La historia de la basílica del Pilar, que recibirá la visita del batallón de la princesa Leonor: de su origen en el siglo IX a su misteriosa simbología taoísta

El calendario de la princesa Leonor está lleno de citas importantes para las próximas semanas. A su ingreso en la Academia General Militar (AGM), donde vive su instrucción como una cadete más, se unirán en breve su jura de bandera, los Premios Princesa de Asturias y su 18 cumpleaños, cuando deberá prestar juramento a la Constitución. Una tríada de futuros eventos importantes para la heredera que contará con una ciudad como principal protagonista.

Así, aunque Madrid y Oviedo también acaparan el calendario de la princesa Leonor, la capital aragonesa también es punto relevante en su agenda. Zaragoza, donde vivió una visita sorpresa de su padre, es testigo del día a día de la futura Reina. Además del punto donde se desarrolla su próxima cita importante: su jura de bandera.

Será el 7 de octubre cuando la princesa Leonor viva este paso en su formación militar, y como próxima jefa de Estado. Aunque un día antes también tiene una cita importante. Siguiendo la tradición, la basílica del Pilar de Zaragoza recibirá el día 6 de octubre a más de 600 cadetes de la AGM, entre ellos la princesa Leonor, donde podrán saludar a la Virgen del Pilar en una ceremonia especial de carácter castrense. Una misa a la que pueden acudir tanto alumnos de religión católica como de otras fes, para la que ya se está preparando la basílica aragonesa.

Un templo que marca el ritmo de la agenda militar de Leonor, pero también de la ciudad. Por eso, queremos conocer más a fondo la historia y curiosidades que rodean a la basílica del Pilar. Uno de los grandes monumentos artísticos e históricos de España.

Nos remontamos a los orígenes de esta basílica para descubrir que su nacimiento nos lleva hasta el siglo IX, cuando habría existido una capilla cristina en esta zona de territorio árabe, según la documentación de 'La historia del traslado de San Vicente', escrita por el monje Aimoino. Un templo que fue sustituido tras la conquista de Zaragoza por el rey Alfonso I en el siglo XII. Convirtiéndose entonces en una iglesia románica de la que quedan ciertos vestigios.

Decimos 'ciertos' porque la mayor parte de aquella iglesia de la Edad Media se perdió en un incendio en 1434, que llevó a la construcción de un nuevo espacio eclesiástico que terminó en 1515. Aquella iglesia de estilo gótico, entonces era llamada de Santa María, era mucho más pequeña que la actual, puesto que fue creciendo conforme avanzaba la fe hacia la figura de la Virgen del Pilar, protagonista de este espacio.

La primera ciudad con dos catedrales

Por eso, en el siglo XVII comenzaron nuevas obras para hacer crecer la futura basílica, con una mirada clara hacia la iglesia de San Pedro en el Vaticano como fuente de inspiración. ¿El motivo? En Zaragoza ya existía una catedral, la de El Salvador, de estilo gótico, por lo que buscaron cómo diferenciar el Pilar con la tendencia más de moda del momento para el siglo XVII. Unas obras extendidas durante siglos, con nombres tan reconocidos como Francisco de Herrera o Ventura Rodríguez, hasta su total finalización en 1962.

Consagrada años antes, el 10 de octubre de 1872, participaron más de 100.00 peregrinos. Un número de visitantes que no ha dejado de crecer desde entonces, siendo un centro internacional de peregrinaciones para el mundo católico. Estimándose entre 5 y 7 millones las personas que acuden a ella cada año. No podemos olvidar tampoco que, aunque comúnmente es llamada basílica, esta iglesia es también catedral. Siendo la ciudad del Ebro la primera del mundo que tuvo dos catedrales, la de San Salvador (llamada también Seo) y esta.

Un enclave de alto valor religioso, histórico y también artístico, donde destacan dos cúpulas pintadas por Francisco de Goya. Podrían haber sido tres, pero la segunda de sus obras no gustó entre los poderes de la ciudad, que veían una pintura muy popular, lejos de las líneas academicistas, y con los brochazos marcados, por lo que se prescindió de sus servicios.

Respecto al origen religioso de esta iglesia, la tradición eclesiástica narra cómo la Virgen María se apareció al apóstol Santiago el Mayor, es decir, el de Santiago de Compostela, cuando estaba predicando en la orilla del río Ebro. Lo hizo sobre un pilar (un poste de piedra) y en su honor este comenzó a venerarse. Cubierto de bronce y plata y rodeado por una orla de oro, lo más curioso es que nunca se ha movido.

