Matilde de Bélgica brilla en el banquete de Estado en Alemania con una tiara modificada y un vestido 'off-shoulder' reciclado

Tal y como se encontraba anunciado desde hace apenas diez días, Felipe y Matilde de Bélgica han iniciado esta misma mañana de martes, 5 de diciembre, su visita de Estado a Alemania, la primera que la pareja realiza al país vecino desde que fuesen nombrados reyes hace casi una década. Bajo el objetivo de honrar las "diversas conexiones entre ambos países", la agenda de tres días de los royals, que les llevará desde Berlín hasta Dresde, ha arrancado con un ritmo frenético.

A primera hora, el matrimonio ha desembarcado en el aeropuerto de la capital, donde han sido recibidos por el presidente federal Frank-Walter Steinmeier y la primera dama Elke Büdenbender. Posteriormente, también han visitado la Puerta de Brandeburgo y se han reunido con distintas autoridades germanas, entre ellas el alcalde de la ciudad. No obstante, la guinda del pastel ha llegado de la mano de un banquete celebrado en el palacio de Bellevue, donde, como era de esperar, la royal europea ha destacado por su elección estilística sobre un fondo gélido y completamente nevado en el exterior.

Cumpliendo con la etiqueta de gala, también cumplida por el resto de autoridades allí presentes, entre las que ha destacado la presencia de Manuela Schwesig, presidenta del Consejo Federal, o la ministra Hadja Lahbib, Matilde de Bélgica ha posado en el salón Louise del edificio con un diseño reciclado de Armani Privé, el cual estrenó en 2018 durante la cena de la visita de Estado de Emmanuel y Brigitte Macron a su país.

Concretamente, se trata de una pieza larga, confeccionada en terciopelo de tonalidad burdeos, con un marcado escote corazón, manga larga y falda de corte sirena con sutil cola, inspirada en el glamour del Old Hollywood. Por ello, ha sido accesorizada con un chal a conjunto del mismo material, pero forrado en su interior por un tejido satinado.

A su vez, la otra principal protagonista de la velada ha sido la tiara seleccionada: la tiara del Imperio Belga, también conocida como la de las Nueve Provincias. Esta pieza, la cual es considerada la más importante de su joyero y fue la primera lucida por la royal al ser nombrada reina, consiste en una base de 'bandeau' de diamantes en forma laberíntica con parte superior extraíble de 11 puntas, que ha sido suprimida para la velada. Su origen se remonta a 1926, ya que fue el regalo de bodas de los ciudadanos de la nación a la princesa Astrid de Suecia durante su enlace con el rey Leopoldo III de Bélgica.

Por último, la esposa de Felipe ha querido completar su apuesta 'fashion' con un sofisticado conjunto de pendientes de base botón y efecto cascada mediante finos flecos y collar estilo corbata completamente realizados en diamantes. Estos fueron vistos sobre ella en el 18 cumpleaños de la princesa Ingrid de Noruega.

Fiel a su estilo

De esta manera, Matilde ha vuelto a hacer gala de su estilo clásico y minimalista, que, en ocasiones, ha llegado ser tachado de anodino por los expertos. Una demostración la encontramos en sus últimas apariciones de largo de la belga, quien destacó en la gala del 10º aniversario de reinado en el Centro de Bellas Artes de Bruselas con un modelo largo recto de manga francesa y silueta fluida con detalle chic de cuello lazada de lentejuelas, firmado por Armani.

A su vez, en su última cita de gala, la cual se celebró en el palacio de Laeken con el presidente portugués, Marcelo Rebelo da Sousa, la esposa de Felipe de Bélgica le copió un vestido a su coetánea Máxima de Holanda.

Concretamente, se trataba de una pieza de Christos Costarellos, confeccionada en franjas en terciopelo y guipur de tonalidades negra y verde pato, destacada por su construcción sofisticada a través de un cuello alto con manga francesa en parte superior ceñida y falda larga de silueta acampanada.