Los príncipes de Gales, criticados por coger vuelos privados (y por separado) para viajar a Francia

El príncipe Guillermo y su esposa, Kate Middleton, son grandes fans del rugby y por ello no se han querido perder el inicio del Mundial de este deporte que está teniendo lugar en Francia. El hijo de Carlos III se situó entre los fans que animaban a la selección de Gales en Burdeos durante su primer partido de la competición frente a Fiyi, mientras que la princesa de Gales se desplazó hasta Marsella para mostrar su apoyo al combinado inglés.

La presencia de Kate en las gradas trajo buena suerte al 'quince de la rosa', que se impuso a la selección sudamericana por 27 a 10. Antes del encuentro se pudo ver a la royal, radiante con un total look blanco, entonar con buen ánimo las primeras estrofas del himno de Inglaterra. La princesa conversó animadamente con Bill Beaumont, presidente de World Rugby, vivió con nervios e interés las jugadas y reaccionó con sorpresa y felicidad cuando su imagen apareció en la pantalla del estadio.

También los galeses saldaron su primer encuentro con victoria, aunque en esta ocasión por un tanteo más ajustado de 32 a 26. El príncipe, patrón de la Unión Galesa de Rugby, fue recibido por las máximas autoridades de este deporte en Gran Bretaña tras su llegada al Stade de Bordeaux. A continuación, se reunió con el presidente de Fiyi, Wiliame Katonivere, antes de tomar asiento.

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Pero este apoyo a las selecciones de rugby ha traído consigo cierta polémica, primero por el agravio comparativo que ha supuesto viajar a Francia y no hace unas semanas a Australia, para la final del Mundial femenino de fútbol. Una situación que es más grave si tenemos en cuenta que Guillermo es el presidente de la Asociación de Fútbol y, por lo tanto, responsable de promover el juego a nivel nacional e internacional.

Ahora además, pese a que la huella de carbono se citó entre los motivos para no viajar a Australia, ha trascendido que los dos royals fueron y vinieron en vuelos privados a Francia. Así lo ha compartido en las redes sociales una cuenta especializada en la realeza británica, detallando los aviones que ambos cogieron con destino a Marsella y Burdeos, para ir y venir en un día desde y hasta la base aérea de la RAF en Northolt.

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Esta cuenta ironiza a continuación con que "su piloto esté bien descansado para volar a Nueva York para la gira de autopromoción. ¡Vaya, me refiero a la gira de promoción Earthshot!". Se refiere con este dardo a los premios EarthShot, fundados por el príncipe Guillermo y The Royal Foundation en 2020, que son precisamente unos galardones medioambientales a nivel mundial para "descubrir, acelerar y ampliar soluciones innovadoras para reparar y regenerar el planeta".

No es la primera vez que el pretendido ecologismo en los vuelos de los Gales ha sido objeto de escrutinio, ya que en 2019 la prensa británica publicó que la pareja había gastado menos de 100 euros en sus billetes para ir a Balmoral, para luego desvelar que viajaron en un avión en el que eran los únicos pasajeros.

Este viaje de Guillermo y Kate a Francia ha coincidido con el inicio de los Juegos Invictus del príncipe Harry en Alemania, cuya ceremonia de apertura tuvo lugar hace pocas horas. El evento bianual, que se celebra para apoyar a los militares heridos, fue inaugurado por el duque de Sussex y está previsto que Meghan Markle se una a él a finales de esta semana para participar en la ceremonia de clausura en el Merkur-Spiel.

Harry también participó en una tanda de penaltis en la televisión alemana en un desafío con el ministro de Defensa, Boris Pistorius, y en dos Juegos Invictus en los que no logró marcar desde el punto fatídico.

Antes de su presencia en el Mundial de rugby, Guillermo y Kate también fueron protagonistas al aparecer por sorpresa junto a la princesa Ana en el pódcast 'The Good, the Bad and the Rugby' junto a Mike Tindall, donde contaron varias anécdotas sobre su competitividad. La princesa de Gales no pudo resistirse a una broma cuando el tema giró en torno a Guillermo jugando al rugby en la escuela y esta le dijo mordaz: "¿Jugabas de verdad?".

Luego ambos hablaron de sus reñidos partidos de tenis, que se convierten en un "desafío mental". Aunque primero negó que fuera competitiva, Kate continuó hablando de las intensas batallas que la pareja tiene en la pista. "No creo que hayamos sido capaces de terminar un partido de tenis. Se convierte en un desafío mental entre los dos", dijo, mientras su esposo se mostraba de acuerdo: "Se trata de ver quién puede superar mentalmente al otro".