Analizamos el lenguaje corporal de Sonsoles Ónega y la reina Letizia: consuelo y protección

La reina Letizia era la invitada inesperada en la reciente firma de libros de Sonsoles Ónega, en un momento pleno de cariño entre dos buenas amigas. El último volumen de la periodista y escritora, 'Las hijas de la criada', ha estado en boca de todos desde que se alzara con el codiciado Premio Planeta 2023 y también con su preciado millón de euros, la mayor dotación económica de un certamen literario en la actualidad. Pero también ha saltado a los titulares la furibunda crítica que la obra histórica recibía en el suplemento literario de 'El País'.

En esta difícil tesitura para la actual presentadora de 'Y ahora Sonsoles' se producía la visita por sorpresa de la esposa de Felipe VI mientras la autora del libro firmaba ejemplares en unos grandes almacenes de la capital. Según testigos presenciales, la asturiana esperó religiosamente y de forma muy discreta hasta 40 minutos de cola para que le llegara el turno de recibir su ejemplar dedicado. Un momento que hemos querido analizar con nuestro experto en comunicación no verbal, Cristian Salomoni.

Este, al igual que le ocurriera cuando analizó recientemente los reveladores gestos de Mary y Federico de Dinamarca tras las polémicas fotos junto a Genoveva Casanova, nos reconoce que sin saber nada de las críticas a Sonsoles Ónega, había "algo raro" en sus imágenes junto a doña Letizia.

"La comunicación no verbal, el abrazo, es totalmente diferente a la que se podría dar en una firma de libros similar", nos apunta. "Se nota que es mucho más que una visita amistosa para darle la enhorabuena o para tener simplemente un ejemplar dedicado".

"Si analizamos a Letizia, esta utiliza una comunicación no verbal para protegerla y consolarla, algo que podemos ver en numerosos gestos y en su comportamiento", relata sobre los momentos más destacados que compartieron ambas. "Primero cuando le coloca bien el pelo y se lo arregla", añade Salomoni, que lo interpreta como un gesto "para apaciguar tensiones".

Más detalles que le llaman la atención: la mano en la espalda, el agacharse para ponerse a su altura para hablar con ella o el momento en que la ayuda a levantarse cuando se abrazan por segunda vez. "Aquí vemos un abrazo prolongado e incluso envolvente, mucho más largo de lo que suele ser habitual, con el objeto de arropar y consolar", nos dice.

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C. V.

No se le escapan tampoco a nuestro experto las caricias en el hombro y en la espalda, algo que entra dentro de lo que se denomina como háptica, que en cuanto al lenguaje corporal de una persona, "comunica muchísimo". "Se trata del estudio del tacto y en comunicación no verbal se utiliza en infinidad de situaciones, así como en la psicología o la medicina. El tacto se ha demostrado que tiene un poder muy fuerte a nivel de la empatía, para consolar a una persona, para ayudarla, y se ve cuando hay un háptica para saludar a alguien o para hacerlo a este nivel, transmitiendo emociones positivas".

"La reina Letizia es madre, es periodista y sabe mucho de esto", añade Salomoni para justificar esta actitud, antes de reseñar que, no obstante, "es algo que le sale solo, ya que los seres humanos estamos programados para utilizar nuestra comunicación no verbal a favor de un objetivo, que en este caso es consolar a Sonsoles".

Analizando en contrapartida a la presentadora de 'Y ahora Sonsoles', reseña nuestro experto que "su lenguaje corporal no es el mismo que si la hubiera venido a ver una amiga corriente" e intuye que "seguramente ellas dos han hablado antes y sabe por lo que estará pasando".

Para Salomoni, lo que reflejan los gestos de la presentadora son de emoción, "pero de una emoción mixta, también con tristeza. No es una emoción de felicidad al cien por cien genuina, ya que es alguien que ha venido a consolarla. Se ve que hay sustrato de sentimientos negativos", nos revela para finalizar el análisis.