Irene Urdangarin planea volver a instalarse en Zarzuela en diciembre

Irene Urdangarin ya está de vuelta en Ginebra. La única hija de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha pasado casi un mes en Madrid, a donde vino para estar con su abuela, la reina Sofía, y prepararse para el examen del carnet de conducir. Todo este tiempo madrileño, Irene se ha instalado en el Palacio de la Zarzuela, tal como adelantó Vanitatis, hasta que ha pasado su primer examen teórico para sacarse el permiso.

Una vez terminado este proceso, ha vuelto a Ginebra con su madre que, como dicen desde su familia, “es donde tiene que estar”. Con todo, la joven Urdangarin volverá a España en pocas semanas para seguir con el proceso de sacarse el carnet de conducir. Se apuntó en una autoescuela de Madrid y los exámenes los realiza en Móstoles, como hicieron sus hermanos Juan y Miguel.

La insistencia de su familia en el carnet de conducir no es baladí. Consideran que es básico que lo consiga en este momento porque tiene previsto irse de viaje de cooperación internacional entre enero y febrero de 2024 a mucho tardar y “tener el carnet es fundamental para llevar a cabo su proyecto”, en opinión de la familia.

Conducir para ser cooperante

La pequeña de los Urdangarin de Borbón trabajará como voluntaria en un país del llamado tercer mundo y hacerlo sin poder conducir no parece la mejor opción. Poder ir al volante es necesario si tenemos en cuenta que se puede encontrar con una urgencia y su figura “no puede ser un lastre para su equipo, sino que tiene que ser un activo”, añaden las mismas fuentes.

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Es ese el principal motivo por el que la familia la presiona para que obtenga el permiso de conducir. Aunque no es el único. Irene había conseguido pasar las pruebas de acceso -así insisten desde la familia, que desmienten categóricamente que no accediera- a la mejor escuela de hostelería del mundo, en Lausana, y a finales de verano decidió aplazar sus estudios ‘sine die’.

La familia asumió su decisión con cierto desánimo porque Irene había conseguido remontar en sus estudios; por eso, que se imponga una nueva tarea como la del carné es fundamental para ellos. La joven siempre fue una alumna brillante, con un buen expediente académico, y en los últimos meses todo cambió. “La separación de las padres la ha afectado mucho, como suele suceder a todos los jóvenes de su edad, y sus notas se resintieron”, señalan.

Fuera de Europa

Ahora está en el proceso de formarse e informarse como voluntaria, algo que hace en las oficinas de la Cruz Roja en Ginebra. Allí estuvo yendo antes de ir a Madrid y allí ha vuelto estos días, todo para prepararse de cara a su voluntariado internacional. Este gran viaje, cuyo destino la familia pide que no desvelemos para proteger su privacidad, empezará a principios del año que viene y podría alargarse todo un año.

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Antes, dicen las mismas fuentes de forma insistente, se tiene que sacar el carnet de conducir. Así que en diciembre estará de vuelta en la capital, en el Palacio de la Zarzuela de nuevo, y ya se quedará para las fiestas navideñas.

Con su prima Vic

En Madrid la joven Urdangarin se siente muy cómoda, tiene grandes amigas y también algún amigo del que está muy pendiente. Y, sobre todo, cuenta con la presencia de su prima Victoria de Marichalar, con quien la hemos visto en varias ocasiones. Este mismo miércoles las revistas publicaban unas fotografías de ambas paseando, felices y contentas, porque además de primas son muy amigas, casi como hermanas. Les gusta compartir sus momentos de ocio juntas, un hecho que además sus madres, las infantas Elena y Cristina, aprueban y ven con satisfacción.

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Siempre fue así. Los Urdangarin y los Marichalar son unos primos muy bien avenidos, que se juntan cada vez que pueden y que comparten intimidad de forma inimaginable. Porque los primos han llegado a vivir juntos durante cortos periodos de tiempo, tanto en Madrid como en Barcelona y más tarde en Ginebra, y su unión, señalan quienes más les conocen, es inquebrantable.

Su madre, lejos

Así, la presencia de Irene en la capital ha supuesto una alegría para su prima Victoria, que le ha enseñado sus rincones favoritos y le ha presentado a muchos de sus amigos. Juntas han aprovechado el tiempo y volverán a hacerlo en breve, porque Irene está a punto de volver pese a haberse marchado hace tan solo unos días.

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Su estancia en Madrid coincidirá además con una agenda laboral apretada de su madre. La infanta Cristina tiene una gira por países de Europa durante estas semanas y el año que viene viajará a países fuera del continente. Así pues, Irene, la única de sus cuatro hijos con quien todavía comparte casa, estará con su abuela la reina Sofía mientras su madre se ausenta.