Es noticia
Menú
Amalia de Holanda: 'prisionera' en su país, pero dicharachera en el extranjero
  1. Casas Reales
Familia real de holanda

Amalia de Holanda: 'prisionera' en su país, pero dicharachera en el extranjero

La hija de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima sigue vigilada tras sufrir las amenazas de la mafia, pero eso no le impide disfrutar de una agenda de lo más viajera

Foto: Amalia de Holanda en el cumpleaños de Christian. (Reuters)
Amalia de Holanda en el cumpleaños de Christian. (Reuters)

Su presencia en Jerez para la boda de la duquesa de Medinaceli, y no precisamente de forma discreta, ha vuelto a poner el foco de la actualidad en la princesa Amalia de Holanda. La asistencia de la joven a este glamuroso evento lejos de su país, poco antes de participar en otro todavía más exclusivo en el cumpleaños de Christian de Dinamarca, no tendría nada de extraño si no chocara con la preocupante situación que sigue viviendo en los Países Bajos.

La heredera al trono lleva desde finales del año pasado bajo las amenazas de una peligrosa organización criminal que controla un tercio del tráfico de la cocaína en Europa. Se trata de la denominada Mocro Mafia, la división holandesa de la mafia marroquí, que en octubre de 2022 veía como se juzgaba a 17 de sus presuntos miembros en un complejo de alta seguridad a las afueras de Ámsterdam.

placeholder La princesa Amalia de Holanda en la preboda de la duquesa de Medinaceli. (Gtres)
La princesa Amalia de Holanda en la preboda de la duquesa de Medinaceli. (Gtres)

Entonces la princesa Amalia fue puesta bajo estricta protección tras recibir amenazas de asesinato y secuestro, viéndose obligada a abandonar su piso de estudiante, en Ámsterdam, y trasladarse a vivir de nuevo en el palacio real Huis ten Bosch de La Haya junto a sus padres, que tan solo abandona para ir a la universidad y siempre bajo fuerte escolta. La mafia holandesa de la droga también amenazó al ministro belga de Justicia, Vincent Van Quickenborne, que fue evacuado a un piso franco donde pasó varios días con su familia tras revelarse un posible secuestro en el que estaba implicado.

Los reyes de Holanda, durante una visita a Suecia, confirmaban poco después de trascender la noticia que su hija, estudiante de ciencias políticas y psicología en Ámsterdam, estaba bajo vigilancia. Aunque Guillermo Alejandro y Máxima no entraron en detalles al respecto, la información recibida por las autoridades tuvo "enormes consecuencias" para la joven, que dejó de poder llevar "una vida normal".

Pero esa vida normal que todavía no ha recuperado del todo en su país choca con la aparente libertad sin restricciones de la que goza Amalia cuando cruza las fronteras del pequeño estado del Benelux. Algo que comprobábamos pocos meses después de haber recibido estas graves amenazas a su integridad física, cuando debutaba en sus labores como heredera con su primera gira oficial en el Caribe.

La princesa realizaba en enero de este año una visita histórica a los territorios caribeños de la Corona holandesa, ya que este fue su primer viaje oficial desde que alcanzó la mayoría de edad. La primogénita de los reyes nunca había brindado representación en el extranjero previamente, a excepción de su presencia en la gala de cumpleaños de la princesa Ingrid Alexandra de Noruega en Oslo, en junio de 2022, cuando todavía no estaba en el punto de mira de la mafia.

placeholder La princesa Amalia de Holanda con su madre, Máxima de Holanda, en el banquete de la boda. (Getty)
La princesa Amalia de Holanda con su madre, Máxima de Holanda, en el banquete de la boda. (Getty)

A ese viaje le han sucedido muchos más en los últimos meses, donde ha alternado importantes citas oficiales con planes más personales, pero todos con el gran seguimiento mediático que atrae una princesa. Entre los primeros destacó su presencia, acompañada de su abuela, la princesa Beatriz, a la recepción celebrada en el palacio de Buckingham la víspera de la coronación del Carlos III y la reina Camila.

