De rosa y con el pelo semirecogido: la foto de Leonor en su salida por Zaragoza con 'colegas'

Fueron muchos los medios que recogieron la primera salida de Leonor de Borbón de la Academia Militar General de Zaragoza. Junto a algunos compañeros, la Princesa de Asturias estuvo merendando en El Tuno, uno de los más bares más emblemáticos de la zona universitaria de la capital aragonesa. Ahora, una foto de ese momento ha visto la luz. Ha sido la cuenta de Instagram 'Leonor y Sofía Altezas Reales' la encargada de compartir dicha imagen, en la que vemos a la heredera al trono.

En ella, la primogénita de don Felipe y doña Letizia aparece sentada a una mesa junto a dos compañeras, luciendo una camiseta rosa de manga corta. La Princesa lleva el pelo semirecogido con una pinza, un peinado que solo se le permite fuera de la Academia, ya que durante su formación castrense debe recoger su melena en un moño con horquillas para evitar que el cabello pueda causarle algún tipo de distracción.

Leonor y sus compañeros eligieron el bar El Tuno, que tradicionalmente es frecuentado por los cadetes que cada año acuden al centro docente para sus salidas de ocio. Como el plan que organizaron los miembros de la actual promoción y al que no dudó en sumarse la heredera al trono.

¿A la mesa? Pizzas, bocadillos, hamburguesas y huevos rotos, un menú basado en la tradición y el arte del 'tapeo' que compartieron todos los integrantes del grupo. Según las informaciones difundidas, fue ella misma la que se acercó a la barra del bar y pidió el menú a degustar a una camarera, de nombre Fineta. Para beber se decantaron por refrescos variados y agua.

Apenas una hora es el tiempo que estuvieron Leonor y sus compañeros en el local del centro de Zaragoza en una tarde distendida e informal. A la hora de pagar, como es habitual entre los jóvenes, dividieron la cuenta por persona y cada uno abono su parte correspondiente. Una suma total de 170 euros, tal y como señala Isidro Francés Ruiz, dueño del local que cadete a cadete, que pagaron individualmente.

Para el dueño del bar, también militar en su juventud, la presencia de la Princesa de Asturias fue todo un honor. Palabras como "orgullo" y "agradecimiento" se entremezclan en las declaraciones del hoy hostelero.

En palabras de Francés Ruiz, Leonor se mostró muy amable con el personal en todo momento y muy cómoda con el resto de compañeros. Se sentó en medio de todos ellos y, desde esa posición, participó en las conversaciones que se iban sucediendo como una más. El propietario ha destacado que el comportamiento de todos ellos fue excelente.