¿Cómo te gusta más? Máxima de Holanda modifica este vestido de forma radical

Hemos vuelto a ver a la reina de los Países Bajos con un atuendo al que no le faltaba detalle. Un diseño de Natan, su firma fetiche, un tocado a modo de turbante, de esos que tanto le gustan, guantes... Elementos que siempre se nos vienen a la cabeza cuando pensamos en uno de sus estilismos. Pero esta vez hay mucho que analizar del último look de Máxima de Holanda, ya que es un vestido que ha customizado cinco años después.

La cita tenía lugar este martes en el Museo Stedelijk de Ámsterdam, donde se celebraba la presentación del Prix de Rome Visual Arts 2023, con la reina Máxima como invitada de excepción para poder conocer las obras ganadoras, que le llamaron la atención tanto como ella con su atuendo a los asistentes. Y es que aunque se trataba de un diseño que nos resultaba familiar, la argentina lo había modificado casi por completo.

Cuando pensamos en una prenda modificada -una tendencia muy habitual en las royals-, solemos imaginar pequeños detalles, como un escote más cerrado, un largo que se ha reducido o un lazo que se ha suprimido o sustituido. Pero Máxima lo ha hecho de forma radical, haciendo que el vestido customizado se convirtiera en el protagonista de la cita.

Ya lo ven, se trata de un diseño compuesto por una falda a cuadros, en tonos burdeos y amarillos, con la parte superior también en burdeos, de manga larga y los puños con una pequeña vuelta. Lo combinó con zapatos de Gianvito Rossi, cartera, tocado y guantes del mismo color, además de los pendientes, una de las piezas a las que más recurre la argentina para sus salidas públicas.

Pero si viajamos cinco años atrás en el tiempo, llegamos al día en el que estrenó este vestido de Natan. Y no podemos decir que el original pasara más desapercibido. En 2018 el diseño que lució Máxima por primera vez llevaba un corpiño de terciopelo, también en burdeos, pero en un tono algo más oscuro debido al tejido.

Ya en su momento el diseño fue más que comentado, por esa combinación a priori imposible de diferentes tejidos y estampado de cuadros al que Máxima parece haberse aficionado últimamente. Y no sabemos cuál fue el motivo para esconderlo en el armario, pero lo cierto es que hasta este mismo martes no habíamos vuelto a verlo, más de cinco años después de su estreno.

Pero lo que queda claro es que Máxima no estaba realmente cómoda con el vestido, por mucho que esté firmado por Natan, casa a la que la argentina es absolutamente fiel. Y mucho nos tememos que la incomodidad residía precisamente en esa parte superior del vestido que la reina de los Países Bajos no ha tenido ningún problema en eliminar de forma radical.

Así, la costurera de palacio ha quitado ese cuerpo de terciopelo que originalmente iba unido a la fada de cuadros y lo ha sustituido por una tela prácticamente con el mismo patrón, aunque algo más ligera que el caluroso terciopelo. Lo que no ha cambiado ha sido la forma de combinarlo, con todos los complementos en burdeos.

Los vestidos customizados, tendencia al alza en los armarios royals

Desde luego, ya no resulta nada sorprendente que reinas o princesas pidan que se modifiquen prendas de ropa. Son piezas de su gusto que o bien por el largo o bien por un escote o bien porque hay un detalle que no resulta perfecto, al final tienen que cambiar ligeramente.

De hecho, lo veíamos no hace mucho en la propia Máxima de Holanda, quien durante su viaje a Kenia lució una falda de su fondo de armario, pero algo más larga de lo que la habíamos visto en ocasiones anteriores. Lo hemos visto en Kate Middleton, añadiendo mangas a un vestido que no tenía, o en varias prendas de Letizia y sus dos hijas, entre otras. Una tendencia que responde a los nuevos tiempos y a esa apuesta por la moda circular y sostenible.