La basílica ha ido creciendo a su alrededor, por lo que, tras las modificaciones, el pilar original y venerado ha ido quedando situado en un lateral. Un enclave cuando menos llamativo para el protagonista, pero los impedimentos arquitectónicos que marca el río Ebro para sus ampliaciones hicieron que no pudiera diseñarse para volver a ser el centro, sin moverla. Reconocida como reina y patrona de la Hispanidad, aunque la talla de la Virgen solo mide 39 centímetros, alrededor de ella encontramos todas las banderas de los países latinoamericanos

No es el único dato llamativo de esta catedral y basílica. Sus cuatro torres tienen nombres, como es habitual. La que está situada al oeste de la fachada principal, la torre de Santiago, es la más antigua, original de 1715. Tras ella llegarían la torre de Nuestra Señora del Pilar, la torre de San Francisco de Borja, en la que hay un espectacular mirador público de la ciudad, y la torre de Leonor de Salas, su mujer. Las dos últimas torres deben su nombre a un matrimonio de la alta cuna de la ciudad. Sin hijos, pero con un gran patrimonio económico, decidieron donar a la Iglesia el dinero para construir esas dos última torres. Por lo que se decidió nombrarlas en su honor.

Las bombas no explotadas de la Pilarica

Sobreviviendo al paso de la historia, el presente militar de la basílica del Pilar de Zaragoza también se une a su pasado. Bombardeada en la Guerra de la Independencia por las tropas francesas de Napoleón Bonaparte, que guarda una curiosa historia de amor con la reina de Suecia y noruega, Désirée Clary, los estragos de las bombas francesas pueden verse en las fachadas.

En cambio, no llegarían a explotar las bombas en la Guerra Civil. De hecho, el periódico 'Solidaridad Obrera' del 3 de agosto de 1936 abrió en portada con la noticia de que la basílica del Pilar había sido bombardeada, ardiendo hasta los cimientos… Sin embargo, no contrastaron la información, ya que aunque la aviación republicana había lanzado bombas que impactaron contra la basílica y su entorno, nunca llegaron a explotar. Parece que el piloto volaba demasiado bajo, y el tipo de bombas lanzadas necesitan de cierta altura para estallar, como recuerdo dos de ellas se conservan dentro del templo.

No podemos olvidar tampoco hablar de cómo este monumento religioso fue la primera estrella del cine en España. Así, aunque no era una película narrativamente hablando. Un año después de que los hermanos Lumière inventasen el cinematógrafo, en 1898, Eduardo Jimeno Correa rodó 'Salida de la misa de doce de la iglesia del Pilar de Zaragoza'. Una cinta donde podemos ver a los zaragozanos en la plaza de la Pilarica. Su primer intento, rodar a unos soldados en el Ebro, no funcionó por falta de luz.

Finalmente, aunque podríamos escribir líneas y líneas sobre cada rincón de la catedral-basílica de Nuestra Señora del Pilar o Santo Templo Metropolitano de Nuestra Señora del Pilar, queremos destacar que entre todos los secretos y curiosidades que guarda en su interior, uno de los más llamativos es el misterio que rodea a los símbolos taoístas que encontramos en ella. El taoísmo o daoísmo es una tradición filosófica y espiritual de origen chino que busca vivir en armonía con el tao (la ‘vía’ o el ‘camino’).

Consolidado alrededor del año 380 a. C. con textos como el 'Libro del Tao', de Lao Tse, o 'El Zhuangzi', del filósofo Chuang Tzu, en ella confluyen ideas budistas y confucianas. Un resumen muy rápido para explicar que esta religión milenaria de China también tiene presencia en el Pilar. La basílica zaragozana presenta el único simbolismo de origen taoísta del mundo occidental en un templo religioso. Así, cuenta con símbolos de carácter cósmico y alquímico según esta filosofía china. Una unión que parece venir de la influencia de las misiones que realizó la Compañía de Jesús en China, y su posterior regreso a España, donde habría quedado huella de su paso por Asia.

Entre otros ejemplos, se encuentran 64 hexagramas, signos de seis líneas alternativamente continuas y discontinuas que se atribuyen al emperador Fu Xi, y que son base matemática binaria. Relacionándose con los pares de opuestos y complementarios: es decir, uno-cero, yang-yin, masculino-femenino o luz-sombra. Siendo además justo 64 hexagramas los que también aparecen 'El libro de los cambios', según el análisis de investigadores como José Chamorro. Una razón más para visitar, o revisitar, la catedral-basílica de Nuestra Señora del Pilar o Santo Templo Metropolitano de Nuestra Señora del Pilar.