Exclusiva | Los detalles del inminente divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin

Ha sido un proceso largo, con muchas interrupciones y que finalmente se acordó justo a principios de verano. La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ya tienen casi a punto el acuerdo de divorcio y solo falta que lo firmen, algo que sucederá próximamente, "aunque no tienen prisa", nos indican fuentes cercanas a ambos. “Antes de noviembre ya debería estar todo”, aseguran las mismas personas, perfectamente informadas. Vanitatis ha tenido acceso en exclusiva a todos los puntos acordados por los exduques de Palma, desde los pactos económicos hasta el lugar de la firma del divorcio.

Cabe recordar que las exigencias económicas de Urdangarin fueron un freno en el proceso de negociaciones, pero tras una conversación entre ambos antes de verano, las aguas volvieron a su cauce y la pareja llegó al tan ansiado acuerdo -aunque aún faltan los últimos flecos en este punto-. Una vez pactados todos los puntos en litigio, aparecieron algunos escollos burocráticos que retrasaron la firma hasta este momento. Con todo, las mismas fuentes informan que el día de la firma no se hará público y que la expareja tratará de mantenerlo en secreto. Quieren, como siempre, máxima discreción. Estos son algunos de los detalles:

Se firma en Barcelona

Vanitatis puede confirmar que el lugar de la firma será Barcelona, porque es donde se casaron, y no Ginebra, como se había apuntado hasta ahora. Su matrimonio se rige por el Código Civil de Cataluña, donde prima la separación de bienes, ya que las capitulaciones prematrimoniales no sirven. La ley catalana establece que, en caso de divorcio o separación, cada cónyuge mantiene su patrimonio y no le debe nada al otro. La firma se realizará ante notario porque los exduques de Palma quieren mantener la discreción y por el mismo motivo esperaron a que su hija Irene cumpliera la mayoría de edad, que fue el 5 de junio de este año.

Su única propiedad

Cuando estalló el caso Nóos, la pareja vendió todos sus inmuebles en territorio español, la mayoría embargados en parte por los juzgados. Tenían apartamentos en Palma, locales y garajes en Terrassa y la joya de la corona, la casa de Pedralbes, el mal llamado palacete (era un chalé, no un palacete clásico) que vendieron a una familia extranjera en 2015. Durante mucho tiempo se creía, por tanto, que no les quedaba nada en propiedad, pero hay un apartamento en Bidart, el País Vasco francés, que Vanitatis ha podido confirmar que comparten al 50%. Y así se repartirá. Se trata de un piso cerca de la playa despojado de todo lujo, con varias habitaciones pero no demasiado grande. Muy sencillo. Las vacaciones de los Urdangarin en Bidart nunca fueron lujosas, todo lo contrario. “Cuando coincidían los cuatro hijos y los padres, estaban apretados”, señalan las mismas fuentes.

La intención de la infanta Cristina es seguir yendo a Bidart en sus vacaciones para mantener su relación con la familia Urdangarin. “Los Urdangarin son para ella su familia”, declaran.

Los hijos y su manutención

Los cuatro chicos Urdangarin de Borbón, esto es, Juan, Pablo, Miguel e Irene, son ya mayores de edad, así que su manutención no debería ser un problema. Pero como en todos los casos de divorcio, hasta que los hijos no se han independizado, los progenitores deben salvaguardar su bienestar y garantizar que pueden seguir sus vidas, en especial los estudios.

Sabemos que el rey Juan Carlos I es quien se ha encargado y se sigue encargando de los estudios de sus nietos Urdangarin y Marichalar. Pero en el acuerdo de divorcio se estipula, tal y como ha podido corroborar este medio, que si alguno de los cuatro hijos necesita ayuda económica de algún tipo, serán la infanta Cristina y su familia quienes se hagan cargo de todo. Iñaki Urdangarin se encuentra en una situación económica por la que no puede permitirse costear la vida de sus hijos, por muy sencilla que sea.

Ayuda económica a Urdangarin

Hablemos de dinero. La infanta Cristina tiene dos empleos: uno en la Obra Social La Caixa y otro en la Fundación Aga Khan. Entre ambos suman una cantidad que oscila entre los 250.000 y los 300.000 euros anuales. Es una cifra muy elevada, reconocen las fuentes familiares consultadas, pero si tenemos en cuenta que vive en Ginebra, una de las ciudades más caras del mundo, el monto no resulta exagerado.

Así pues, a ese sueldo hay que restarle los gastos diarios y mensuales, entre los que destaca el alquiler de su casa y los gastos comunes derivados de la misma. La Infanta ayudará a Urdangarin de manera modesta, para que pueda mantener una relación fluida con sus hijos sin tener que estar pendiente de sus ingresos, porque el exduque de Palma solo presenta en la negociación de este divorcio un subsidio como preso en libertad de 463 euros mensuales.

Vive en Vitoria, con su madre, mientras su exmujer reside en un bonito apartamento alejado del centro de Ginebra, como bien ha informado Vanitatis en exclusiva con anterioridad. Y pese a que muchos han sostenido que era un piso comprado, lo cierto es que con su patrimonio no podría pagarse una vivienda de propiedad en Ginebra.

Durante estos meses, la Infanta ya ha ayudado a Iñaki: "Le ha costeado algunos viajes para ver a sus hijos y le ha hecho algún préstamo puntual, pero Iñaki nunca ha cobrado una pensión". Tras el divorcio, recibirá unas cantidades que sin duda serán mucho más pequeñas de lo que se ha llegado a afirmar. "Faltan unos flecos en ese acuerdo económico, por lo que no es posible dar cifras concretas sin posibilidad de equivocarse", nos dicen.

Cláusula de confidencialidad

Es una premisa que ya aparecía en las invalidadas capitulaciones y, como ambos quieren privacidad, pactarán no desvelar los detalles de su vida privada. Las fuentes consultadas aseguran que la relación de Iñaki y Cristina es ahora "bastante buena" y que lo seguirá siendo por el bien de sus hijos.