El gesto de Meghan Markle que muestra su apoyo a Carlos III en plena polémica

Meghan Markle ha sido vista en público por primera vez desde la controvertida publicación del último libro de Omid Scobie, 'Endgame'. Con todos los ojos puestos en ella y el príncipe Harry desde que el polémico autor acusara de racismo a Carlos III y a Kate Middleton –al menos en la traducción holandesa de su obra–, la duquesa de Sussex aparecía sonriente y con aspecto relajado mientras paseaba por Santa Bárbara, en California.

"¿Sin preocupaciones?". Así titulaba el 'Daily Mail', un medio tradicionalmente muy poco afín a la antigua protagonista de 'Suits', las fotos de Meghan Markle durante "un paseo en el que parecía no importarle nada el furor que ha causado el escándalo racista en Inglaterra". La royal fue vista a pocos kilómetros de su mansión de Montecito, aparentemente en dirección al gimnasio, mientras lucía unos cómodos leggings negros, una camiseta negra de manga larga y una gorra de béisbol verde. Además llevaba un par de zapatillas New Balance 327 de 100 euros y sus gafas de sol Krewe favoritas, que cuestan unos 300 euros.

Pero el look 'casual' de Meghan no ha sido óbice ni cortapisa para que luciera un gran despliegue de joyas, que incluían el brazalete y el reloj Cartier de la princesa Diana. Pero también, en lo que puede interpretarse como un gesto de apoyo a Carlos III, una valiosa pulsera de diamantes Bentley & Skinner, que fue un regalo de su suegro.

A 8.000 kilómetros de distancia del lugar donde se tomaron las imágenes, la disputa real provocada por el libro de su antiguo aliado no cesa, con informaciones que aseguran que Carlos III estaría "devastado" por las revelaciones hechas en 'Endgame'.

Omid Scobie, considerado en su día el portavoz oficioso de la pareja, sigue luchando por limpiar su imagen y superar las consecuencias de su último libro. En un borrador inicial, entregado a traductores holandeses, se nombraba a los dos altos miembros de la familia real –el monarca y la princesa de Gales– que, según Meghan Markle, le habían transmitido sus "preocupaciones" sobre el color de la piel de su hijo Archie, mientras ella estaba embarazada.

Markle mencionó por primera vez esta conversación en su entrevista televisada con Oprah Winfrey, en marzo de 2021. Winfrey reaccionó horrorizada entonces a la versión de los hechos de Markle y las acusaciones desencadenaron una caza a "los racistas reales" en el Reino Unido. Los Sussex se vieron en aquel momento obligados a emitir un comunicado en el que afirmaban que no se trataba de la difunta reina ni de su marido, el príncipe Felipe, pero se han negado desde entonces a nombrar a los miembros de la familia real que hicieron los comentarios.

El presentador Piers Morgan tomó la decisión de nombrar a la pareja en su programa 'TalkTV' el pasado miércoles, afirmando que el público británico tenía derecho a saberlo, ya que los lectores holandeses conocían sus identidades. Más tarde, la traductora de la edición holandesa del libro aseguró que "los nombres de los miembros de la realeza estaban en blanco y negro. Yo no los añadí. Me limité a hacer aquello por lo que me pagaban: traducir el libro del inglés al neerlandés".

El propio Omid Scobie ha negado que todo este escándalo sea una maniobra publicitaria para vender más ejemplares y se ha defendido afirmando que "se trata de información que no solo me pertenece a mí, los periodistas conocen esos nombres desde hace mucho tiempo", pero insiste en que "nunca he presentado un libro en el que aparecieran sus nombres, así que solo puedo hablar de mi versión". Mientras tanto, el Palacio de Buckingham y el de Kensington están considerando emprender acciones legales contra él.