El 'gossip' de la recepción: Letizia confirma el regreso de la infanta Sofía para los Princesa de Asturias

Desde que el heredero se convirtió en jefe del Estado, el Día de la Fiesta Nacional ha sido una tradición que marca las relaciones institucionales con los poderes económicos, políticos y sociales. Este año, la cifra oficial de invitados ha sido de dos mil personas, a las que los Reyes y su hija, la Princesa de Asturias, con el uniforme de gala del Ejército de Tierra, saludaban en el llamado besamanos. Y como siempre, la recepción en el Palacio Real nos ha dejado momentos estelares. Uno de ellos, que la reina Letizia ha confirmado el regreso de la infanta Sofía para los Premios Princesa de Asturias.

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A. Rodríguez

Pero antes de eso, asistíamos a ese besamanos de casi dos horas de duración y tres descansos, en el que nos encontrábamos un auténtico despliegue de looks. Uno de los detalles más comentados fue cuando Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, uno de los padres de la Constitución, accedía al besamanos. Debido a sus problemas de movilidad, el rey Felipe no dudó en romper el protocolo y se acercó a él, seguido de la Reina y la Princesa. Otro, el saludo de los compañeros de la heredera en el besamanos, un momento del que las redes no han tardado en hacerse eco.

Esta vez, la única novedad ha sido que los invitados estaban repartidos en varias salas y no había mezcla entre la clase política y los periodistas. Según explicaban a Vanitatis desde protocolo, la razón nada tenía que ver con incompatibilidades, sino con una cuestión de aforo. Una vez que se fueron despejando algunos de los salones, el rey Felipe, la Reina y la Princesa no pusieron pegas para que junto a ellos se formaran los corrillos.

Es más, don Felipe fue el que indicó que fuera una recepción de salones abiertos para que los invitados se movieran libremente. El jefe del Estado lo hizo por su lado y doña Letizia y Leonor por el suyo. La heredera no habló mucho, pero sí explicó que el toque de diana en la Academia Militar era a las seis y que la instrucción era dura, aunque había mucho compañerismo. Su próxima cita será en los premios que lleva su nombre. Fue en este momento cuando doña Letizia anunció que la infanta Sofía regresará a nuestro país para los Premios Princesa de Asturias y que estará acompañando a su hermana en el teatro Campoamor de Oviedo. Una visita que hará feliz a la familia, pero sobre todo a la heredera. A la pregunta de si la echaba de menos, respondió que sí, sin dudarlo un segundo.

El denominador común de este año ha sido la felicitación a los Reyes por el aplomo de su hija tanto en la jura de bandera como en el desfile del Día de la Hispanidad que presidía junto a su padre. La más comunicativa ha sido doña Letizia. Contaba que su hija Sofía está muy integrada en el internado, igual que su primogénita en la academia militar. Y aconsejó a los periodistas que acudieran a los premios en Oviedo que entrevistaran a Meryl Streep, una de las premiadas. Incluso llegó a bromear en el corrillo con la posibilidad de que los periodistas la animaran a hacer una coreografía con la música de 'Mamma mia'. La Princesa no se separó de su madre y sonreía con las ocurrencias maternas.

A la Reina también la felicitaron varios de los responsables de diferentes ONG's por su implicación con las enfermedades mentales y su última intervención en el Día Mundial de la Salud Mental. Le preguntaron si era seguidora del rap y contestó que había que buscar algo que hiciera lo más visible posible su intervención: "Y así fue por qué el titular fue 'la Reina rapera'", contaba muy sonriente.

Otros invitados con los que pudimos hablar fue con el alcalde de Madrid, que acudió con su novia, Teresa Urquijo. La joven demostró sentido del humor con el asunto de si se casa o no y prefirió dejarle el marrón al novio. Fue su puesta de largo como pareja oficialísima del edil madrileño.

Para la primogénita y dama cadete Borbón Ortiz también ha sido su bautismo institucional. Y pudo saludar a representantes del panorama político, empresarial, económico o social. Entre ellos, Pedro de Borbón-dos Sicilias, el Duque de Alba, Ana Rosa Quintana, Paloma Segrelles, Ángeles Blanco, Tomas Alía, Sandra Fernández, Luz Casal o la bailaora Rocío Molina. La ministra Yolanda Díaz, que reutilizaba vestuario, fue una de las primeras en marcharse, ya que tenía un vuelo a Galicia para pasar estos días con su padre. "Se encuentra regular de Salud y quiero aprovechar para estar con él", nos contaba.

Entre las más elegantes de la recepción estaban Esther Alcocer, la ministra Diana Morant, Isabel Díaz Ayuso o Manuela Villena. Entre los hombres, Fernando Grande-Marlaska, Vicente Vallés o Jorge Dezcallar, diplomático español.

La recepción del Día de la Hispanidad, un termómetro de las relaciones familiares

La recepción en el Palacio Real con motivo del Día de la Fiesta Nacional ha sido siempre el termómetro de cómo han sido las relaciones personales entre los miembros de la familia real. Aquellos años (supuestamente felices) donde los entonces Reyes, el príncipe Felipe y las Infantas formaban parte de ese encuentro festivo. Después llegaron los consortes, que se relacionaban con los invitados. Marichalar, siempre pegado a la infanta Elena, y Urdangarin más suelto porque era el guapo.

El exduque de Palma ya había mentido en su currículum, pero también lo hizo en una de las recepciones cuando los periodistas le preguntamos por el palacete de Pedralbes. Negó que lo hubieran comprado. Una semana después la noticia salió en El Confidencial. Todas esas anécdotas familiares fueron desapareciendo.