La ecléctica maleta de Meghan Markle en su vuelta a Europa: grandes firmas y prendas low cost

Luciendo su mejor sonrisa y sus mejores galas, Meghan Markle aterrizó esta semana con mucho estilo en los Juegos Invictus del príncipe Harry que se están disputando con gran ruido mediático en la ciudad alemana de Düsseldorf y desde entonces no ha parado de desfilar con las últimas tendencias, haciendo gala de una maleta de lo más amplia y variada.

La duquesa de Sussex se unía hace unos días a su marido, que fundó en 2014 este torneo internacional dirigido a excombatientes discapacitados o heridos en conflictos, demostrando su estilo nada más coger el avión en Los Ángeles rumbo a Londres. La norteamericana recorrió los metros que separaban su limusina de la aeronave llevando unas sandalias Valentino de color marfil de 770 dólares, unos pantalones negros anchos, un top de manga larga con cuello en V y unas gafas de sol de la firma Celine que tienen un valor de 500 dólares. También llevaba en la mano un sombrero blanco de la misma marca. Completaba su look con un bolso Goyard de 2.650 dólares.

Cuando tras una breve escala de hora y media en el país que fuera su hogar antes del famoso Megxit, Meghan se reunió por fin con su marido, la vimos aparecer luminosa y muy animada para lucir un vestido camisero plisado negro de Banana Republic, de solo 60 euros, que combinó con cinturón trenzado de Bottega Veneta, valorado en 800 euros, y tacones de Aquazzura, una de sus marcas de zapatos favoritas, que ya le habíamos visto en el pasado. Llevaba, además, unos pendientes en forma de aro en oro amarillo y brillantes, de la firma Kimai.

En un breve discurso en la fiesta celebrada en el lujoso hotel donde se hospeda la pareja, la duquesa de Sussex dijo que ella y el príncipe Harry "no pueden esperar a llevar" a sus hijos, el príncipe Archie, de 4 años, y la princesa Lilibet, de 2, a los Juegos Invictus algún día y se disculpó por haber llegado tarde a la competición, precisamente por tener que cuidar de sus pequeños en California.

En el primer día en el que la vimos llegar al Merkur Spiel-Arena, Meghan apareció radiante luciendo sonrisas y piernas mientras hacía gala una vez más de lujo silencioso. La royal elegía para la ocasión una blazer de J. Crew, de 150 euros, sobre un top negro y unos shorts de Staud, de 100 euros. Los complementos eran lo más exclusivo del estilismo: unas bailarinas destalonadas bicolor de Chanel, valoradas en 1.000 euros, y un cinturón de Givenchy.

Numerosos medios de comunicación reseñaron con sorpresa que la antigua actriz no llevaba su habitual anillo de compromiso, pero más tarde se confirmaba que la joya podría estar en reparación actualmente debido a un desperfecto.

Poco después, la presentadora del pódcast 'Archetypes' cambiaba su estilismo y hasta de peinado para asistir a las finales de la competición de natación. Su total look negro estuvo compuesto entonces por un suéter de J. Crew muy económico, de solo 80 euros, y unos vaqueros pitillo de Frame de 200. Aunque en varias imágenes aparece entonces con el pelo recogido, horas después se soltaba la melena para hacer entrega de las medallas en la final de baloncesto en silla de ruedas a los miembros del equipo estadounidense y cambiaba sus tacones de Aquazzura por unas nuevas zapatillas de Hermès, de 700 euros.

Meghan volvió a tener otro acertado momento monocromático el jueves, cuando lució una camisa de seda marrón abotonada de L'Agence, de 650 euros, pantalones de color canela con cinturón de Gabriela Hearst que ya le habíamos visto anteriormente y zapatos de tacón Manolo Blahnik a juego para una reunión con representantes de la OTAN.

De vuelta en los Juegos Invictus, Meghan se puso algo más cómodo para asistir a la competición de voleibol y optó por un jersey de punto en blanco de Ralph Lauren, de 200 euros, combinado con unos vaqueros blancos Frame, y unas nuevas bailarinas negras con tiras en los tobillo de Aquazzura, de 720 euros.

Meghan y Harry no dejaron de animar en todo momento a los competidores, además de cantar, bailar y compartir gestos cariñosos, como el momento en que se abrazaron durante un partido de voleibol. Los royals también disfrutaron de la complicidad con el equipo nigeriano, que incluso le ha dedicado un apodo especial a la duquesa: Amira Ngozi Lolo. Amira es una princesa guerrera de una leyenda nigeriana, Ngozi significa 'bendita' y Lolo es 'esposa real'.

Ese día, como aperitivo del cumpleaños de Harry que se celebra este viernes, la pareja compartió una cena en un típico restaurante de Düsseldorf donde no faltaron las cervezas, las salchichas y una "gran propina" para el personal del local, con el que no tuvieron problema en posar para un selfie. Para esta pequeña fiesta, la estadounidense estrenó una llamativa camisa de rayas, el modelo Hava de la firma Doen con raya Mónaco de inspiración vintage que acompañó de unas mules en ante beis de Manolo Blahnik, de 740 euros.

La jornada de este viernes ha estado marcada por el "cumpleaños feliz" con el que el público ha obsequiado a Harry, que se mostraba feliz por la sorpresa junto a su esposa en las gradas. La duquesa volvió a acaparar miradas una vez más con su look, compuesto en esta ocasión por un mono de Zara combinado con una americana de Celine y sus fieles sandalias Saint Laurent.

¿Qué más tendrá guardado en su maleta hasta el fin de los Juegos Invictus? Estaremos muy atentos para descubrirlo y contártelo.