Isabella de Dinamarca y la ventaja de no ser la heredera al trono: una princesa tiktoker

En una semana en la que el príncipe Christian ha sido el protagonista de la familia real danesa en el plano institucional y sus padres lo han sido por la relación de amistad de Federico con Genoveva Casanova, ha salido a la palestra el nombre de otro miembro de la familia. Sin la presión de ser el segundo en la línea de sucesión, Isabella de Dinamarca disfruta de las ventajas de no ser la heredera al trono, precisamente en una semana de constante tormenta mediática e incesantes titulares.

Es algo común a las nuevas monarquías el querer que la generación venidera viva de vida de la forma más normal posible, dentro de lo que supone nacer entre los muros de palacio. Es el caso, por ejemplo, de los Reyes de Holanda, los reyes Felipe y Letizia, Matilde y Felipe de los belgas o, Federico y Mary de Dinamarca, todos ellos en edades adolescentes y consideradas algo conflictivas.

Y precisamente en esta semana agitada, con su hermano mayor estrenándose en un consejo de Estado y su padre en el ojo del huracán por esa cita en Madrid con la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo, ella ha hecho uso de esta ventaja que da no ser el heredero y no tener la presión de un futuro rey. ¿Cómo lo ha hecho? Participando en algunas coreografías, de esas que tan de moda están entre la llamada Gen Z para luego subirlas a redes como TikTok.

Por supuesto, Isabella no es nueva en este mundo digital, tan intrínseco en la vida de los adolescentes. Sorprendentemente, la segunda hija de Federico y Mary de Dinamarca se unió a Instagram en 2018, cuando solo contaba con 11 años. En esta red social, en la que tiene un perfil privado, cuenta con casi mil seguidores, una cifra bastante alta para tener solo dos publicaciones. Entre ellos, un nombre conocido, el de su primo mayor, Nicolás de Dinamarca.

En Tiktok, Isabella también tiene cuenta, igualmente privada. Aquí tiene menos seguidores y, de igual forma, ella sigue a muchas menos personas. Al ser un perfil cerrado, no podemos ver el número de publicaciones que ha hecho, pero presumimos que aquí es bastante más activa. No solo porque sea la red social de moda entre los jóvenes, sino porque sí se deja ver en los perfiles de sus amigas.

Buceando en Tiktok, nos hemos encontrado con infinidad de vídeos en los que aparece Isabella de Dinamarca, aunque al ser perfiles que pertenecen a menores de edad, como ella, no podemos enseñarlos. Pero sí les podemos contar que no se diferencian mucho a los de cualquier joven de su edad: un par o un grupo de amigas, música de fondo y movimientos coreográficos, sin que falte un buen contoneo de pecho y caderas.

En estas publicaciones escuchamos temas como 'SexyBack' de Justin Timberlake y Timbaland o canciones de Robert Thicke, con gran protagonismo para Britney Spears. No son artistas muy propios de su generación, pero está claro que solo unos segundos de sus creaciones son más que suficientes para que Isabella de Dinamarca y su panda de amigas inventen la coreografía adecuada para subirla a Tiktok.

Especialmente durante los últimos años, en plena adolescencia, Isabella de Dinamarca no ha tenido problema en mostrar en público su carácter, incluso en situaciones en las que sabía que todos los focos estaban puestos en ella y su familia. Y el uso libre de Tiktok y redes sociales -con los límites lógicos por ser una persona tan conocida- es una muestra más de su personalidad.

Isabella de Dinamarca no es la única: otras princesas tiktoker

Desde luego, esta imagen de la tercera en la línea de sucesión al trono danés no es muy habitual, dado que, por tradición, princesas y príncipes no suelen prodigarse en redes sociales, especialmente si pertenecen al núcleo duro, por decirlo así, de la institución. Sí es más normal cuando hablamos de otras royals, como Victoria Federica de Marichalar o Eloise van Orange, ambas sobrinas del rey Felipe y de Guillermo de Holanda, respectivamente, y que han hecho de las redes su modo de vida.

Pero, como decíamos, es mucho más peculiar tratándose de la nieta de la actual reina, más aún si hablamos de la hija de un rey, como es el caso de Alexia de Holanda. La segunda hija de Máxima y Guillermo Alejandro es uno de los ejemplos claros de cómo son las monarquías actuales, en las que los futuros titulares de los tronos reciben una educación muy diferente a la que los herederos recibían hace décadas.

Y en el caso de Alexia, sus padres siempre han hecho hincapié en que tanto ella como sus dos hermanas tuvieran una educación lo más normal posible y vivieran experiencias propias de su edad, con sus aciertos y sus errores. De hecho, se ha sabido que los miembros de su escolta tenían orden directa de Máxima y Guillermo de que no querían saber nada de lo que hacían sus hijas fuera de palacio.

En este contexto, tampoco es raro que la princesa Alexia, a pesar de ser la segunda en la línea de sucesión al trono, haya hecho cosas muy propias de su edad, pero quizá que atribuimos menos a una chica nacida entre los muros de un palacio. Y una de ellas es, precisamente, el uso de redes sociales, es también activa de una forma muy parecisa Isabella: perfiles cerrados pero numerosos vídeos en los de sus amigas, con coreografías, canciones y algún que otro gesto o palabra que ha sido, en el pasado, objeto de críticas.