Charlène destaca en la Fiesta Nacional de Mónaco, junto a los Grimaldi, con un total look rojo

Este domingo 19 de noviembre, los Grimaldi han vivido una de las jornadas más destacadas en Mónaco, donde se ha celebrado la tradicional fiesta nacional que reúne a la familia en distintos actos que comenzaron el sábado 18 de noviembre por la noche con unos fuegos artificiales iluminando el puerto de Mónaco y con un concierto.

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R. R.

A primera hora de la mañana del 19 de noviembre, Charlène, Alberto y su familia se reunían para acudir a una solemne misa de acción de gracias y un Te Deum celebrada por Mons. Dominique-Marie David, arzobispo de Mónaco, en la catedral de Nuestra Señora Inmaculada. El príncipe Alberto y su esposa asistieron a esta misa en compañía de las princesas Carolina y Estefanía de Mónaco. Dentro del templo ya les esperaban sus hijos con sus respectivas parejas. Más tarde se unieron todos en el patio principal del palacio principesco junto con los más pequeños de la familia.

Este año tampoco han faltado las hermanas de Alberto ni sus sobrinos. Pierre Casiraghi ha acudido acompañado de su esposa, Beatrice Borromeo, Andrea Casiraghi lo ha hecho con Tatiana Santo Domingo, Carlot Casiraghi, Alejandra de Hannover y Louis Ducruet, con su mujer Marie, y Pauline Ducruet y Camille Gottlieb. También han estado presentes, así como Gareth y Sean Wittstock, los hermanos de Charlène.

En 2022, Charlène acaparó las miradas con un largo estilismo blanco de Akris combinado con un suéter negro y guantes de cuero del mismo color. Este año, la princesa ha apostado por un total look en rojo (uno de los colores de la bandera monegasca) compuesto por un vestido, un abrigo de amplias solapas y cintura ceñida, tocado, guantes y botas. El mismo patriótico color ha elegido su sobrina política, Carlota casiraghi, quien, como embajadora de Chanel, ha lucido un traje tweed de chaqueta y minifalda.

Por su parte, Carolina ha escogido un dos piezas de tweed, de la firma Chanel, negro y con detalles brillantes que ha combinado con una pamela blanca, mientras que Estefanía se ha rendido al gris, luciendo un abrigo de este color combinado con zapatos planos de punta.

Tras la misa, los Grimaldi se han dirigido a la Corte de Honor del Palacio Príncipe, donde han asistido a la toma de armas y luego a la ceremonia de entrega de medallas y a un desfile militar en la plaza del palacio.

En el balcón, Charlène y Alberto se han reunido con sus hijos, los pequeños de 8 años Jacques y Gabriella, el primero vestido con uniforme y la segunda con un estilismo y tocado en azul marino. Los dos hermanos se han mostrado curiosos y atentos a todo lo que sucedía.

A las seis de la tarde, la fiesta continuará en el escenario del Espace Léo Ferré, con la cantante Anna Chedid (más conocida como Nach) al piano. Una hora después se espera que la familia principesca asista a una gala en la Sala de los Príncipes del Foro Grimaldi para disfrutar de la ópera ‘Caruso en Mónaco’.

La fiesta nacional de Mónaco es una celebración que se remonta al año 1857, el segundo año de reinado del príncipe Carlos III de Mónaco y momento en el que la ciudad se convierte verdaderamente en un estado independiente. Es por ello que el príncipe Carlos III decidió, mediante esta celebración, fortalecer el sentimiento nacional de los monegascos.