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La princesa Leonor empieza a tejer su propia Corte
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INGRESA EN EL EJÉRCITO

La princesa Leonor empieza a tejer su propia Corte

En su paso por las academias forjará una red de amistades y lealtades que, al igual que ocurrió con su padre y su abuelo, le serán de gran valor cuando acceda al trono

Foto: La princesa Leonor, con sus compañeros de promoción. (Casa del Rey)
La princesa Leonor, con sus compañeros de promoción. (Casa del Rey)

El ingreso de la Princesa de Asturias en la Academia General Militar de Zaragoza es un paso imprescindible para que Leonor de Borbón se familiarice con las Fuerzas Armadas y se impregne de su especial idiosincrasia. Algún día será, como mandata la Constitución del 78, Capitana General de los tres ejércitos y junto ella, a sus órdenes, estarán algunos de los que este mismo jueves han iniciado en paralelo su formación castrense. 612 alumnos, entre ellos otras 140 damas-cadetes, y otros tantos adolescentes que han hecho lo propio en la Academia de la Armada (Marín) y del Ejército del Aire (San Javier), los otros dos centros donde Leonor continuará su formación durante los próximos cursos.

Los que hoy comparten instrucción con la heredera ocuparán relevantes puestos en la Corte de Leonor del futuro. Y de su paso por las academias forjará una red de amistades y lealtades que, al igual que ocurrió con su padre y su abuelo, le serán de gran valor cuando acceda al trono. No es una mera hipótesis. La dama-cadete Borbón empieza a tejer desde hoy mismo y de forma imperceptible su propia Corte.

“Esa relación que se adquiere en las academias militares perdura a través de los años y supone el vínculo más fuerte que puede imaginarse entre quienes comparten la profesión de las armas”. Son palabras del propio rey Juan Carlos manuscritas en una carta a su hijo fechada el 18 de noviembre de 1984 y enviada por correo postal al internado de Lakefield College, en Canadá.

placeholder La princesa Leonor, junto a su padre, el Rey, su madre y su hermana. (EFE)
La princesa Leonor, junto a su padre, el Rey, su madre y su hermana. (EFE)

Por aquel entonces, Juan Carlos I adoctrinaba a su hijo por medio de diferentes misivas sobre cómo debía aprender a ser rey. Unos consejos que quizá hoy Felipe comparte con Leonor por mensajería instantánea y largas conversaciones cara a cara. Pero es el mismo peso de la tradición, ahora sobre los hombros de Leonor. El consejo de hace cuatro décadas sigue siendo válido: “Es preciso que se establezcan lazos afectivos y de mutua confianza con tus compañeros –añadía don Juan Carlos-. Debes compenetrarte con las normas, usos y costumbres de la institución militar. Y no puedes por menos de conocer la estructura militar en su conjunto, especialmente a su más alto nivel. Solo de esa manera podrás después comprender la especial psicología de quienes van a ser tus compañeros y después tendrán a su cargo las misiones de mando en los ejércitos. Esto te será de gran utilidad en el trato con cuantos integran aquellos y, a la vez, formará tu carácter para las altas misiones que te correspondan en el futuro”.

Su tutora: Margarita Pardo de Santayana

En la capital del Ebro, Leonor comparte clase y estricta disciplina con una treintena de estudiantes a cargo de una capitana que ejerce de tutora, que seguirá de cerca su evolución académica y psicológica, en estrecho contacto con la teniente coronel Margarita Pardo de Santayana, destinada en el Cuarto Militar de la Zarzuela. Y este es, quizá, el primer nombre a tener en cuenta y a no perder de vista en los movimientos futuros de La Zarzuela.

Resulta lógico que el particular universo de Palacio sea endogámico y funcione en base a unos ejes de lealtad y profunda confianza. Y si Leonor sigue los pasos de su padre, Margarita Pardo de Santayana podría ser una figura tan relevante como lo es hoy en la Casa Emilio Tomé de la Vega, actual jefe del Gabinete de Planificación y Coordinación.

