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La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin: la verdad de cómo están las cosas entre ellos
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FAMILIA DEL REY

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin: la verdad de cómo están las cosas entre ellos

La relación de los exduques ha mejorado por el bien de los hijos, pero no logran llegar a un acuerdo de divorcio. "Es un saludo de cortesía", dicen sus amigos sobre su último encuentro

Foto:  Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, en 2008. (EFE)
Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, en 2008. (EFE)

El sábado pasado por la noche, 2 de septiembre, la infanta Cristina caminaba sola y pensativa por la avenida Diagonal de Barcelona. A pocos pasos, la seguían dos de sus escoltas, quienes vigilaban a su alrededor para que nadie la molestara ni le tomara fotografías. La hermana de Felipe VI había pasado un día en familia y la soledad la abrazó al caer el sol. Esa es ya su rutina.

La jornada empezó primero con el partido de Pablo Urdangarin, su segundo hijo, en Granollers. Doña Cristina acudió acompañada de dos de sus hijos, Irene y Miguel. Además, con ellos iba la novia de Pablo, Johanna Zott, y sus hermanas con sus parejas. Al grupo se sumaron los padres de Johanna y al final, poco antes de que empezara el partido, llegó su exmarido, Iñaki Urdangarin.

placeholder Pablo Urdangarin, en la presentación del Granollers. (Instagram/@bmgranollers)
Pablo Urdangarin, en la presentación del Granollers. (Instagram/@bmgranollers)

Este miércoles, la revista ‘¡Hola!’ publicaba fotografías del encuentro que adelantó el mismo sábado Vanitatis y se podía ver lo que ya se avanzaba: la expareja se relaciona en buenos términos y con respeto el uno por el otro. Vanitatis ha preguntado de nuevo al entorno inmediato de la expareja y todos aseguran que las cosas empiezan a encauzarse. Pero que, por el momento, el divorcio se les resiste. Veamos.

Crisis antes del verano

La relación entre los exduques de Palma se rompió de forma abrupta antes del verano, cuando Urdangarin decidió pedirle a su exmujer más compensación económica de la que habían acordado cuando decidieron que firmarían su divorcio. Las exigencias de Urdangarin no fueron del agrado de la infanta Cristina, que no estaba dispuesta a asumirlas. Así que, enfadada y tocada en su orgullo, decidió que había llegado el momento de parar las negociaciones.

Foto: El rey Juan Carlos, entrenando a bordo del Bribón el pasado mes de julio. (EFE/Lavandeira Jr)

Tanto es así que, según las mismas fuentes, llegó a decirle a su exmarido que hiciera lo que quisiera, que incluso podía escribir unas memorias de su vida, que no le importaba porque el daño que podía hacerle a su padre, el rey Juan Carlos, ya estaba hecho. Doña Cristina es consciente, aseguran las mismas fuentes, de que si Iñaki decide contar 'su verdad', los perjudicados en este camino serían él mismo y sus hijos. Urdangarin, señalan desde su entorno, es igual de consciente que su mujer. Así que el exduque se quedó sin su órdago.

Sin el apoyo de Ana Urdangarin

Pero se revolvió contra su exmujer, y los hermanos Urdangarin, en especial Ana, su hermana mayor, que era íntima amiga de la Infanta, cortaron la relación con ella. Es más, amigos en común de Ana y doña Cristina informan a Vanitatis de que quien había sido su gran amiga y apoyo en los años difíciles empezó a hablar mal de su cuñada con los amigos que tienen en común, que no son pocos. De pronto, afirman estas fuentes, los hermanos Urdangarin culpaban a doña Cristina de lo mismo que habían culpado durante años a Juan Carlos I: de todos los males de Iñaki Urdangarin.

Foto: Pablo Urdangarin. (EFE/Enric Fontcuberta)

Todo su entorno les pedía que intentaran rebajar esa tensión que no favorecía a nadie y parece que la expareja ha decidido escucharles. Poco a poco, y con mucho esfuerzo por ambas partes, la relación se ha suavizado, por sus hijos. Siempre sus hijos. La muestra más clara, señalan estas fuentes, es el encuentro que tuvieron el pasado sábado.

La infanta Cristina llevaba días en Barcelona realizando gestiones, disfrutando de sus amigos y sus hijos, y acudiendo a las oficinas de La Caixa por cuestiones laborales. En su estancia ha estado acompañada de Irene y Miguel, quienes todavía no han empezado el curso y han aprovechado para estar con su madre. A esa estancia se sumaba el sábado Iñaki Urdangarin: Pablo disputaba su primer partido en la liga europea y la familia quería darle su apoyo.

Separados y sin hablar apenas

Cuando se encontraron en el Palacio de Deportes de Granollers, doña Cristina e Iñaki Urdangarin se saludaron con un beso cordial y charlaron un momento. Eso sí, después se sentó cada uno en una punta, en diferentes filas de la misma grada, y poco más volvieron a hablar. “Es un saludo de cortesía, todavía hay algo de tensión entre ellos, es lo normal”, relatan las fuentes consultadas a Vanitatis. Así pues, ¿el divorcio? “El divorcio no llega”, señalan.

Foto: Pablo Urdangarin posa para la agencia EFE. (Enric Fontcuberta)

Preguntamos también a los asesores legales del exduque de Palma y aseguran que “todo sigue como antes”. Que no se ha movido nada, que sí, que las negociaciones existen de nuevo, que hay intentos de cerrar el acuerdo, pero poco más. En esta línea, sin embargo, añaden que todo lo que se tenía que hablar está más que hablado y que Urdangarin puede vivir como está viviendo gracias a la ayuda económica que recibió en su momento de la infanta Cristina y de su padre, Juan Carlos I.

Foto: El rey Felipe, junto a las infantas Elena y Cristina en una imagen de archivo. (Getty)

En este contexto, fuentes directas de ambas partes hablan en la misma línea y aseguran que “el divorcio está más cerca”. Ambos son conscientes de que no pueden alargar la situación ‘ad aeternum’, saben que deben llegar a un acuerdo, pero tampoco lo van a hacer con prisa. Lo dijeron al principio a los suyos, cuando decidieron que debían divorciarse, y así siguen. La negociación se ha retomado y eso ayuda a que el ambiente familiar sea más relajado.

Por eso, cuando terminó el partido de Pablo, la expareja, sus hijos y la familia de la novia del joven se fueron a comer todos juntos. A excepción de Iñaki, que tal como terminó el partido, se fue en coche a Vitoria. El resto estuvo en casa de los Zott, y al esconderse el sol, la infanta Cristina se fue a su apartamento en el AC Victoria Marriott Suites. Había sido un día intenso en el que había vuelto a encontrarse con su exmarido Iñaki Urdangarin después de meses sin verse (la última vez fue en junio en la graduación de Irene). Y la soledad volvía a hacer presencia. Es el ciclo de la vida.

El sábado pasado por la noche, 2 de septiembre, la infanta Cristina caminaba sola y pensativa por la avenida Diagonal de Barcelona. A pocos pasos, la seguían dos de sus escoltas, quienes vigilaban a su alrededor para que nadie la molestara ni le tomara fotografías. La hermana de Felipe VI había pasado un día en familia y la soledad la abrazó al caer el sol. Esa es ya su rutina.

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