La tendencia de 'ahorro' que siguen las royals y de la que fue pionera Mary de Dinamarca

Existe, desde hace unos meses, una tendencia generalizada entre las damas de la realeza que consiste en no estrenar tanta ropa. Eso significa menos gasto y también un mayor aprovechamiento de las piezas que ya guardan en su armario. Se desconoce a qué se debe este cambio, aunque la precursora de todo fue Mary de Dinamarca, quien, en lo que llevamos de año, apenas ha lucido prendas nuevas. La esposa del príncipe Federico, ahora de plena actualidad por sus fotos con Genoveva Casanova, encabeza la lista de las nuevas 'royals' ahorradoras.

Ya en 2019, durante una entrevista, la australiana habló acerca del sobreconsumo en moda y la necesidad de rebajarlo por un bien común. "Tenemos que trabajar juntos para crear un futuro sostenible. Creo que es la primera vez que se habla del hecho de que el futuro de la Tierra está en nuestras manos, en las de las generaciones actuales. El de la moda es uno de los sectores que más recursos consumen del mundo. La producción textil mundial es responsable del 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero", explicaba.

Y continuaba: "Entiendo perfectamente que mi entorno espere de mí que viva de acuerdo con lo que defiendo. Reconozco sin reservas que consumo gran cantidad de ropa, lo cual tiene que ver con mi vida, mi función y mi trabajo. Pero puedo mejorar y lo estoy intentando. Reciclo la ropa no solo para los actos oficiales, sino también en mi vida privada. Compro prendas vintage. Hago que me arreglen la ropa y la reinvento con muchas variantes. Algunos vestidos han pasado de largos a cortos o de tener manga larga a no tenerla. También combino y coordino, así que utilizo mi ropa de muchas maneras distintas. Guardo las prendas que creo que mis hijas heredarán algún día. Regalo mi ropa a personas que pueden aprovecharla y a organizaciones que procesan prendas recicladas. Lo mismo hago con la de mis hijas", relataba la princesa.

Tres años después de la entrevista, ese cambio y esa mejora es ya una realidad. De ser una de las princesas que más gastaban en ropa al año -de hecho, se la criticaba por su colección de zapatos y bolsos-, Mary ha pasado a estrenar lo justo y necesario. Tanto es así que desde que volvió de vacaciones en agosto ha llevado cuatro vestidos nuevos, unos pantalones y unos zapatos. Llamaron poderosamente la atención sus elecciones para la visita de Estado de don Felipe y doña Letizia a Dinamarca, durante la cual, de los cinco looks que lució, solo había una pieza nueva: un vestido negro que llevaba debajo de un abrigo verde repetido. Todo lo demás era de su fondo de armario.

Y ya que estamos con doña Letizia, vemos que la Reina de España también ha rebajado el número de estrenos. Siempre ha estado entre las que menos gasta en ropa de entre todas las royals, y una de las más concienciadas en repetir vestuario, como hizo hace unas semanas en la cena de gala en Christiansborg, para la que eligió un vestido de Varela que había estrenado en 2015 y lucido de nuevo en 2017. Asimismo, tanto en la jura de bandera de Leonor como en la jura de la Constitución optó por repetir y reciclar diseños.

Toca ahora hablar de Máxima de Holanda, una de las que suele estar en el top de 'derrochadoras' de ropa. Se nota que la argentina también se ha puesto las pilas en esto de no usar tantas piezas nuevas, y desde septiembre la hemos visto luciendo solo cuatro looks de estreno, uno de ellos muy comentado, pues fue el que eligió para el Prinsjesdag, en el que decidió romper la etiqueta con unos pantalones. En la visita de Estado a Sudáfrica y su posterior viaje a Kenia la vimos con un total de diez modelos, de los cuales solo uno, un vestido morado con estampado de cuadros y una gran flor en el hombro, era nuevo

Esta tendencia también ha llegado a Reino Unido, concretamente al armario de Kate Middleton, quien siempre se ha caracterizado por su estilo un tanto 'naíf' y sus múltiples estrenos. Sin embargo, la cosa ha cambiado radicalmente, y desde que volvió de sus vacaciones solo la vemos con trajes. No sabemos a qué se debe esta metamorfosis, hay teorías que señalan que la princesa de Gales quiere que se la tome más en serio por lo que hace que por lo que lleva, pero lo que es indudable es que algo ha cambiado.

De estrenar vestuario una vez por semana Kate ha pasado a repetir prendas que ya guardaba en su armario, dándoles una nueva vida. Lo veiamos, por ejemplo, este pasado fin de semana durante el Día del Recuerdo, dos actos para los que optó por vestuario que ya le conocíamos: un vestido de Emilia Wickstead para el concierto y una chaqueta de Catherine Walker de estilo militar para el homenaje.

Las que parecen, por ahora, reacias a esta tendencia son Matilde de Bélgica y Charlène de Mónaco, quienes siguien estrenando sin problemas. ¿Se sumarán pronto al método de sus homólogas?