Más espectacular fue su look en el banquete de boda de Hussein de Jordania y Rajwa al Saif, donde lució un vestido largo en tonos rojos de Jan Taminiau, firma que suele vestir mucho su madre, y que conjuntó con la tiara del Pavo Real, una joya que pertenece a la Casa Real neerlandesa desde el año 1897.

placeholder La familia real holandesa en el Día del Príncipe. (Reuters)
La familia real holandesa en el Día del Príncipe. (Reuters)

El hecho de estar alerta ante posibles amenazas no ha impedido a Amalia participar en hasta cuatro actos oficiales en su país este año. En el primero de ellos, las mujeres de la familia real holandesa disfrutaban junto al monarca en el estadio Ahoy de Róterdam del tradicional concierto del Día del Rey, nombre que recibe la festividad nacional de los Países Bajos que se celebra el 27 de abril. Ese día, vestidos todos con vibrantes colores, volvimos a ver a Guillermo Alejandro y Máxima acompañados por Amalia y Ariane, sin la presencia esta vez de su hija mediana, Alexia. También pudimos ver a la princesa heredera en el tradicional posado veraniego de la familia real y en la celebración del emblemático Día del Príncipe que tuvo lugar el pasado mes de septiembre.

Pero Amalia no necesita tiara para pasárselo bien, como ha demostrado en sus escapadas más informales, muchas de ellas con destino a España, ya que es toda una enamorada de ciudades como Madrid o Sevilla. En la capital ha sido 'reincidente' más de una vez en los últimos meses. Tanto que vecinos y estudiantes de la zona contaban a Vanitatis que ya ven a la joven royal "como a una vecina más, que sale a pasear con su perrito, que compra por las tiendas de la zona".

Mientras continúa semiencerrada en Huis ten Bosch, desde donde, según la poca información que se tiene, ya que los holandeses son sumamente discretos con su familia real, viaja cada día a Ámsterdam para continuar con sus estudios, la princesa continúa soltándose la melena en citas como la Feria de Abril, que no ha querido perderse este año, tras cuatro ediciones sin pisarla.

placeholder Amalia de Holanda y Elisabeth de Bélgica en el cumpleaños de Christian de Dinamarca. (EFE)
Amalia de Holanda y Elisabeth de Bélgica en el cumpleaños de Christian de Dinamarca. (EFE)

Amalia de Orange volvía a vestirse de flamenca este 2023 de la mano de Fabiola, la misma diseñadora de la vez anterior, después de que en 2019 visitara la feria junto a Guillermo y Máxima, que quisieron mostrar a sus hijas el lugar donde nació su amor hace veinte años.

Otra ocasión que no se ha querido perder la princesa de Holanda, esta vez en compañía del rey Felipe y los príncipes Emmanuel y Eleonore de Bélgica, fue un exclusivo desfile de Armani plagado de estrellas que tuvo lugar en Venecia hace tan solo unas semanas. Ahora, en el mismo fin de semana, la hemos visto en la boda de la duquesa de Medinaceli en Jerez, y un día después en la fiesta de cumpleaños de Christian, con un vestido azul marino y la tiara de zafiros y diamantes.

Una demostración de que, al menos lejos de su país, Amalia puede vivir esa "vida normal" a la que aspira, eso sí, dentro de la normalidad que puede disfrutar una princesa heredera.

Su presencia en Jerez para la boda de la duquesa de Medinaceli, y no precisamente de forma discreta, ha vuelto a poner el foco de la actualidad en la princesa Amalia de Holanda. La asistencia de la joven a este glamuroso evento lejos de su país, poco antes de participar en otro todavía más exclusivo en el cumpleaños de Christian de Dinamarca, no tendría nada de extraño si no chocara con la preocupante situación que sigue viviendo en los Países Bajos.

Amalia de Holanda Máxima de Holanda
El redactor recomienda