Leonor, el 'hilo rojo' que reúne a la familia del Rey cinco años después

La mayoría de edad de la Princesa de Asturias el próximo 31 de octubre es una fecha importante marcada en la agenda institucional. Ese día jurará en el Congreso la Constitución ante diputados y senadores. El acto estará presidido por el jefe del Estado y la reina Letizia. La heredera al trono hará el juramento en una sesión solemne del Congreso y el Senado en el hemiciclo de la Cámara Baja, como establece la Constitución.

A este acto, seguirá otro en el Palacio Real de Madrid donde se impondrá a Leonor de Borbón el Collar de la Orden de Carlos III en presencia de los poderes del Estado, a lo que seguirá un almuerzo con una representación de las altas instituciones. Juan Carlos I, que está estos días en Sanxenxo, no asistirá a la sesión solemne de las Cortes Generales en la que la princesa Leonor jurará la Constitución, pero sí participará en la celebración familiar y de carácter privado con la que se cerrará esa jornada, según precisaron a la agencia EFE fuentes de la Casa del Rey.

Con posterioridad a la sesión solemne en el hemiciclo y al acto que habrá en el Palacio Real de Madrid, tendrá lugar una cita familiar en el Palacio Real de El Pardo. Además de los Reyes, la Princesa y la infanta Sofía, estarán en este encuentro privado los reyes Juan Carlos y Sofía, las infantas Elena y Cristina con sus hijos y la familia de la reina Letizia.

Un día importante en la existencia de la heredera como lo fue hace 37 años para su padre. La diferencia entre uno y otro juramento en el aspecto personal es mucha. En 1986, la familia Borbón Grecia estaba aparentemente unida. Era la imagen que se ofrecía a los españoles con posados en Mallorca, reportajes navideños y cumpleaños y fiestas de guardar compartidos.

La realidad era muy diferente. Don Juan Carlos cumplía con sus tareas institucionales, pero en cambio su doble vida amorosa hacía que su matrimonio hiciera aguas. Los hijos estuvieron al tanto de esas historias afectivas del Rey siendo ya mayores. Don Juan Carlos los reunió unas navidades en el restaurante El Landó para informarles de su relación con Corinna Larsen. En aquel momento, los deseos del monarca, hombre enamorado, era divorciarse de doña Sofía. La decisión nunca se hizo efectiva al no estar de acuerdo el Príncipe y las Infantas. El tiempo les dio la razón y la novia oficiosa se convirtió en la peor pesadilla de don Juan Carlos. Explotó el caso Botsuana y la traición de la amante fue la causa de la abdicación de don Juan Carlos.

Hasta ahora, la relación pública del rey Felipe con su padre era inexistente. No así la personal, como se puedo comprobar en el entierro de Constantino de Grecia, donde se vio como se abrazaban.

Con las infantas Elena y Cristina también hubo un distanciamiento público por parte de los Reyes titulares. En el caso de la exduquesa de Palma ya se había establecido lo que se denominó el “cordón sanitario” cuando estalló el caso Nóos. La infanta Elena pagó los platos rotos de las tropelías de Urdangarin.

Cuando Felipe accedió al trono, las hermanas dejaron de formar parte de la familia real y pasaron a ser familia del Rey. Esta nomenclatura en el organigrama de la Casa marcaba de nuevo ese distanciamiento de don Felipe con las Infantas. Sus viajes a los Emiratos tampoco ayudaban a mostrar la unidad familiar. Y más aún cuando se hicieron públicas unas imágenes del Rey jubilado con las Infantas y sus hijos en Abu Dabi marcando distancia con sus nietas Borbón Ortiz. La Princesa de Asturias y la infanta Sofía aparecían en verano en Palma en una puesta en escena con la abuela doña Sofía que no resultaba muy convincente. La diferencia de relación con Paloma Rocasolano era más que evidente al mantener más contacto con ella.

El tiempo convierte lo excepcional en común. Y este cambio tambien sirve para la familia real. La última imagen pública de toda la familia fue tomada en noviembre de 2018, cuando se reunieron para festejar el 80 cumpleaños de la reina Sofía, una foto histórica. La mayoría de edad de la Princesa de Asturias sirve para que el nexo de unión entre los protagonistas principales de los Borbón vuelva a recuperarse públicamente.

En privado, don Juan Carlos llamó a su nieta el día que entró como dama cadete en la Academia de Zaragoza. Y volverá a reunirse con la heredera, con su hijo y el resto de la familia en el encuentro organizado en el palacio de El Pardo. Esta información, confirmada por el departamento de comunicación de Zarzuela, marca la agenda personal de todos los miembros Borbón, que hasta ahora estaban interrumpidas oficialmente.

La princesa Leonor y su mayoría de edad han hecho posible que don Juan Carlos deje de ser excluido de los acontecimientos importantes de su familia, como es la celebración del día más importante en la vida institucional de su nieta. Un 'hilo rojo' que ya no va a ser posible romper.