Leonor, en datos

Leonor se suma así con entusiasmo a esa nueva generación de royals que está en proceso de ‘training’ en Europa. Herederos como Christian de Dinamarca, Amalia de Holanda o Elisabeth de Bélgica están dando sus primeros pasos en la vida pública mirándose de reojo unos a otros. Son inevitables las comparaciones, pero cada uno tiene sus propios retos. El de Leonor es convencer a la sociedad española de que será capaz algún día de representar de forma solvente a España. La aventura acaba de empezar.

La Princesa de Asturias debutó en la vida pública nada más nacer, pero durante su infancia vivió de una forma relativamente anónima. Fue tras la proclamación de su padre, el rey Felipe VI, cuando empezó paulatinamente a protagonizar algunos actos públicos, siempre junto a su hermana la infanta Sofía. El día 12 de Octubre, los Premios Princesa de Asturias o los Premios Princesa de Girona han sido el escenario habitual donde la heredera ha ido cogiendo altura en estas lides. Este año, tras su etapa galesa, la proyección de Leonor de Borbón ha pisado el acelerador. La Princesa ha participado en los corrillos del Día Nacional y está dando mucha visibilidad a su formación militar en la Academia General de Zaragoza. Es lo que muchos medios han llamado la ‘leonormanía’.

Desde hace ya unos años, hay un gran interés en todo lo que luce Leonor, y también su hermana, la infanta Sofía. Dignas herederas de su madre, la reina Letizia, ambas tienen estilos distintos, mientras que la Princesa de Asturias es más clásica vistiendo, quizás debido a su papel de heredera, la benjamina de la familia es más desenfadada. Si durante su infancia y el inicio de su adolescencia Leonor vestía casi siempre de la firma Nanos, y en los actos oficiales se elegían para ella diseños hechos a medida de la costurera de palacio, ahora eso ha cambiado totalmente.

La Princesa ha introducido en su armario numerosas firmas, algunas de ellas tan accesibles como Zara, Mango o H&M. Influenciada por su madre, le gusta dar visibilidad a marcas no tan conocidas, como es el caso de Dándara o Babbaki, consiguiendo que sean más conocidas. También la hemos visto luciendo piezas de grandes firmas internacionales, como Chanel o Bulgari. Eso sí, cabe recalcar que son ‘préstamos’ que le hace doña Letizia, quien cuenta con un vestidor más lujoso.

No hay mejor escaparate para una firma española que alguna de las mujeres de la familia real española luzca sus diseños, dado el interés mediático que despiertan. Conocedores de ello, doña Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía visten, sobre todo, moda ‘made in Spain’. En nuestro país hay muchas pequeñas empresas a las que un empujón como este les viene muy bien para abrirse al público. De ahí que el 75% de firmas que ha lucido la heredera tenga sello español. El otro 25% lo conforman marcas internacionales del estilo de la sueca & Other Stories, la británica Burberry o la francesa Maje.

Es un misterio cuándo reinará Leonor, pero sí podemos imaginar el panorama real europeo que habrá en esos momentos. Hay varios príncipes y princesas de la misma edad, o similar, a la Princesa de Asturias, por lo que es más probable que sean sus homólogos en el futuro. Hablamos de Amalia de Holanda, Elisabeth de Bélgica, Christian de Dinamarca e Ingrid Alexandra de Noruega.

En otro bando tenemos a otros herederos que son mayores que Leonor pero más jóvenes que Felipe VI, por lo que es posible que Leonor comparta reinado tanto con ellos como con sus hijos. Ellos son Guillermo y George de Gales, Victoria y Estelle de Suecia y Guillermo y Charles de Luxemburgo. Por su parte, Jacques de Mónaco, a pesar de ser el heredero titular más pequeño de Europa, tiene muchas posibilidades de ser coetáneo de Leonor, al tener su padre, el príncipe Alberto, 65 años.

En 2005 se vivió un auténtico baby boom real. Hubo un momento en el que (casi) todas las princesas herederas de aquel entonces, Letizia, Máxima, Mary, Mathilde y Mette-Marit, estuvieron embarazadas a la vez. La primera en dar a luz ese año fue Rania de Jordania. Los reyes hachemitas dieron la bienvenida el 30 de enero a su cuarto y último hijo, el príncipe Hashem. La siguiente en dar la bienvenida a su bebé fue Máxima de Holanda, el 26 de junio, una niña llamada Alexia. El siguiente príncipe en venir al mundo fue Emmanuel de Bélgica, el tercer vástago de Felipe y Matilde de los belgas, el 4 de octubre. Ese mismo mes, pero el día 15, Federico y Mary daban la bienvenida a su primer hijo y heredero, el príncipe Christian. Por último, el 3 de diciembre Mette-Marit daba a luz a su segundo hijo en común con Haakon, el príncipe Sverre Magnus.

