La razón por la que Matilde de Bélgica no llevó tiara en la cena de gala con Portugal, según Palacio

Doble sorpresa la de la noche de este martes en Bélgica. Los reyes Felipe y Matilde ofrecieron en el palacio de Laeken una cena de gala en honor al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, quien se encuentra realizando una visita de Estado al país. Un viaje que ha sufrido modificaciones debido al atentado que un terrorista perpetró el pasado lunes en las calles de Bruselas, asesinando a dos ciudadanos suecos que habían viajado a la ciudad para disfrutar de un partido de fútbol.

La primera sorpresa fue ver a Matilde luciendo un vestido igual a otro que tiene su homóloga holandesa. La reina belga estrenó un vestido de la firma griega Costarellos que combina encaje con terciopelo en color verde azulado. El mismo modelo que Máxima de Holanda había lucido un año antes en su visita de Estado a Grecia. Queda claro, pues, que las dos reinas tienen un estilo muy similar, algo que ha quedado demostrado en numerosas ocasiones desde hace ya años.

La otra sorpresa fue ver a Matilde sin tiara. Habitualmente, en estas cenas de gala la reina corona su cabeza con alguna de las valiosas e históricas piezas del joyero real belga. No importa si el visitante forma parte de una monarquía o, como en este caso, una república como Portugal. Matilde tiene esa norma y la cumple a rajatabla. Sin embargo, en esta cena de gala hizo una excepción y ahora conocemos el motivo de esa decisión.

Según asegura el periodista Wim Dehandshutter de fuentes del palacio real belga, Matilde no llevó tiara debido, precisamente, al ataque terrorista. Consciente del momento tenso que atraviesa su país, que ha elevado la alerta terrorista al nivel 4, la reina prefirió no hacer ostentación de grandes joyas, obviando las tiaras, que siempre suelen convertirse en las protagonistas de los looks de gala de las royals.

Eso sí, quiso decorar su peinado, un elaborado moño, con un broche de diamantes. Llevaba, además, unos pendientes de perlas y diamantes. La reina, al igual que el rey Felipe, también lucía la banda y el collar que les concedió el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, de la Orden del Infante Enrique.

El ataque terrorista trastocó todos los planes de la visita de Estado. De hecho, cuando este sucedió, el rey se encontraba cenando con el presidente portugués, quien tenía intención de ir a dar un paseo por Bruselas, pero se le pidió que no lo hiciera por motivos de seguridad. Fue por esa misma causa que al día siguiente, con el inicio de la visita, se decidiera cambiar el escenario del recibimiento oficial. Y es que, normalmente, la ceremonia de bienvenida tiene lugar en la plaza de palacio; sin embargo, a causa del ataque se determinó que se llevara a cabo en el interior del histórico edificio.