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El comentado gesto de despedida de la infanta Elena y el rey Juan Carlos: su origen y qué significa
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ANÉCDOTA ROYAL

El comentado gesto de despedida de la infanta Elena y el rey Juan Carlos: su origen y qué significa

Cuando la Infanta y el emérito salieron del restaurante en el que celebraron el 60 cumpleaños de doña Elena, protagonizaron una curiosa despedida. Esto es lo que significa

Foto: Juan Carlos I y la infanta Elena, a su salida de la comida con motivo del 60 cumpleaños de esta. (EFE/Javier Lizón)
Juan Carlos I y la infanta Elena, a su salida de la comida con motivo del 60 cumpleaños de esta. (EFE/Javier Lizón)
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Más allá de los sesenta años que celebró este miércoles la infanta Elena, fueron muchos los protagonistas indirectos de esta celebración. Los más obvios, la presencia de los reyes Felipe y Letizia en la comida en la que también participó el rey emérito, don Juan Carlos, y que sirvieron como demostración pública de la unidad familiar.

Sin embargo, unas imágenes de la despedida entre la Infanta y su padre consiguieron acaparar las fotografías de los paparazzi. Un comentado gesto de despedida de la infanta Elena y el rey Juan Carlos que, aunque no es ajeno entre padre e hija, sigue sorprendiendo por su solemnidad y su característica forma.

En Vanitatis hemos podido conocer por qué padre e hija se despedían de esa forma, la misma que ya hemos visto en anteriores ocasiones entre la infanta Cristina y sus hijos y otros miembros de la familia real, además del análisis del lenguaje no verbal que se desprendía de este momento.

Comenzando por esos dos besos que se pueden apreciar en la fotografía superior, le sigue una genuflexión, una simbólica cruz en la frente de la Infanta y el emérito, un gesto con sus manos y, finalmente, unas palmaditas en el pecho. Todo ello, una despedida que pudimos ver con la misma claridad que ayer este verano, cuando don Juan Carlos y doña Elena se dijeron adiós en Sanxenxo.

Tras la protocolaria genuflexión de su primogénita por cuestiones de rango y la posterior señal de la cruz, que indica las firmes creencias religiosas de ambos, quizá lo que más llamó la atención fue ese cruce de manos con diferentes gestos que no resulta muy habitual en un miembro de una familia real.

En Vanitatis hemos podido saber cuál es el origen de este comentado gesto entre la infanta Elena y el rey Juan Carlos. Fuentes autorizadas nos aseguran que "no significa nada", es un juego familiar que viene desde hace muchísimos años, de los años de juventud de los tres hermanos Borbón y Grecia.

Nos dicen, además, que no es habitual que lo veamos en público, pero que quienes conocen a la familia se lo han visto a hacer en muchísimas ocasiones. Y añaden que tiene la peculiaridad de que ha ido cambiando a lo largo del tiempo, lo han modificado ya varias veces. En el caso de este jueves, cuando ambos salían del restaurante donde se celebró el 60º cumpleaños de la infanta Elena, aseguran a Vanitatis que no estaba preparado, sino que fue un gesto espontáneo entre padre e hija.

placeholder La infanta Elena y don Juan Carlos sellan la cruz sobre la frente del otro como gesto de protección cristiana. (Europa Press)
La infanta Elena y don Juan Carlos sellan la cruz sobre la frente del otro como gesto de protección cristiana. (Europa Press)

Más allá de su origen, también desde algunos medios de comunicación se analizaba la importancia y el significado de ese lenguaje no verbal. En ese sentido, desde el programa 'La mirada crítica', Elsa González señalaba lo significativo de este gesto en concreto, pues, en sus palabras, "es un gesto importante".

González afirma en su intervención que "le parece un gesto íntimo y que le llamó la atención". No obstante, desde el punto de vista de la experta, considera esta particular despedida como "un mensaje más íntimo". "El Rey está bien acogido y su hija lo quería dejar patente", ha señalado sobre la complicidad y familiaridad del gesto entre ambos, con el que, según ella, la infanta Elena quería decir: "Estoy encantada de que esto se normalice".

Sin embargo, en lo que la experta coincide es que el hecho de que se produjera ante los muchos medios de comunicación presentes en el momento en que padre e hija se despedían ponía de manifiesto que "la imagen que facilitaron fue de una normalidad y cordialidad grande" con la que "limar asperezas".

Más allá de los sesenta años que celebró este miércoles la infanta Elena, fueron muchos los protagonistas indirectos de esta celebración. Los más obvios, la presencia de los reyes Felipe y Letizia en la comida en la que también participó el rey emérito, don Juan Carlos, y que sirvieron como demostración pública de la unidad familiar.

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