Máxima de Holanda está en España: la cita que reunió a los Reyes y Amelia con la jet en Jerez

Este fin de semana, Jerez estaba fijado en el mapa como punto de encuentro de royals y vips de todo el mundo. La boda de la duquesa de Medinaceli, Victoria de Hohenlohe, como cualquier enlace de semejante categoría nobiliaria, siempre se ha convertido en cónclave de rostros conocidos, monarcas y apellidos de renombre; y por lo que ya sabemos, la de la joven aristócrata no va a ser diferente.

Al menos, si nos atenemos estrictamente a la larga lista de invitados ilustres que acompañaron ayer a los novios durante la preboda celebrada en el Palacio de Campo Real. Una fiesta privada que Maxime Corneille y su futura esposa organizaron precisamente para dar la bienvenida a los cientos de invitados venidos de fuera. Cabe recordar que el novio es mitad francés, mitad argentino, que la novia ha vivido entre Múnich y Madrid y que el título tiene grandes vínculos con la alta sociedad sevillana además de ser la más importante de Europa en cuanto a títulos y abolengo.

No es de extrañar que una de las primeras familias en llegar fuera la formada por los reyes Máxima y Guillermo de Holanda, que acudieron a la cita en compañía de su hija mayor y heredera, la princesa Amalia, que al más puro estilo flamenco acudió ataviada con un look en el que los complementos fueron los protagonistas: una enorme flor en el pelo, un mantón de manila y un bolso de Jacquemus de color verde intenso.

Máxima de Holanda, por su parte, también optó por un look inspirado en la moda andaluza: un vestido rojo de estilo wrap con escote asimétrico que dejaba un hombro al aire. La falda, también asimétrica, dejaba a la vista unas sandalias minimal con tacón alto y pulsera a tono con el vestido.

Durante la preboda, además de charlar animadamente con muchos de los invitados, también se fotografiaron con algunos de ellos, como con el sacerdote Sánchez-Dalp, apodado el cura de la jet, que hace una semana bautizó a la nieta menor del duque de Alba y este mediodía casará a la duquesa de Medinaceli.

No fueron los únicos royals en deleitar con su presencia al resto de invitados por los jóvenes novios. Miriam Ungría también aceptó la invitación y asistió a la preboda (y suponemos que hoy también a la boda) del brazo de su hijo Boris de Bulgaria, que sería heredero al trono, de una edad similar a la de la duquesa de Medinaceli. Anna Gamazo, tía de la novia (era prima de su difunto padre), tampoco se perdió la animada fiesta de bienvenida.

No obstante, una de las grandes sorpresas la dio Luis Medina, que aprovechó la cena informal para presentar a su novia, Clara Caruana, con quien se rumoreaba que salía desde hace meses y con quien la velada de este viernes confirmó que su relación avanza viento en popa. La pareja, que se conoció paseando al perro durante el confinamiento, ha terminado consolidándose tres años después como un noviazgo de lo más solvente. Alejado de las cámaras por el 'caso de las mascarillas', el hijo menor de Naty Abascal, al que no veíamos desde la instrucción del caso, ha reaparecido en su compañía.

Su novia, Clara, se ha decantado por un look de dos piezas firmado por Inés Domecq, unas alpargatas bicolor de la colección de Casilda se Casa para Castañer y cartera de mano negra de piel de Loewe.

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P. Izquierdo

Se espera que su hermano Rafa Medina, duque de Feria, acompañado de su mujer Laura Vecino y su madre, Naty Abascal, también les acompañen hoy durante la ceremonia religiosa celebrada en la Iglesia de San Miguel. También lo harán otros aristócratas como los duques de Huéscar, los condes de Osorno y quizá algún representante de la familia real, con quien la familia Medinaceli guarda buena relación históricamente.