Meghan y Harry: excluidos de la gran boda del duque de Westminster, padrino de su hijo Archie

En lo que los medios británicos están calificando como todo un "desplante royal", el príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, habrían sido excluidos de la boda de su buen amigo Hugh Grosvenor, el multimillonario duque de Westminster. El aristócrata, padrino al mismo tiempo de los príncipes George y Archie, sí ha incluido a Carlos III y a la reina Camila, además de a Kate Middleton y al príncipe Guillermo, en la ilustre lista de asistentes a la ceremonia que tendrá lugar el próximo 7 de junio en la catedral de Chester (Inglaterra).

Según publica 'The Times', en un principio Grosvenor quería invitar a los Sussex, pero luego decidió no hacerlo al darse cuenta de que su presencia podría eclipsar sus nupcias con Olivia Henson, de 30 años. Al parecer, el novio no estaba dispuesto a que "nada ensombreciera el día", sobre todo teniendo en cuenta que se prevé que el futuro rey de Inglaterra sea el padrino de la boda.

Un amigo de los hijos del monarca aseguró a este medio que "es increíblemente triste haber llegado a este punto. Hugh es uno de los pocos amigos íntimos de Guillermo y Harry que ha mantenido fuertes lazos y una línea de comunicación con ambos. Desea que puedan ponerse de acuerdo y arreglar las cosas, pero se da cuenta de que es poco probable que ocurra antes de la boda. Quería evitar que nada ensombreciera el día, especialmente para Olivia, y no quiere ninguna incomodidad".

Poco después de surgir esta noticia, un portavoz del duque de Westminster dijo: "No estamos en posición de comentar la lista de invitados". Hay que recordar que Harry y Meghan sí invitaron en su día a Hugh a su propia boda, que tuvo lugar en 2018 y a la que acudió junto a Charlie van Straubenzee.

Considerado como uno de los hombres más ricos del Reino Unido, Hugh Grosvenor se comprometió con Henson a principios de la pasada primavera. El aristócrata, de 32 años, se hizo cargo de la enorme fortuna de su familia y de sus extensas propiedades cuando su padre, Gerald, murió en 2016 después de sufrir un ataque al corazón. Grosvenor Group posee un gran número de residencias en las exclusivas áreas de Mayfair y Belgravia de Londres y la mayor finca cinegética española, por citar tan solo algunos de sus activos. El joven saltaba también a los titulares hace unos días debido al robo de unos valiosos relojes que sufría en su mansión.

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Considerado como parte del círculo íntimo de la familia real británica, el duque también se ha visto envuelto de forma tangencial en el escándalo de racismo que ha vuelto a estallar esta semana tras la publicación del segundo libro de Omid Scobie, 'Endgame'. Los ejemplares fueron retirados de las estanterías en los Países Bajos después de que se descubriera que la traducción holandesa mencionaba al rey Carlos y a la princesa de Gales como dos royals que supuestamente habían expresado "preocupación" por el color de la piel de Archie antes de su nacimiento.

'Endgame' afirma que los nombres salieron a la luz en cartas intercambiadas entre la duquesa de Sussex y su suegro. Las afirmaciones se hicieron inicialmente contra un miembro de la realeza de alto rango en la explosiva entrevista de Harry y Meghan con Oprah Winfrey en 2021, pero la pareja se negó a nombrar a la persona supuestamente detrás de los comentarios, temiendo que la reacción fuera "demasiado perjudicial para ellos".

Harry y Meghan aún no han roto su silencio sobre este delicado asunto, sobre el que sí ha respondido el autor del libro. En su entrevista la semana pasada en el programa inglés 'This Morning', Scobie afirmó que nunca había escrito dichos nombres y negó que se tratara de una maniobra publicitaria para vender más ejemplares.

Más tarde declaró al programa 'Newsnight' de la BBC Two que se estaba llevando a cabo una "investigación exhaustiva" para descubrir cómo se habían incluido los nombres en la traducción, algo que ya había sido descartado por la editorial holandesa.

La propia traductora de 'Endgame', Saskia Peeters, que ya trabajó en el último libro de Scobie, refutó las afirmaciones de que había añadido los nombres de los dos miembros de la realeza en la traducción al neerlandés por iniciativa propia, a pesar de que la versión inglesa los había omitido. "Como traductora, traduzco lo que tengo delante", explicó al 'Daily Mail'. "Los nombres de los royals estaban en blanco y negro. No los añadí. Me limité a hacer aquello para lo que me pagaban, que era traducir el libro del inglés al neerlandés".