Máxima de Holanda lo vuelve a hacer: otro look 'lo amas o lo odias' de la reina más original

O negro o blanco. No hay grises. O lo que es lo mismo, o lo amas o lo odias. Máxima de Holanda nos vuelve a poner en esta situación, una vez más, con un controvertido look que genera tanto filias como fobias. La argentina sabe a la perfección cómo no dejar indiferente a nadie y que sus estilismos no se olviden fácilmente. Lo demostró hace unas semanas en el Prinsjesdag, al que acudió por primera vez en pantalones, saltándose la etiqueta, y un colorido abrigo de Claes Iversen que quedará en nuestra retina durante años -para algunos negativamente-.

Y ahora lo ha vuelto a hacer en su acto de este miércoles, con un estilismo mucho menos vistoso, pero al que no le falta detalle. Es precisamente la sobreinformación que tienen todas las prendas lo que lo convierte en un look de amar u odiar. Empezaremos hablando de la falda, que es lo primero que llama la atención al ver a la reina.

Se trata de un diseño de Natan, la firma belga en la que tanto confía también su homóloga Matilde. Realizada en cuero verde musgo, presenta largo por debajo de la rodilla, forma acampanada y lleva incorporado un maxicinturón con hebilla en la cintura.

Toca el turno ahora de hablar de la blusa, con microestampado, con formas rectangulares en verde y burdeos, encima de un fondo negro. La blusa tiene cuello alto y una lazada que Máxima llevaba anudada a la altura del pecho, dándole un toque más informal. Se trata, por supuesto, también de un diseño de Natan.

Para darle más protagonismo a la falda, que tiene el tiro de cintura bajo, la argentina ha optado por introducir la blusa por dentro de esta, lo que hacía que aparecieran unas pequeñas bolsas a ambos lados, algo que suele ocurrir con la mayoría de blusas, de ahí que muchas mujeres opten por bodys.

Por si todos los detalles de la blusa y la falda no fueran suficientes, Máxima ha decidido combinar el estilismo con unos salones de piel de Gianvito Rossi, el zapatero italiano al que adoran todas las royals, en azul marino, un color que no acaba de pegar demasiado con el resto del look. El clutch sí es verde, como la falda, y las joyas elegidas, de rubíes y diamantes, casan con el burdeos del estampado.

Más allá de si gusta o no su vestimenta, hay que destacar la buena actitud de Máxima durante todo el acto. La reina no lo ha dudado dos veces y se ha colocado un delantal para sentarse y cocinar junto a unos mayores en la visita a Oma's Soep, una iniciativa que organiza clases de cocina en doce ciudades de los Países Bajos, centrándose en el contacto entre jóvenes y la tercera edad para combatir la soledad.

Acompañada por el secretario de Estado de Salud, Bienestar y Deportes, Van Ooijen, la reina ha podido conocer más acerca de las actividades que se llevan a cabo para que abuelas y abuelos no se sientan solos.