La relación entre Tomé de la Vega y Felipe VI se remonta a los tiempos del primero como profesor a la Academia de Zaragoza (año 1985) y el segundo como cadete. Fruto de su sintonía, en 1994 llegó a la Casa del Rey para ser su primer ayudante de campo y después fue ocupando diversos puestos en el organigrama, siempre cerca de su antiguo alumno. De hecho, este militar nacido en 1953, casado y padre de cuatro hijos es el consejero áulico del monarca en los asuntos relacionados con las Fuerzas Armadas.

De la nueva tutora de Leonor sabemos que fue la número dos de su promoción en Zaragoza y que recibió el despacho de su padre, el general Alfonso Pardo de Santayana, en 1998. Tiene otros dos hermanos en el Ejército.

La 'guardia de corps' de Felipe VI

En las academias militares es donde más tiempo pasó en su juventud don Felipe y donde más se podría decir que fue él mismo. De ahí que muchos de los que hoy son su 'guardia de corps' más íntima, esa Corte personal de confidentes leales, procedan de este círculo de amistades que conoció en las tres academias y que le han acompañado en muchos puestos de cercanía en la Guardia Real y en momentos importantes de su vida como testigos de su boda. Amigos con los que Felipe juega a pádel, comparte comidas y cenas informales (con y sin sus parejas) e incluso salidas nocturnas –algunas fotografiadas en la prensa-.

Muchos de ellos han ocupado puestos de relevancia en la estructura de la Guardia Real, cerca de Felipe, y han evolucionado después en su carrera militar. Estos son algunos de los hombres que acompañan al Rey de España desde su formación en las Academias:

El general de brigada Fernando Rocha y Castilla estudió con el Rey en el curso 1984-85 en Zaragoza y fue uno de los 18 testigos de la boda real en 2004. Estuvo seis años y medio (hasta diciembre de 2016) al frente del Grupo de Honores de la Guardia Real. Ascendió a general en 2020 y, nacido en Ceuta, es desde el año pasado, segundo jefe de la Comandancia General de Ceuta.

El general de división Fernando Morón, compañero de su promoción en la Academia Militar de Zaragoza, estuvo destinado como jefe del Estado Mayor de la Guardia Real al inicio del reinado de Felipe VI. El general Morón ha desarrollado su trayectoria profesional en estados mayores, unidades de transmisiones y en el ámbito de las telecomunicaciones, destacando el puesto de jefe de Comunicaciones e Informática de la Casa de S.M. el Rey. En marzo, Morón asumió la Dirección de Doctrina del Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército de Tierra.

placeholder El rey Felipe preside el acto de entrega de reales despachos. (EFE)
El rey Felipe preside el acto de entrega de reales despachos. (EFE)

Una trayectoria parecida ha transitado Fernando Carrillo Cremades, de Alcantarilla (Murcia), que fue compañero de habitación de don Felipe en la Academia General del Aire de San Javier (curso 87-88). Carrillo sirvió ocho años como capitán de la escuadrilla Plus Ultra Grupo de Apoyo de la Guardia Real y tras un tiempo fuera de la Casa, en destinos como el Estado Mayor del Aire, en la sede de la OTAN en Países Bajos o en Afganistán como jefe del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas, volvió a Zarzuela en 2010. En abril tomó posesión como segundo jefe del Mando Aéreo de Canarias.

De la promoción de Felipe VI en la Academia de San Javier procede también otro de los amigos íntimos y menos conocidos del Rey: el general de brigada Francisco Javier Vidal. Entre sus destinos destaca el de profesor de vuelo en la Academia General del Aire, piloto de F-18 en el Ala 15 (Zaragoza) y en el Ala 12 (Torrejón de Ardoz), e instructor en el Tactical Leadershp Programm TLP (Bélgica). En 2020 fue nombrado Adjunto para Operaciones del Jefe de Estado Mayor de Mando de Operaciones.

