmadrado. Tal razonamiento fue el que llevó a decidir que cuando este cumpliese 17 años se fuera a estudiar a Estados Unidos.

Hace tan solo dos años, Kyril lo recordaba en la cena en la que recibió el premio Mallorquín del Verano, organizada Tommy Ferragut. “Pasábamos los veranos en Marivent con mis primos y disfrutábamos mucho. Ahora nos vemos menos, al vivir en otra parte de la isla. Es complicado. Estoy con mis hijos, con mi novia y muy relajado”, explicaba en el evento.

En cambio, para la reina Letizia, Palma no ha sido su referencia de vida hasta que no se casó con el príncipe Felipe, que contaba con su propia villa en el recinto de Marivent igual que las infantas Elena y Cristina. Cuando el heredero se independizó en 1992, Son Vent, la antigua vivienda del jefe del sector naval de Baleares, se adecuó para él.

No obstante, lo único que se ha mantenido sin cambio a lo largo de los años ha sido el huerto del palacio, que surte de productos a sus inquilinos. Este cuenta, más allá de los tratamientos ecológicos continuos, con una zona de árboles frutales, entre los que destacan limoneros, higueras, mangos, granados, kiwis y el conocido como árbol de la inmortalidad.

A este vergel se suma otro de dimensiones más pequeñas, ubicado en los aledaños de Son Vent. Cuando la hoy reina Letizia se incorporó a la familia real española, mandó acotar una zona para su huerta particular, donde se plantaron tomates, lechugas, berenjenas, vainas, guisantes, cebollas y demás productos de estación. En ella también hay un olivo centenario, que fue regalo de bodas del Ayuntamiento de Palma.

Dicha información, que la vincula a su suegra, doña Sofía, se supo gracias a la información aportada por Michelle Obama cuando visitó la residencia oficial de Marivent. En ese viaje de vuelta, la mujer del entonces presidente de EEUU se llevó unas semillas, que tiempo después mostró a la Reina en un viaje institucional en el que Letizia visitó el huerto de la Casa Blanca.