Alexia de Holanda. Es la segunda hija de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima y se la considera como la más rebelde de sus hermanas. Además de tener en común con Leonor el año de su nacimiento -aunque ella nació el 26 de junio-, también estudió el Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College de Gales. Su debut en un acto institucional ha sido este año, cuando ha asistido al Prinsjesdag.

Sverre Magnus de Noruega. Es uno de los royals más jóvenes de la ‘generación Leonor’, ya que nació el 3 de diciembre. Es el segundo hijo de los príncipes herederos y en la actualidad, el tercero en la línea de sucesión al trono. Desde 2021, estudia en la Escuela Secundaria Superior Elvebakken en Oslo, siguiendo la línea de Tecnología de la Información y Producción de Medios.​

Emmanuel de Bélgica. Cumplió la mayoría de edad el pasado 4 de octubre y se ha convertido en el más discreto de los cuatro hijos de los reyes Felipe y Matilde de los belgas. Es, de todos, el royal con una educación más especial. Estaba previsto que siguiera los pasos de sus hermanos mayores, asistiendo al St John Berchman's College de Bruselas, pero un diagnóstico de dislexia en 2012 lo llevó a la Escuela Especial Eureka de Kessel-Lo, un centro especializado en alumnos superdotados con dislexia.

Hashem de Jordania. Es el hijo más pequeño de los reyes Abdalá y Rania, aunque ya empieza a tener bastante presencia institucional. De hecho, en la última visita que los reyes hachemitas realizaron a nuestro país, estuvieron acompañados de él. Además, fue el encargado de acompañar a su cuñada, la prometida del príncipe Hussein, hasta el altar el día de su boda.

Irene Urdangarin. Es prima paterna de la princesa Leonor, puesto que es la hija pequeña de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Actualmente, vive junto a su madre en Ginebra, donde realiza un voluntariado. Se graduó el pasado junio, reuniendo así a sus padres y a sus abuelos, provocando un esperado reencuentro tras el divorcio entre los que fueran duques de Palma.

Leah Isadora. Es la segunda hija de Marta Luisa de Noruega y el fallecido Ari Behn. Se dedica por entero al mundo de las redes sociales, convertida desde hace años en toda una influencer que comparte en Instagram, TikTok y YouTube sus trucos de maquillaje y sus rutinas de belleza. Hace más de un año, fichó por una conocida agencia de modelos, la misma que en su momento manejó la carrera profesional de Eva Sannum, quien fuera novia del rey Felipe. Este mismo año ha ganado el  Vixen Award a la influencer de belleza.

Luana de Orange-Nassau. Su nombre saltó tristemente a los titulares por la prematura muerte de su padre, el príncipe Friso de Orange. El segundo hijo de la entonces reina Beatriz de Holanda sufrió un accidente esquiando por el que estuvo en coma, falleciendo un año y medio después. Luana  no se encuentra en la línea de sucesión al trono de los Países Bajos, ya que Friso se casó con Mabel Wisse-Smit sin permiso parlamentario y renunciando a sus derechos dinásticos.

Nicolás y Aymeric. Son los hijos gemelos de Laurent y Claire de Bélgica, es decir, el hermano y la cuñada del actual rey de los belgas. Son, junto con la anterior, los más desconocidos de esta lista de royals de la generación Leonor, ya que sus padres no tienen un papel institucional y acuden a contados actos oficiales, como el Día Nacional. En los últimos años, se han visto eclipsados por las constantes polémicas de su padre, siempre protagonizando controvertidos titulares.

“Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”, reflexiona Lampedusa en ‘El Gatopardo’. Es una contradicción aparente que bien podría aplicarse a la Corona española. Con su entrada en la mayoría de edad y su jura de la Constitución Española, la Princesa de Asturias comienza el segundo acto de su vida pública con el reto de recuperar a los jóvenes para la causa sin desencantar a los viejos monárquicos. El viaje acaba de empezar.