La maleta de 230 euros de Leonor para iniciar su vida castrense en Zaragoza

Hace poco menos de dos años, la princesa Leonor iniciaba su primera aventura lejos de casa cuando abandonaba Madrid y ponía rumbo a su internado de Gales en un vuelo regular, saliendo desde la terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas. Acompañada de sus padres y su hermana, todos llevando las mascarillas que entonces todavía eran de rigor por las restricciones de la pandemia, la heredera al trono llevaba como equipaje una maleta de tamaño mediano, una mochila y un bolso cruzado en color marrón.

Ahora hemos vuelto a ver a la hija de los reyes Felipe y Letizia de nuevo haciendo rodar su maleta para dar el pistoletazo de salida a una nueva etapa: la que la ha llevado a ingresar en la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza para comenzar su formación militar, que se va a prolongar durante tres años. Una jornada que ha estado llena de nervios, emoción y tiernos instantes familiares, como el gran abrazo entre Letizia y Leonor.

De nuevo acompañada por sus padres y su hermana, la infanta Sofía, la Princesa ha elegido para portar sus posesiones un modelo de la marca Samsonite perteneciente a la línea Airea, que es una maleta spinner expansible de cuatro ruedas con un precio de 230 euros. La firma la describe en su web como ideal "tanto si viajas en avión, tren o coche" y asegura que es perfecta para los que quieran "viajar ligero y con elegancia".

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Después añaden que "sus líneas limpias y detalles en bronce le dan a esta colección un aire moderno" y la califican como la maleta más adecuada para "una escapada romántica a París o para un viaje de negocios", algo muy alejado en realidad del uso que le ha dado la royal en este caso.

La dama cadete Borbón, que ha renunciado a percibir los 417 euros que sí ingresan el resto de alumnos de la academia, cambiará a partir de ahora esta maleta por la ropa uniformada y el macuto que la acompañará en las maniobras. También se le hará entrega de un ordenador y de libros para el desarrollo de las clases. Entre sus pertenencias más importantes durante su formación figurarán dos despertadores, una redecilla para el moño y zapatillas deportivas cómodas y usadas.

"El primer trimestre es duro, pero después te acostumbras, como le sucederá a la Princesa. Y desde luego los compañeros van a protegerla. Para todos es un honor compartir esa experiencia militar con la que va a ser el mando supremo como Capitán General de las Fuerzas Armadas”, explica a Vanitatis un antiguo alumno de la academia, describiendo cómo serán los inicios de la princesa en esta exigente institución.

La hija de los Reyes se une de este modo a otras compañeras de profesión, es decir, princesas herederas que ya han pasado con éxito por su entrenamiento militar como son los casos de Elisabeth de Bélgica o Ingrid Alexandra de Noruega.