La infanta Cristina, besos, fotos con sus fans y muchísimas sonrisas en el partido de su hijo Pablo Urdangarin

Rodeada de sus grandes amigos, arropada por ellos, la infanta Cristina estuvo este martes en las gradas del Palacio de Deportes de Granollers para ver un partido de su hijo Pablo. Vestida con camisa blanca y pantalón negro, la acreditación de familiar colgada al cuello, doña Cristina disfrutó del partido de su hijo con la cara pintada de felicidad. Es su momento y lo vive con plenitud. A las puertas de firmar el divorcio con su exmarido, Iñaki Urdangarin, la hermana de Felipe VI está tan satisfecha que incluso vivió con alegría su 'momento fan’. Está pletórica.

Se hacía fotos con todos quienes se acercaban a ella y se lo pedían, algo insólito en los últimos años, cuando lo habitual era verla en solitario, cabizbaja y cariacontecida por los alrededores del aparthotel en el que se hospeda cuando viaja a Barcelona. Ese momento ya ha pasado y la Infanta vive su resurrección.

La hermana de Felipe VI ha estado en España unos días, primero para asistir a una boda, el sábado en Cádiz, y después para ver a su hijo disputar un encuentro contra el Barça. Eso sí, ni rastro de Iñaki Urdangarin, a quien se esperaba este martes en Granollers, según fuentes de la familia.

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Quienes estuvieron con la Infanta son Roberto y Cristina, amigos de los exduques de Palma desde tiempos inmemoriales. Con ellos, y con otro matrimonio que arropaba a doña Cristina, ha compartido sus grandes momentos en la vida. La Infanta estuvo relajada, sonriente, celebrando los goles, apesadumbrada en los fallos, y orgullosa en todo momento de la evolución deportiva de su hijo. Lo abrazó cuando lo vio, como siempre hace, y lo besó con pasión de madre.

Un coche para Pablo

La familia es muy cariñosa y así se mostró el martes en público. La Infanta estaba especialmente contenta y abrazó y besó a su hijo con ilusión. Justo al final del partido, ella y sus amigos se fueron rápidamente, y Pablo se marchó más tarde sentado de copiloto en el coche con Johanna al volante. Pablo tiene últimamente algunos problemas para moverse, puesto que no tiene coche, así que la familia está mirando la posibilidad de comprarle un utilitario que le sirva para desplazarse de Barcelona a Granollers sin la necesidad de que lo lleve algún compañero, como sucede ahora, y sin tener que usar el coche de su novia Johanna.

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Cerca de doña Cristina y sus amigos, pero no a su lado como en otras ocasiones, estaba Johanna Zott. La separación entre unos y otros vino provocada por cuestiones organizativas del propio club. Eran muchos los invitados de Pablo. Porque Zott acudió al recinto, como suele hacer, acompañada de alguna de sus hermanas, de sus padres, e incluso del novio de una de sus hermanas, con quien Pablo a entablado una gran amistad.

Irene, entre Ginebra y Madrid

Quien tampoco estuvo y también se esperaba que fuera es Irene Urdangarin. La única hija de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin está de rabiosa actualidad últimamente por sus devaneos vitales. Desde que decidiera aparcar sus estudios, el futuro se le ha presentado borroso y los medios seguimos sus pasos al detalle. La revista ‘¡Hola!’ publicaba este miércoles unas fotografías de la joven en Ginebra, donde asistió a unas jornadas informativas sobre voluntariado con la Cruz Roja de Suiza.

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Es la intención de la joven: dedicar este año sabático a tareas solidarias. Unas tareas que compaginará, como adelantó Vanitatis, con la preparación para sacarse el carné de conducir. Algo que, además, hará en Móstoles, como hicieron sus hermanos Juan y Miguel. Para ello, se instalará a temporadas en Madrid, en concreto en el Palacio de la Zarzuela, donde vivirá con su abuela, la reina Sofía.

Así, Irene logra dos objetivos: ocupar su tiempo libre, sacar provecho de él y pasar tiempo con su abuela, a la que los nietos adoran. La joven también estudiará alemán, como informaba Vanitatis hace unos días, para ampliar sus conocimientos y porque en Ginebra, en Suiza en general, el alemán es un idioma que se usa de forma habitual, sobre todo en los cantones germanos.

Iñaki, en Barcelona el viernes

A la ausencia de Iñaki y de Irene no hay que darle importancia, informan las mismas fuentes, porque ambos andan enfrascados con cuestiones personales. La relación entre todos es muy buena, basada en el respeto mutuo, y parece que así será en el futuro.

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Las fuentes consultadas informan de que Iñaki Urdangarin estuvo el el viernes pasado en Barcelona, una visita fugaz, en coche con sus escoltas desde Vitoria. El exduque estuvo con su hijo Pablo, a quien suele asesorar sobre balonmano, y a quien sigue muy de cerca desde que el joven decidió dedicarse al deporte de forma profesional.