Adiós al fotógrafo predilecto de Máxima de Holanda: el mensaje de despedida de unos entristecidos reyes

Quizá si les decimos el nombre de Erwin Olaf, no les diga nada si no son profesionales o aficionados al mundo de la fotografía. Pero si les decimos que es el responsable de los mejores retratos oficiales de los miembros de la familia real de los Países Bajos, ya puedan entender por qué su fallecimiento ha apenado mucho al monarca y su esposa. La repentina muerte del fotógrafo de Máxima de Holanda ha supuesto un duro golpe para la pareja, que no ha dudado en transmitir su tristeza a través de un bonito mensaje de despedida en las redes sociales.

Olaf fallecía este miércoles a los 64 años, solo unas semanas después de haberse sometido a un trasplante de pulmón. Tal y como informó la familia, había mejorado tras la operación, pero empeoró repentinamente sin que el equipo médico que lo trataba pudiera salvarlo. Este fotógrafo, reconocido internacionalmente, había estado acompañado por los problemas de salud desde la década de los 90, cuando le diagnosticaron un enfisema pulmonar. Desde entonces, las entradas y salidas a los hospitales han sido casi una constante que se daba a la vez que su éxito profesional, con su relación con los Orange como resultado directo del mismo.

"Con tristeza nos enteramos de la muerte de Erwin Olaf. Holanda pierde a un fotógrafo peculiar, excepcionalmente talentoso y a un gran artista. Lo recordamos calurosamente y agradecemos el legado que dejó y los muchos momentos especiales junto a él. Extrañaremos nuestra amistad. Su trabajo sigue vivo y continúa intrigando y agitando". Unas palabras, estas últimas, que hacen referencia a lo especial de su fotografía, que no dejaba indiferente a nadie. Era excéntrica y provocadora, sin huir de los tabúes y con el desnudo, el sadomasoquismo o la violencia como temas recurrentes. Algo radicalmente opuesto, desde luego, a lo que se puede tener en mente de un fotógrafo real.

Su trabajo para los reyes le valió numerosos e importantes reconocimientos en los últimos años. Este mismo marzo, Erwin Olaf recibía en el palacio de Noordeinde la Medalla de Honor al Arte y la Ciencia de la Orden de Orange. Una cita a la que tuvo que acudir con respirador y oxígeno, dos elementos que, por su salud, no podían faltar cuando aparecía ante las cámaras y no estaba detrás de ellas. También en 2019 fue nombrado caballero de la Orden del León Holandés, un honor que se le otorgó, tal y como se anunció desde la Casa Real, por sus "fotografías destacadas y su compromiso con la comunidad LGBTQ+".

El fotógrafo más fiel de Máxima

Si decimos que Erwin Olaf fue el fotógrafo más fiel de los reyes de los Países Bajos, no es solo por la discreción con respecto a su trabajo para ellos, sino también a su fidelidad en cuanto a la imagen de la pareja. Él fue el responsable de los últimos retratos oficiales de Guillermo y Máxima, en 2018, como también de los que se distribuyeron por el 40º cumpleaños de la ahora reina, en 2011, cuando aún no ocupaba el trono junto a su marido, o del posado familiar más comentado. Pero quizá los más descarados y provocadores de los Orange tuvieron lugar en 2017, con Amalia, Alexia y Ariane como protagonistas junto a su madre.

Hablamos de unas fotografías de la mujer y de las hijas del monarca holandés, muy distintas a lo que suelen ser los posados de una familia real. Realizados en 2017, eran unos primeros planos muy exagerados y naturales, sin apenas retoque. En ellos se podían notar las primeras marcas de la edad de Máxima, sin ningún artificio. Es más, el plano es tan cercano que en la pupila de la reina se podía adivinar la silueta del propio fotógrafo, como una especie de firma gráfica plasmada para siempre en los ojos de Máxima de Holanda.

Algunos de los más entendidos en el mundo de la fotografía lo han denominado como "maestro de le luz", ya que jugaba con este elemento para dotar de un significado diferente a cada imagen. Su trabajo activo como parte del colectivo LGTBQ+ también fue un tema habitual en su obra, que ha recorrido muchos países gracias a diferentes exposiciones. De hecho, una de ellas se puede disfrutar hasta mediados de octubre en el Centro Niemeyer de Avilés. Una buena oportunidad para conocer más de este fotógrafo, al que muchos, incluidos Guillermo y Máxima de Holanda, consideraban absolutamente brillante.