Príncipe Harry y Meghan Markle: tú a Tokio y yo a ver a Taylor Swift

Parece que los duques de Sussex están exprimiendo al máximo su regreso al foco mediático tras varias semanas de perfil bajo. Después de que ambos celebraran el cumpleaños de la antigua actriz con una cena romántica en un restaurante italiano de Montecito, Meghan Markle asistió al concierto de Taylor Swift en Los Ángeles. La norteamericana se unió a su amiga Lucy Fraser para una noche de chicas en el estadio So-Fi de la ciudad californiana, donde vio en directo a la cantante que ha reactivado ella sola la economía de su país interpretar sus mayores éxitos en un espectáculo de tres horas de duración, así como dos canciones sorpresa: 'King of my heart' y 'I know places'.

Lucy es una de las mejores amigas de Meghan y ya la pudimos ver en la docuserie de Netflix 'Harry & Meghan'. La que fuera protagonista de 'Suits' y la publicista británica ya se conocían antes de que ella empezara a salir con el príncipe Harry y solían viajar mucho juntas. Lucy también aparecía a menudo en las cuentas de redes sociales de la duquesa, ahora eliminadas.

Meghan ha sido una más de las numerosas celebrities que no han querido perderse la primera gira en directo de Taylor Swift desde el final de su tour 'Reputation' en 2018 y que ha sido un regreso absolutamente triunfal para la cantante. Su 'Eras Tour' se ha convertido en una máquina de batir récords, ya que por ejemplo el pasado 15 de noviembre se vendieron dos millones de entradas, la mayor cantidad de entradas vendidas por un artista en un solo día. El tramo estadounidense de la gira acaba de concluir y pronto se trasladará a Sudamérica, Asia, Australia y Europa.

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Pero Meghan Markle no es la única royal a la que ha conquistado la artista estadounidense. Recordemos que el príncipe Guillermo conoció a Taylor Swift en 2013 en una gala benéfica celebrada en el palacio de Kensington, donde el royal saltó al escenario para cantar 'Livin' on a prayer" junto a ella y Jon Bon Jovi.

La salida nocturna de Meghan se producía mientras el príncipe Harry se encuentra en Japón, donde asistió a la Cumbre de Valores Deportivos ISPS-Edición Especial antes de partir hacia Singapur para disputar un partido de polo benéfico junto a su gran amigo, el jugador de polo argentino Nacho Figueras.

El royal fue visto dándose un baño de multitudes a su llegada al aeropuerto de Haneda y más adelante era Figueras el que a través de su cuenta de Instagram nos confesaba qué habían hecho ambos en Japón durante su tiempo libre: irse de compras para sus respectivas esposas. El también actor y modelo, apodado 'el Beckham argentino', compartió un divertido selfie junto a Harry mientras posaban en una tienda de regalos que parecía vender artículos para el hogar, incluyendo mochilas y zapatillas.

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"De compras para nuestras mujeres", tituló la foto el polista, casado con la fotógrafa y empresaria Delfina Blaquier Frers, mientras añadía: "Muchas gracias a Tokio por su generosa hospitalidad y amabilidad con nosotros".

En su presencia en la cumbre, Harry sacó a relucir su lado más simpático y natural, pero también comprometido, cuando se unió a los panelistas para hablar del poder del deporte, la comunidad y la filantropía en un discurso en el que destacó la importancia del trabajo en equipo.

"Hace tiempo que creo que el deporte es un conducto para la curación, no solo de la mente y el cuerpo, sino del mundo", dijo el príncipe. "Las lecciones que aprendemos en el campo son los mismos principios de la filantropía: que una misión, el trabajo duro, la dedicación y la asociación pueden hacer posible incluso lo imposible", continuó. "Ya sea unidos en la victoria o mostrando respeto en la derrota, nadie cruza nunca una línea de meta o marca un gol sin la ayuda y la fe de los demás. Ese es, para mí, el poder del deporte". En otro momento de su intervención, el royal hizo su comentario más sorprendente asegurando que no le importaría mudarse a vivir a Japón "si me acogierais".