Los hijos de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina viajan a Vitoria para pasar Nochevieja con su padre, ¿y Ainhoa Armentia?

Todos recuerdan el malestar que había el año pasado en casa. Eran las primeras Navidades que la infanta Cristina podía pasar con su marido en libertad y se convirtieron en las primeras Navidades que la infanta Cristina pasaba separada oficialmente de su marido. Iñaki Urdangarin mientras tanto disfrutaba de las fiestas con su nueva novia, Ainhoa Armentia. Las vueltas que puede llegar a dar la vida.

Cristina de Borbón y sus hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, pasaron las Navidades en familia después de años de celebrarlas en Vitoria con la familia vasca. El año pasado fue el primero que la familia de la infanta Cristina volvía a Zarzuela para Navidades después de estar alejada de su familia durante años. Este año han vuelto al palacio familiar, donde las infantas y sus hijos han pasado las Navidades, a excepción de Felipe Froilán, que estaba en Abu Dabi con su abuelo, el rey Juan Carlos.

Cristina de Borbón “ha pasado página” y su alegría es contagiosa, señalan fuentes de la familia. Tras la reunion con la familia materna, sus cuatro hijos se marchan a Vitoria para pasar la Nochevieja con su padre, Iñaki Urdangarin. El año pasado fue duro para doña Cristina, quien se refugió en su familia, la misma de la que se había alejado para apoyar a Urdangarin. “Hacía años que yo no la veía y, aunque fue por una mala noticia, en el fondo todos nos alegramos de tenerla de vuelta con nosotros”, comentaba a este medio una de las familiares Borbón de la Infanta.

Estas Navidades han sido diferentes, sobre todo para la Infanta, que está pletórica con su nueva vida. Además, la fiesta del 60º cumpleaños de la infanta Sofía, en la que se reunió toda la familia Borbón, ha servido para insuflar energía a las relaciones y allanar el camino para celebrar la Nochebuena juntos en Zarzuela.

En Vitoria con la abuela

El año pasado la celebración fue en el confortable palacio de la Zarzuela con su familia materna, divertidos y tranquilos. Y este año, dejan a su madre feliz en Madrid para volver a Vitoria, como siempre, a casa de su abuela paterna, su hogar vasco, donde pasarán la Nochevieja con la familia de su padre. Por ahora, eso sí, no hay rastro de Ainhoa Armentia.

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Son muchas las voces del entorno de Iñaki Urdangarin que señalan las ganas que tiene el exduque de Palma de que sus hijos y su pareja se conozcan y entablen una relación. Ha hecho varios intentos de acercamiento, pensando que si forzaba un poco una reunión podría salir un buen resultado.

Este otoño, sin ir más lejos, ha viajado a Cataluña con Ainhoa y ha estado en varios puntos cercanos a Barcelona, donde vive su hijo Pablo. Incluso visitaron Viladrau, el pueblo en el que pasaba los veranos de joven y donde se escondía con la Infanta durante los primeros meses de noviazgo para no ser descubiertos por nadie. El pueblo cómplice, lo bautizó la prensa en su momento.

No todavía

Pues ese gesto, que Iñaki pensó que por cercanía geográfica serviría para poder presentar al menos a Ainhoa y a Pablo, no sirvió más que para alejarlos. Porque los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin “no están en ese capítulo todavía” de sus vidas, tal y como aseguran quienes les conocen bien.

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También afirman que ni su madre ni nadie les ha pedido que no tengan relación con Armentia, que se trata de una decisión de ellos, que “no se sienten preparados” porque han visto sufrir mucho a su madre y “no estarían cómodos relacionándose con la persona que, en parte, causó ese daño”.

Irene y el daño

De todos, quien más reticencias siente es Irene, la pequeña y la única chica. La joven ha sufrido mucho por la separación de sus padres, acaso porque era la única que vivía con su madre cuando estalló el escándalo al publicar la revista ‘Lecturas’ unas fotografías de su padre con otra mujer. Tanto es así que muchas de las personas de su entorno atribuyen a la separación el cambio en sus estudios, el descenso en su rendimiento e incluso la decisión de abandonar la idea de estudiar una carrera y dedicarse a un año sabático.

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En este contexto, complicado en la relación de Urdangarin y Armentia, parece poco probable que estas fiestas se encuentren con los hijos de él, aunque las ganas no faltan en la pareja. Las conversaciones sobre este asunto no son demasiadas, informan las mismas fuentes, porque Iñaki, pese a desear que ese encuentro se produzca, respeta a sus hijos y prioriza estar bien con ellos.