Harry y Meghan, cariñosos y espontáneos como nunca: el vídeo cantando y bailando en los Invictus

Los dos cogidos de la mano, como dice la canción de Alejandro Sanz, el príncipe Harry y Meghan Markle disfrutaron a lo grande de la competición creada por el royal en 2014 y que ha sido objeto de su último proyecto para Netflix, los Juegos Invictus. Recién llegada de su vuelo desde Los Ángeles y tras una breve escala en Londres, el largo trayecto no afectó al buen ánimo de la norteamericana, que cantó y bailó junto a su marido en la grada mientras no dejaba de animar a las diferentes selecciones, de charlar con los fans y de hacerse fotos con numerosas personas.

Los royals parecían más enamorados que nunca mientras irradiaban felicidad formando la pareja perfecta en el estadio Merkur Spiel-Arena de la ciudad alemana de Düsseldorf. Ambos fueron recibidos entre aplausos antes del partido de baloncesto en silla de ruedas, el primero de los eventos deportivos que presenciaron juntos.

Harry y Meghan apenas se separaron durante todo el día y no dejaron de sonreír mientras presenciaban los emocionantes partidos, se hacían selfis con los aficionados y conocían a los atletas del torneo. La exactriz acaparó todas las miradas con su elegante look, compuesto por unas bailarinas Chanel y un pantalón corto con blazer. De hecho, los shorts de la firma Staud han tenido tanto éxito que lograron colapsar la página web de la firma de moda.

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Después de que hace escasos días viéramos a la duquesa mostrar sus movimientos de baile acudiendo a sendos conciertos de Beyoncé en Los Ángeles, uno de ellos en compañía de Harry, en esta ocasión también la vimos animarse a mover las caderas y también a cantar el clásico tema 'Sweet Caroline', que los Sussex entonaron a coro con el resto de aficionados en las gradas.

Meghan también se mostró muy cariñosa con los vencedores en varias de las categorías, a los que repartió abrazos mientras se encargaba de otorgarles sus distintas medallas.

Saludando a fans a diestro y siniestro, mascotas incluidas, la norteamericana se mostró muy cariñosa con los miembros del equipo nigeriano, que debutaba en los Invictus, tras revelar que tenía raíces familiares en este país africano en su pódcast 'Archetypes'. Harry y Meghan se reunirán con varios competidores de esta selección después del partido de baloncesto en silla de ruedas que disputaron y estos les confesaron que tenían un apodo especial para ella: Amira Ngozi Lolo. Amira es una princesa guerrera de una leyenda nigeriana, Ngozi significa 'bendita' y Lolo es 'esposa real'.

En declaraciones a la revista 'Hello!', Derek Cobbinah, quien ayudó a coordinar el debut de Nigeria en los juegos de este año, reveló que Meghan y Harry podrían hacer pronto un viaje familiar a la nación africana. "Ella nos dijo que no podía esperar para visitar Nigeria con sus hijos", reveló. Derek también confirmó que Meghan quedó "profundamente conmovida" por el apodo que el equipo nigeriano le brindó.

Sobre sus hijos conversó la royal con la competidora australiana Laura Reynell, de 28 años, tras una charla que arrancó hablando sobre su gorro: "Meghan pensó que era gracioso que llevara el gorro y me preguntó si tenía frío. Le dije que era de Australia y que siempre tenía frío". Sobre Archie y Lilibet les dijo que "están entusiasmados con los Invictus, pero que son demasiado pequeños para entenderlos".

Pese al cariño mostrado con los deportistas nigerianos, quedó claro que las simpatías de la duquesa estaban con su país de origen, cuando ataviada con un pin con las barras y estrellas de la bandera de Estados Unidos que le había regalado un seguidor que estaba sentado detrás de ella, animó a su selección mientras esta se medía a Francia entre otro momento de la animada competición.

La andadura de la pareja en los Juegos Invictus había comenzado previamente con una fiesta en el lujoso hotel donde se alojan los Sussex, durante la que Meghan protagonizó un discurso improvisado ante cientos de veteranos militares. Harry pasó entonces a un segundo plano mientras Meghan hablaba de sus deberes como madre y elogiaba a los competidores.

Entonces confesó haber recibido "algunos regalos" del equipo canadiense, entre ellos un brazalete con las iniciales grabadas de un antiguo miembro del personal que no pudo asistir al evento. Disculpándose por haberse perdido los primeros días de los Juegos en Alemania, explicó que había estado pasando tiempo con sus hijos en Montecito antes de viajar a Europa.