Federico y Mary de Dinamarca serán reyes en dos semanas: claves y consecuencias de la abdicación de Margarita

La decisión pillaba a todo el mundo por sorpresa, incluidos los periodistas del país, que tenían que ponerse a trabajar a pleno rendimiento al escuchar por voz de la monarca que deja el trono en manos de su hijo mayor. Una decisión que significa que los príncipes Federico y Mary de Dinamarca serán reyes en apenas dos semanas, pero que implica mucho más. Analizamos las claves y consecuencias de la abdicación de Margarita II.

El anuncio pillaba por sorpresa a propios y extraños, que esperaban el tradicional discurso de fin de año como un 31 de diciembre más. Las últimas palabras del año de la monarca solían referirse a los acontecimientos más importantes del año para el país y para su propia familia, además de expresar sus buenos deseos para el nuevo año. Pero esta vez Margarita utilizaba su discurso para comunicar a su pueblo que en dos semanas dejará el trono.

Se abría entonces un abanico de preguntas. Algunas de ellas se responderán a lo largo de los próximos días a través de la propia web de la Casa Real, especialmente las referentes a la logística de ese cambio de trono, ya que tenemos como referencia la coronación de Carlos III, con toda la pomba y el boato de la Corona británica.

Pero para aquellos que siguen la actualidad royal, tenemos malas noticias. Los actos previstos para el próximo 14 de enero, cuando la reina Margarita dejará el trono, no tendrán nada que ver con ese desfile de royals y líderes políticos de todo el mundo que vimos el pasado 6 de mayo en la abadía de Westminster.

La ahora monarca firmará su abdicación durante el Consejo de Estado previsto para ese día y, posteriormente, la primera ministra Mette Frederiksen, proclamará a Federico como rey en el balcón de Christianborg, tal y como pasó hace exactamente 52 años con Margarita.

Eso sí, no podemos obviar lo histórico del momento por dos razones. Una, porque es la primera vez que un monarca danés abdica en varios siglos. Otra, porque es la primera vez que la proclamación la hará una mujer al frente del Gobierno.

Lo que sí se da por hecho es que habrá un desfile desde Christianborg hasta Amalienborg en carruaje por las calles de Copenhague para dar a los ciudadanos la posiblidad de saludar al nuevo monarca acompañado de la nueva reina consorte.

La salud de Margarita de Dinamarca, clave en su abdicación

Así lo admitía ella misma durante su discurso de fin de año: "En febrero de este año me sometí a una extensa cirugía de espalda. Todo salió bien gracias al personal sanitario cualificado que me atendió. Por supuesto, la operación también hizo pensar en el futuro: si había llegado el momento de dejar la responsabilidad a la siguiente generación".

Y así lo han demostrado también los hechos. Desde esta operación que menciona, su agenda se ha visto bastante reducida, con los viajes al extranjero prácticamente desaparecidos de su hoja de ruta. De hecho, fueron los príncipes Federico y Mary los anfitriones a tiempo completo de los reyes Felipe y Letizia cuando realizaron la visita de Estado a Dinamarca, el pasado noviembre.

La pregunta para muchos es si el estado de salud de Margarita es más grave de lo que se puede pensar en un primer momento. Y es que hasta hace no mucho tiemp, la monarca rechazaba la idea de una abdicación, alegando que solo lo haría en caso de una enfermedad que le impidiera asumir sus funciones como reina.

También, si tenemos en cuenta otras monarquías cercanas, con longevos reyes que mantienen el trono pese a sus lógicos achaques de la edad, se puede pensar que esa operación de espalda y los problemas que la llevaron a ella no pueden ser los únicos motivos que la han llevado a tomar esta histórica decisión.

Las pistas que nos dio la reina Margarita sobre su abdicación

Lo que queda claro es que no ha sido una decisión tomada de la noche a la mañana. Ella misma en el discurso admitía que llevaba desde febrero dándole vueltas, aunque anteriormente ya había dado ciertos pasos que podían dejar el camino despejado para un cambio de trono.

Uno de ellos, dejar la mayoría de viajes al extranjero en manos de su hijo y su nuera e ir reduciendo paulatinamente su agenda. Y hay que remontarse dos años para una decisión que tomó Federico de Dinamarca y que ya entonces se relacionó con una posible abdicación sobre ahora significado: el futuro rey anunció su repentina dimisión como miembro activo del Comité Olímpico Internacional, un cargo que llevaba ocupando 12 años y para el que incluso fue reelegido en 2017.

Otro de los gestos más significativos de la reina Margarita fue el de nombrar a la princesa Mary regente. La australiana se convertía en la primera persona sin lazos sanguíneos con la dinastía que podía ejercer el papel de soberana en caso de que los 'titulares' estuvieran fuera del país o no se encontraran en conciones para hacerlo. Una determinación que dejaba clara la confianza que la monarca depositaba en ella.

Pero no solo la princesa Mary se ha unido a la lista de regentes. Tampoco es casualidad que el príncipe Christian cumpliera el pasado octubre la mayoría de edad y asistiera unas semanas después a su primer consejo de Estado. Sus 18 años lo convierten automáticamente en uno de esos regentes que pueden tomar decisiones institucionales en ausencia del monarca, junto a la princesa Benedicta, hermana de la actual reina y el príncipe Joaquín.

Precisamente, y a causa de la mayoría de edad del que en dos semanas será el heredero, se tomó otra decisión que ahora cobra especial significado. Federico y Mary comunicaron que su hijo mayor no cobraría un sueldo público hasta cumplir los 21 años, como ya han hecho otros royals de su generación como Amalia de Holanda o Elisabeth de Bélgica. Pero había una excepción: la decisión se revocaría en caso de un cambio de trono, algo que estaba convenientemente contemplado en el comunicado.

¿Ha tenido algo que ver el escándalo por las fotos de Federico con Genoveva Casanova?

Es, probablamente, una de las cuestiones que nunca se aclaren de forma pública por parte de los protagonistas, aunque desde aquí nos atrevemos a hacer una valoración.

Hay que tener en cuenta, primero, que desde la Casa Real danesa se ha hecho prácticamente como si las fotos no existieran, alegando que formaban parte de un momento privado del hasta ahora heredero. Pero además, también hay que poner sobre la mesa lo que supone un cambio de trono a nivel institucional. En una mujer que ha llevado su servicio a Dinamarca por bandera y nunca ha puesto ni a su marido ni a sus hijos por delante de sus obligaciones, es difícil pensar que no ha meditado mucho su decisión y que deja el trono en manos de su heredero solo por limpiar su imagen.

Lo que sí está más que claro es que, con fotos o sin ellas, Mary Donaldson se convertirá en dos semanas en reina consorte de Dinamarca, acompañando en el camino al que será rey Federico X. Eso sí, la actual monarca seguirá teniendo el tratamiento de Su Majestad, tal y como anunciaba el Gobierno y quiere el pueblo danés, entre el que goza de enorme popularidad, algo que seguro no cambiará al dejar, en apenas dos semanas, su trono.