Máxima de Holanda: sintonía con su suegra y un vestido 'de novia' en palacio

Mujeres naturales en el mundo de la realeza como Máxima de Holanda hay pocas. Y quizás fue precisamente esa naturalidad lo que hizo que conquistara sin problemas a su suegra, la otrora reina Beatriz, cuando Guillermo Alejandro se la presentó como su novia. No lo tenía fácil la argentina para ganarse el corazón de su familia política y de los ciudadanos holandeses. El pasado de su padre como ministro de Agricultura durante la dictadura de Videla era un borrón importante en su currículum, que provocó que el Gobierno dudara en aprobar el matrimonio de su por entonces príncipe heredero.

Pero el amor que sentía Guillermo Alejandro por Máxima, unido al buen hacer de esta, hicieron que su unión pudiera producirse, con la única condición de que su progenitor, Jorge Zorreguieta, no acudiese al enlace real. La reina hizo pronto muy 'buenas migas' con su suegra, con la que dicen que mantiene una excelente relación, como ha vuelto a demostrar en un evento que han compartido y al que han llegado cogidas de la mano, un gesto que denota la cercanía que existe entre la madre y la esposa del rey.

Si un día antes, para la celebración del Prinsjesdag, Máxima rompía las normas de etiqueta con unos pantalones, a los que añadió un colorido (y criticado) maxiabrigo hasta los pies con un vistoso estampado, este miércoles ha sido todo sobriedad, recuperando de su armario un diseño romántico de la estadounidense Tory Burch. Aunque parece un vestido, se trata, en realidad, de un dos piezas, formado por un top con jaretas, de manga corta y bordado, y una falda de largo midi, con detalles similares. Un conjunto con el que la argentina se ha vestido 'de novia' moderna de nuevo.

No es la primera vez que se lo vemos. Lo estrenó en una ocasión muy distinta a esta, el posado de verano de la familia Orange, que tuvo como escenario la playa de Zuiderstrand. Al tener que andar entonces por la arena, el calzado elegido por Máxima fue distinto. Para estar más cómoda optó por unas sandalias con cuña de esparto de Jimmy Choo. Esta vez, para pisar los suelos de madera de palacio, ha preferido unos tacones en nude de Gianvito Rossi.

Suegra y nuera han recibido a los artesanos que ayudaron a bordar las nuevas cortinas para el Salón Chino del Palacio Huis ten Bosch, la que es la actual residencia de Guillermo Alejandro y Máxima, y en el pasado, hasta su abdicación en 2013, lo fue de Beatriz. La confección de las cortinas comenzó en enero de 2022, bordándose a máquina en TextielLab, un taller profesional que la propia Máxima visitó en un par de ocasiones para ayudar al equipo.

Tal como leemos en la página web de la familia real holandesa, "las nuevas cortinas son una nueva versión contemporánea de las cortinas de seda del siglo XVIII del Salón Chino del Palacio Huis ten Bosch. El diseño se centra en los Países Bajos como un país de muchas culturas, donde se construyen puentes y se conectan grupos de población".