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La reina Margarita y el príncipe Christian salen al rescate de Federico, en plena crisis familiar
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CASA REAL DANESA

La reina Margarita y el príncipe Christian salen al rescate de Federico, en plena crisis familiar

El primogénito de Mary de Dinamarca y del príncipe heredero participará esta semana por primera vez en un Consejo de Estado. La reina, por su parte, ha tomado una decisión crucial e inaudita con la prensa

Foto: El príncipe Christian saluda desde Amalienborg, el día de su 18 cumpleaños y en presencia de su padre y de su abuela, la reina Margarita. (EFE EPA / Mads Claus Rasmussen)
El príncipe Christian saluda desde Amalienborg, el día de su 18 cumpleaños y en presencia de su padre y de su abuela, la reina Margarita. (EFE EPA / Mads Claus Rasmussen)

Pocas cosas hay que le gusten más a la reina Margarita de Dinamarca que una buena jornada de caza, hasta el punto de que la soberana presume de tener en su colección de palacio el ciervo que supuestamente causó la muerte del rey Christian V en el siglo XVII. La temporada, de octubre a enero, es uno de los momentos favoritos no solo de Margarita II, sino también del resto de los miembros de la familia real.

Varias veces al año la Casa Real invita a representantes de la comarca, del municipio y de la empresa a cazar junto a ellos y otros aficionados del entorno en los bosques estatales daneses. Una de estas citas destaca sobre las demás: la cacería real anual en los bosques de Gribskov, en la isla de Selandia, al este del país. Las piezas se muestran luego en el castillo de Fredensborg. Durante esta jornada, la lista de invitados incluye a muchas personas destacadas, entre ellas varios nobles daneses y extranjeros, así como personas muy ricas.

El año pasado, por poner un ejemplo, entre los invitados estaban el hombre más rico de Dinamarca, Anders Holch Povlsen, propietario de Bestseller y accionista de ASOS, el hijo de la princesa Benedikte, el príncipe Gustavo, así como el mayor terrateniente privado de Dinamarca, el multimillonario conde Bendt Wedell. Según el periodista Christoph Ellersgaard, "estas cacerías reales son una manera de invitar a algunas de las principales figuras de la sociedad, tanto a nivel local como nacional, al círculo íntimo de la casa real y darles así una especie de reconocimiento simbólico".

En esta ocasión la cita está prevista el 16 de noviembre, pero por primera vez en 15 años la prensa no podrá estar presente. Hasta la fecha, los medios daneses acudían a las cacerías para recibir (y comprobar in situ) la lista de ilustres participantes. Sin embargo, el tabloide danés 'BT' ha adelantado que este año no será así. Será la propia casa real la que tomará las fotos que luego distribuirá entre los medios. También les hará llegar una lista de participantes. Pero la prensa no tendrá acceso.

Según Ellersgaard, que ha investigado a la élite del poder en Dinamarca, estas cacerías son una oportunidad excelente para hacer 'networking' de altísimo nivel con la propia Casa Real. Por eso, la decisión de no dejar entrar a la prensa ha suscitado polémica en el país. "La Casa Real también desempeña una función en el Estado y es importante ser consciente de cuándo sus actividades tienen más que ver con esas relaciones personales que surgen cazando que con otras cuestiones". A los periodistas, según el medio danés, les ha resultado "extraño" el cierre del acceso de la prensa a esta jornada.

¿Tiene algo que ver esta decisión con el hecho de que Federico de Dinamarca esté en el ojo del huracán precisamente por una de esas amistades que conoció en un día de caza? Lo cierto es que este deporte es una de las debilidades más conocidas de la familia real danesa, que no cesa en mostrar su afición por esta actividad a pesar de las críticas que recibe año tras año en sus redes sociales cuando comparte los trofeos cobrados a lo largo del día en los preciosos bosques de la isla de Selandia.

Los ciervos u otros animales abatidos se exhiben en el patio de Fredensborg mientras Federico, vestido para la ocasión, pasea entre los cadáveres inspeccionando las piezas y escuchando el relato de los otros aficionados. Mientras, la decana de los reyes europeos, Margarita, admira la escena bien abrigada. La jornada suele acabar con un recuento de los trofeos y un brindis. La princesa Mary de Dinamarca suele también acompañar a la familia en estas jornadas, aunque en este caso no se sabe aún si asistirá. En 2016, los príncipes herederos hirieron la sensibilidad de muchos al presentarse en una de estas cacerías con sus mellizos, Vincent y Josephine, que en aquella época contaban apenas seis años.

Según el departamento de Comunicación de la Casa Real danesa, que estos días tiene mucho trabajo (escrito con ironía), la decisión no ha tenido nada que ver con el 'Genovevagate'. "Las oportunidades que tiene la prensa de cubrir estas cacerías anuales varían cada año. Este año, la prensa está invitada a cubrir las dos cacerías del Rey que tendrán lugar a finales de este mes en Jutlandia", defienden. Los medios señalan, sin embargo, que la categoría de los invitados a la cacería de Fredensborg no es comparable a la de las otras dos citas en Jutlandia.

placeholder El príncipe Christian recibe un beso de su abuela, la reina Margarita. (EFE)
El príncipe Christian recibe un beso de su abuela, la reina Margarita. (EFE)

También el príncipe Christian, que acaba de cumplir 18 años, le va a quitar algo de presión mediática a su padre esta semana. El joven tiene una cita importante en la agenda de actos por su mayoría de edad. Tal y como hizo la princesa Leonor hace unos días, este martes 14 de noviembre Christian asistirá por primera vez a un Consejo de Estado, una cita en la que declarará de forma solemne su lealtad a la Constitución del país. A partir de ese momento, Christian podrá actuar como Jefe de Estado en caso de ser necesario (si tanto su abuela como su padre están impedidos para hacerlo). Solo tendrá asiento permanente en el Consejo de Estado cuando se convierta en príncipe heredero.

Pocas cosas hay que le gusten más a la reina Margarita de Dinamarca que una buena jornada de caza, hasta el punto de que la soberana presume de tener en su colección de palacio el ciervo que supuestamente causó la muerte del rey Christian V en el siglo XVII. La temporada, de octubre a enero, es uno de los momentos favoritos no solo de Margarita II, sino también del resto de los miembros de la familia real.

Federico de Dinamarca Margarita de Dinamarca