En la conmemoración de las bodas de plata de su promoción, Vidal se encontraba en Herat (Afganistán) y, según contó él mismo, el entonces príncipe tuvo el detalle de llamarle personalmente por teléfono a él y a otro compañero que estaba en otro destacamento del Ejército del Aire en Dakar. “Nos llamó a los dos y esa llamada cariñosa y cercana estoy seguro de que a los dos nos reconfortó y nos hizo sentir, un poco, como si estuviéramos allí con el resto de los compañeros”.

Completa la guardia de corps del Rey Eduardo Díaz Monje, teniente coronel del Ejército de Tierra y número uno de su promoción. En una entrevista en Radio Nacional, él mismo explicaba que Felipe mantiene una relación estrecha y permanente con todos sus antiguos compañeros de las academias. “En concreto con la nuestra, acude siempre que puede a reuniones periódicas que tenemos, ya sean cenas o actos sociales. Y se mantiene muy al tanto de las vicisitudes de todos los compañeros de la promoción”.

placeholder Leonor de Borbón sube su maleta con el resto de sus compañeros. (Casa del Rey)
Leonor de Borbón sube su maleta con el resto de sus compañeros. (Casa del Rey)

En 2016, Díaz Monje se convirtió así en el primer jefe de la Guardia Real designado ya con Felipe VI en el trono. Tras tres años en el cargo, en 2019 se le nombró general de Brigada. Y en agosto del año pasado, fue promovido a General de División del Cuerpo General del Ejército de Tierra.

De su paso por las tres academias también destacan varios nombres que Felipe incluyó en el acta de sus testigos de boda: Esteban Bienert Barberán, que trabaja actualmente en Bruselas como Action Officer European Union Military Planning and Conduct Capacity; Miguel Henkart Fernández de Bobadilla, capitán del Airbus A330 MRTT del Ejército del Aire y del Espacio; y Alberto Pamos Gómez, de la Armada. Otro de los compañeros de Felipe en San Javier, el capitán Gonzalo de la Torre, se casó en 1994, en el pueblo de Pareja, a orillas del pantano de Entrepeñas (Guadalajara), en una ceremonia en la que el entonces príncipe, junto a sus compañeros de promoción, levantó su sable de gala para formar un arco de salida a los recién casados.

“Los primeros días serán duros”

El pasado jueves, cuando el Rey se despedía de su hija a la entrada de la academia, explicó a los periodistas que le habían dado todos sus ánimos para que “los primeros días, que serán duros, los vaya superando con ganas, con paciencia, con esfuerzo e ilusión”. Cuando Felipe ingresó en la academia, su primera semana estuvo bastante solo, según explicó en su día su compañero de promoción Antonio Rosa. “Tal vez porque era el Príncipe, al principio no nos acercábamos mucho a él, a hablar con él. Pasada esa semana, empezó a conocer a gente y se integró perfectamente”.

Otros príncipes, como Enrique de Inglaterra, también han plasmado por escrito lo duro y sacrificado de su formación militar en su etapa de cadetes. Ahora es la Princesa de Asturias quien, “con muchas ganas” y “un poco nerviosa”, tiene que escribir su propia página en la historia de las Academias Militares.

El ingreso de la Princesa de Asturias en la Academia General Militar de Zaragoza es un paso imprescindible para que Leonor de Borbón se familiarice con las Fuerzas Armadas y se impregne de su especial idiosincrasia. Algún día será, como mandata la Constitución del 78, Capitana General de los tres ejércitos y junto ella, a sus órdenes, estarán algunos de los que este mismo jueves han iniciado en paralelo su formación castrense. 612 alumnos, entre ellos otras 140 damas-cadetes, y otros tantos adolescentes que han hecho lo propio en la Academia de la Armada (Marín) y del Ejército del Aire (San Javier), los otros dos centros donde Leonor continuará su formación durante los próximos cursos.

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