Iñaki y Pablo Urdangarin: padre e hijo, cómplices ante el inminente divorcio

La estrecha relación entre Iñaki Urdangarin y su hijo Pablo ha quedado plasmada en imágenes en multitud de ocasiones.

Pablo practica el mismo deporte en el que destacó su padre y este suele acudir a los partidos en los que juega su hijo. Al último, disputado este pasado sábado 16 de diciembre, tampoco ha faltado.

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R. R.

El Granollers, el actual equipo de Pablo Urdangarin, ha disputado la semifinal de la Copa de España frente al BM Barcelona, su exequipo.

Aunque finalmente el hijo de la infanta Cristina y sus compañeros han perdido el encuentro, Iñaki Urdangarin se ha mostrado muy cariñoso y cómplice con el joven. Vestido con unos vaqueros, un jersey gris y una bufanda, desde la grada ha seguido atento todas las jugadas y no ha dudado en bajar hasta el terreno de juego una vez finalizado el encuentro para mostrarle a Pablo su orgullo dándole un abrazo y un beso. Ambos han conversado un rato, seguramente comentando algunas de las jugadas que se han llevado a cabo durante el partido.

Estas imágenes de padre e hijo juntos y relajados se producen en la misma semana que hemos sabido que el acuerdo de divorcio de Urdangarin y la infanta Cristina ya está, por fin, firmado y que un comunicado conjunto será emitido en breve, tal y como desveló Vanitatis.

Para Iñaki, el fin formal y sobre el papel de su matrimonio supone una carta de libertad. Una vez desvinculado de la familia real, podrá pasar a un ansiado segundo plano mediático y vivir con más serenidad su noviazgo con su actual pareja, Ainhoa Armentia. Los últimos años no han sido fáciles para él, con su ingreso en prisión, su ruptura matrimonial y el inicio de una nueva relación. Demasiado tiempo en el centro de la noticia por motivos nada agradables. Con este comunicado se pondría fin a una etapa complicada y se abriría la puerta a una nueva vida y a un periodo de más normalidad y calma.

El encuentro de Pablo con su padre también se ha producido poco tiempo después de que el joven cumpliera 23 años el pasado 6 de diciembre, una fecha que celebró sin su novia, Johanna Zott, que aunque tenía pensado viajar a Barcelona, tuvo que cancelar su viaje a última hora y no pudo estar en la ciudad. Sí recibió ese día tan señalado la visita sorpresa de su madre.

Pablo celebró el cumpleaños con amigos y familiares, pero sobre todo centrado en una carrera deportiva que su padre sigue muy de cerca, disfrutando de cada encuentro disputado por el hijo que ha decidido seguir sus pasos.