Vestido azul recatado y rubíes: la cuenta atrás de Mary de Dinamarca para convertirse en reina

La familia real danesa es una de las que empieza antes sus vacaciones navideñas, pero a su vez sus miembros son los que regresan primeros a las labores institucionales. El pasado uno de enero la reina Margarita II presidió por última vez la cena de gala de Año Nuevo. Y es que como ella misma comunicó en un discurso, el próximo 14 de enero abdicará el trono en su primogénito, Federico. Asimismo, este mismo miércoles la todavía reina y sus herederos han cumplido con otro tradicional acto con el que cumplen cada inicio de año.

Ha sido la soberana la encargada de presidir una recepción al cuerpo diplomático, que se ha celebrado en el Palacio de Christiansborg. A ella también han acudido Federico y Mary, quienes en menos de doce días se convertirán en los nuevos reyes de Dinamarca, y su hijo mayor, el príncipe Christian, el heredero al trono y primero en la línea de sucesión.

La etiqueta para este evento exige uniforme para ellos y vestido largo para ellas, además de condecoraciones. Margarita II, que mantendrá su título de reina tras la abdicación -aunque muy posiblemente pasará a ser conocida como reina emérita, como en España ocurre con don Juan Carlos y doña Sofía-, decidió hace unos años elegir para estas recepciones el mismo atuendo, una especie de uniforme en color burdeos formado por falda larga y una chaqueta con pelo en el cuello y en los puños.

Por su parte, Mary ha decidido rescatar de su armario un recatado vestido azul marino con el que la hemos visto en numerosas ocasiones. Y es que de un tiempo a esta parte la australiana se ha convertido en la reina del reciclaje. Hace dos días, en la cena de Año Nuevo, elegía un vestido de terciopelo que estrenó en 2007 y que desde entonces había lucido hasta en seis ocasiones.

Ahora ha vuelto a demostrar lo concienciada que está con la sostenibilidad recuperando este diseño azul que llevó por primera vez en 2009, precisamente en este mismo acto, y que ha llevado otras cuatro veces, siempre para este tipo de recepciones que se celebran a principios de año.

Para darle más empaque a su look, la futura reina ha elegido unas impresionantes joyas de rubíes, entre ellas un gran broche que forma parte de la histórica parure que le fue cedida tras su compromiso con Federico en 2003. Fue la reina Ingrid, madre de Margarita II, la que dejó escrito antes de morir que ese conjunto de joyas iba destinada a la futura mujer de Federico, a la que no llegó a conocer, pues falleció en noviembre del 2000.

Mary lucía también un gran anillo de rubíes del que no tenemos información, pues se trata de una pieza nueva. En cuanto a los pendientes, eran un diseño en forma de margarita, quizás un guiño a su suegra, realizados con diamantes.

La princesa llevaba la banda de la Orden del Elefante, la más importante de Dinamarca, además de la condecoración de la Family Order, con el retrato de Margarita II. Tras el 14 de enero, cuando Federico sea proclamado rey, será él quien tenga que crear su propia orden con su insignia.