El pasado y futuro de la monarquía española, de la mano en la jura de bandera de Leonor

Una imagen para la historia. La de Leonor de Borbón, heredera al trono, besando la bandera de España. Pasado y futuro de la monarquía española en una sola fotografía. Por un lado, la enseña, que nos recuerda la larga tradición histórica de la casa real, pues perteneció a la reina María Cristina de Habsburgo, esposa de Alfonso XII y tatarabuela de la Princesa de Asturias, quien aparece en dicha imagen a la izquierda y encarna el futuro de la Corona. Todo milimetrado para recordarnos, en el presente, los viejos y los nuevos tiempos.

Esa bandera está llena de historia, pues no solo es la que besan todos los oficiales de la Academia General de Zaragoza; es la misma que besaron en su momento don Juan Carlos, abuelo de Leonor, y años más tarde, concretamente en 1985, don Felipe. Fue la conocida como la reina regente quien mandó bordar la enseña, que después entregaría a la academia zaragozana. Una mujer, María Cristina de Habsburgo, de férreas convicciones y muy consciente de la importancia de su compromiso con España.

Un compromiso que, décadas después, don Felipe quiso recordarle públcamente a su hija. El Rey, quien pronunció un discurso en el que aprovechó para recordar su jura de bandera y mandar ánimos a los cadetes, hizo una mención especial a la heredera. "Leonor, recuerda que el compromiso que has asumido conlleva la mayor responsabilidad con España. Sabes bien, como Princesa Heredera, que la Corona simboliza su unidad y su permanencia", aseguraba el monarca.

"Sé que el juramento solemne ante esta bandera y el cariño por esta tierra zaragozana y aragonesa que te acoge formarán parte de tus mejores recuerdos. Sé que siempre tendrás presente que tu responsabilidad, en cualquier circunstancia y en todo momento, es servir a España con toda tu energía y determinación, con verdadera pasión", terminaba el Rey antes de pedir a todos que gritaran con él un "¡viva España!".

Leonor escuchó estas palabras muy atenta, aunque con rostro casi inexpresivo, como manda el protocolo castrense. No había las risas del viernes, en la basílica del Pilar, cuando la vimos departiendo y conversando con sus colegas. Era un acto solemne y merecía toda la seriedad del mundo. Por ello habían estado ensayando la ceremonia durante toda la semana hasta cuatro horas al día. La misión era que saliera todo a la perfección, y así fue.

Faltaban pocos minutos para las 12:00 horas cuando los Reyes llegaron a la Academia Militar, donde les recibieron la ministra de Defensa y el presidente de Aragón. Tras sonar el himno de España, el monarca, como jefe de las Fuerzas Armadas, pasaba revista a las tropas presentes. Era entonces cuando se producía la prmera imagen de Leonor junto a su padre. Pero siguiendo las normas, no hubo interacción entre ellos, la Princesa era entonces una más de los 410 cadetes dispuestos a jurar bandera.

La primera en hacerlo fue ella. Con paso firme, Leonor se dirigió hasta la enseña que perteneció a su tatatarabuela, se sacó el sombrero ros que llevaba y la besó, ante la mirada de sus padres. Doña Letizia se mostró muy emocionada en ese momento, con los ojos humedecidos y suspirando. Don Felipe, por su parte, no cabía en sí de orgullo. Ya de nuevo con el sombrero sobre la cabeza, la heredera volvió a su lugar, y fue el turno de los otros cadetes de pasar, uno a uno, a besar la bandera española.

Fue un proceso largo. Más de cuatro centenares de damas y caballeros. Don Felipe siguió todo de pie, mientras doña Letizia optó por sentarse en unas sillas que les habían habilitado para ello. Hasta que tocó el turno de un nuevo desfile, esta vez a tres. Leonor y sus compañeros pasaron bajo la bandera y el sable, quitándose el sombrero de ros e inclinando la cabeza, en un gesto que simboliza que España acepta el juramento realizado.

Hubo tiempo también para recordar a los caídos en combate, con una ofrenda floral y la canción 'La muerte no es el final', que tanto Leonor como sus compañeros, así como don Felipe, entonaron con solemnidad. También cantaron el himno de la Academia General Militar de Zaragoza antes de dejar el Patio de Armas para desplazarse hasta una de las avenidas de la academia para realizar allí el desfile ante los Reyes, que ocuparon en la tribuna de honor, y los demás familiares.

La Princesa disfrutó después de un tiempo con sus padres, que la felicitaron por su jura. Y como colofón final, la heredera firmó en el libro de honor de la Academia Militar General, para dejar constancia de este acto que pasará a la historia de la monaquía española.

Un octubre muy movido

Este es solo el primer importante compromiso al que Leonor debe enfrentarse este mes de octubre. El jueves que viene asistirá junto a sus padres a la celebración del Día de la Hispanidad. Vestida de cadete, la heredera participará por primera vez a la recepción en el Palacio Real posterior al desfile militar. El 19 de octubre Leonor llegará a Oviedo para los Premios Princesa de Asturias. Ese jueves asistirá al tradicional concierto junto a los Reyes, al día siguiente se celebrará por la mañana la audiencia con los premiados y por la tarde se entregarán los galardones en el Teatro Campoamor. El sábado visitará el Pueblo Ejemplar de Asturias.

Asimismo, el 31 de octubre, día de su 18º cumpleaños, la Princesa jurará la constitución ante las Cortes en el Congreso de los Diputados. Ese mismo día, en el Palacio Real, recibirá de manos de su padre el collar de la orden de Carlos III. Está prevista, posteriormente, una fiesta privada en el Palacio de El Pardo, a la que asistirán todos los miembros de la familia.