Don Felipe y doña Letizia se acercan a su familia, pero con dos límites muy marcados

El tiempo va curando las heridas, y enemistades que antes parecían eternas poco a poco van cediendo, sobre todo si se trata del núcleo familiar. No hay que olvidar que, además de la representación constitucional, en el caso del Rey, e institucional, en el de la familia real, los Borbón son una familia más, y así lo demostraron este jueves en una fecha tan redonda como el 60 cumpleaños de la infanta Elena. La primogénita de los Reyes eméritos cumplió seis décadas y para conmemorar dicha efeméride consiguió reunir a sus padres, hijos, hermanos e incluso algunos primos.

La duquesa de Lugo eligió un restaurante de la zona de Chamartín de Madrid, el Pabú, al que poco a poco fueron llegando todos los invitados, entre ellos don Felipe y doña Letizia, quienes posaron sonrientes antes de acceder al local. Hicieron lo propio Froilán, Victoria Federica, la reina Sofía, la infanta Cristina junto a Irene, Pablo y Juan Urdangarin, la princesa Irene, Alexia de Grecia y don Juan Carlos, quien viajó expresamente desde Abu Dabi, donde reside, para no faltar en un día tan especial para su hija mayor, a la que está muy unido.

Estos mismos invitados, junto a unas decenas más, se veían también las caras el pasado 31 de octubre, durante la fiesta del 18 cumpleaños de la princesa Leonor, que tuvo lugar en el Palacio Real de El Pardo. En un gesto de buena voluntad por parte de don Felipe, quien quiere distender la situación familiar, el Rey decidió invitar a la celebración a su padre y a sus hermanas, a pesar de que la relación que existe no es 100% buena.

Sin embargo, y a pesar de que poco a poco todo se va normalizando, y buena prueba de ello son estos dos eventos, inimaginables hace apenas un año, el monarca tiene claro cuáles son los dos límites que no quiere traspasar, y tienen que ver con su padre. Una de esas líneas es el no aparecer en ninguna fotografía junto a él. No importa que se sepa que están en el mismo lugar, como ocurrió este miércoles en el restaurante Pabú, pero no quiere que exista ninguna instantánea suya al lado de don Juan Carlos.

De hecho, para evitar cualquier problema, se decidió que no se compartiera ni una sola imagen del cumpleaños de la princesa Leonor, a pesar de la constante petición de la prensa. Poco más de un mes después, el Rey ha querido evitar de nuevo la fotografía con su padre, siendo uno de los primeros invitados en llegar, junto a doña Letizia, y abandonando el local en primer lugar, también acompañado únicamente por su mujer.

Quienes sí posaron juntos para los medios fueron don Juan Carlos y la infanta Elena. La cumpleañera despidió a su padre con una reverencia, demostrando su sintonía con él, quien le hizo una cruz a su primogénita en la frente, un gesto que ella le devolvió y que también hemos visto entre otros miembros de la familia, como la infanta Cristina y sus hijos.

Volviendo a don Felipe y las dos líneas que no quiere ni va a traspasar está el que don Juan Carlos siga residiendo en Abu Dabi. El emérito no puede cambiar su residencia fiscal a España, porque en ese momento tendría que dar cuenta a la Agencia Tributaria Española y justificar sus ingresos y patrimonio.

Por lo que, a pesar de esta distensión que existe actualmente entre los Borbón, y que tan feliz hace a la reina Sofía, Felipe VI tiene las cosas muy claras. El tiempo ha serenado los ánimos y el monarca no quiere ahondar en las diferencias con sus hermanas.

Según cuentan personas cercanas al Rey, Felipe VI es una persona conciliadora, y precisamente la unión familiar era un reto que se le presentaba desde su proclamación en junio de 2014, aunque se le fue complicando con el paso de los años, sobre todo en 2020, cuando don Juan Carlos se exilió a los Emiratos Árabes debido a sus problemas judiciales.

Ahora, con las aguas más mansas, pueden volver a disfrutar de encuentros familiares, eso sí, siempre que se cumplan esas dos normas del Rey.