La princesa Charlène (en modo mami) y Carolina de Mónaco, dos cuñadas bien avenidas

Después de mucho tiempo ausente de la vida pública del pequeño país del Mediterráneo, la princesa Charlène está intensificando últimamente sus apariciones, y lo hace además luciendo looks de lo más colorido y diciendo adiós en la mayoría de las ocasiones al lúgubre color negro que predominaba en sus outfits. Esta vez, en cambio, ha vuelto a optar por vestir de color oscuro, aunque matizado por un llamativo abrigo color camel, en un evento de lo más familiar y por una buena causa.

Lo ha hecho sin la presencia en esta ocasión del príncipe Alberto, pero con la compañía de sus dos hijos, los principitos Jacques y Gabriella, y de su cuñada la princesa Carolina, que posaba al lado de su nieto Balthazar, el benjamín de Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, que tiene cuatro años.

No es muy habitual ver a Charlène y a Carolina en un evento sin que estén acompañados de algún miembro más de la familia Grimaldi, pero ambas cuñadas se mostraron bien avenidas en unas imágenes que compartía en redes la cuenta oficial de Instagram del Palais Princier de Mónaco. El motivo era la celebración del Día Internacional de los Derechos del Niño que se celebró en el parque Princesa Antonieta, que se encuentra en el bulevar del jardín exótico de Mónaco.

Ambas royals participaron junto a los niños en las diversas animaciones que organizó la Dirección de Educación Nacional, Juventud y Deportes del Principado. Precisamente sobre sus propios hijos hablaba Charlène junto a su marido en una entrevista reciente para 'Monaco Matin'.

Conscientes del interés mediático que los dos hermanos generan, Charlène y Alberto tratan de exponer con prudencia a sus retoños y de compaginar de la mejor manera posible su función como padres de dos niños cuyo papel es fundamental dentro de la institución. "Somos especialmente cuidadosos en cómo acercarlos poco a poco a estas obligaciones, no exponerlos mucho cuando aún son demasiado jóvenes", confesaban.

Pero no ha sido esta la única aparición de la antigua nadadora olímpica en un evento relacionado con los más pequeños. Pocas horas antes de unirse a la princesa de Hannover, afrontaba en solitario una actividad muy cercana a su corazón: un taller de sensibilización sobre ahogamientos dirigido a los jóvenes del principado. Charlène se reunió con alumnos de primer curso de primaria; en total, 334 niños recibieron una clase de prevención supervisada por la royal, en el marco del compromiso con su Fundación Princesa Charlène.

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La sudafricana asistió en primera fila, en el Foro Grimaldi, a las demostraciones de primeros auxilios y a la presentación del material que se utilizará en caso de accidente. En las redes sociales de la fundación se publicaban varias fotos de la jornada, en las que se puede ver a la princesa rodeada de niños. La esposa del príncipe Alberto participa de manera habitual en cuestiones de seguridad acuática, organizando actividades y jornadas de formación. De este modo, el pasado mes de abril, no dudaba en ponerse el traje de neopreno para participar en varios ejercicios de salvamento, siempre dirigidos a un público infantil y juvenil.

Estas actividades con los jóvenes se unen a compromisos más formales como el que vivía hace tan solo unos días en la celebración del Día Nacional de Mónaco. Junto al resto de la familia Grimaldi, Charlène participó en los festejos acompañada de sus dos hijos, con los que coordinó su atuendo. Esa misma noche, en compañía de Carolina de Mónaco y de su hija menor, la princesa Alexandra de Hannover, majestuosa con un largo vestido de noche, asistió a un baile que puso el broche final a la jornada de celebraciones nacionales.