El tabaco, su ataúd y un estilo propio: las extravagancias de Margarita de Dinamarca
La monarca, que abdica este domingo, es considerada la más extravagante y creativa de Europa. Siempre ha compaginado sus intereses y pasiones con los deberes de Estado
Asistimos este domingo a un acontecimiento histórico, el adiós -institucional, claro está- a una monarca única. No solo porque ha sido la única mujer que ha ocupado el trono en siete siglos de historia de su país, sino por su personalidad. Y es que su gran afición por el tabaco, el llamativo diseño de su ataúd y un estilo inconfundible son algunas de las cosas que hacen de Margarita de Dinamarca la reina más extravagante de Europa.
Porque desde que tuvo que asumir el trono por la repentina enfermedad de su padre, que acabó con su vida en 15 días, la monarca no ha dudado en compaginar sus deberes de Estado con las que han sido sus grandes pasiones, todas relacionadas con la creatividad. Una mujer moderna y de su tiempo, como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta que su padre, el rey Federico IX, consiguió cambiar la ley que no permitía a las mujeres ocupar el trono.
Así, siempre fiel a esa apariencia de modernidad, nunca ocultó la que fue su gran adicción, el tabaco, algo que no podemos negar que nunca ha estado mal visto en los royals, pero sí en ellas. Aunque tuvo que abandonar este pequeño vicio hace unos meses por sus problemas de salud -a la sazón, el motivo principal para dejar el trono en manos de su hijo-, siempre aseguró que no lo haría.
🇩🇰 Danish Queen Margrethe was a chain-smoker. In my interview in 2016, I asked whether a queen should not set a good example. I adored her answer (you can hear my laugh at the end):
— [Wim Dehandschutter] (@WDehandschutter) December 31, 2023
💬 "I do smoke. People know I smoke, I don’t pretent not. So at least, I’m not an hypocrite." pic.twitter.com/rPjrjfBuEV
De hecho, como vemos en el vídeo, no solo no tenía problema en fumar en público, sino que en una entrevista realizada por el periodista belga Wim Dehandschutter, se mostraba incluso orgullosa de hacerlo: "Yo fumo. La gente sabe que fumo, no pretendo no hacerlo. Al menos no soy un hipócrita", decía sin despeinarse.
Lo que sí hizo fue claudicar en cierta forma a las críticas y finalmente, a través de un comunicado oficial, anunció que lo que no iba a hacer en más ocasiones sería fumar en público, admitiendo que no era un hábito saludable y que no quería dar un mal ejemplo.
Un extravagante ataúd para la reina Margarita
Pero si su adicción al tabaco fue comentada, no lo fue menos el féretro que mandó construir ella misma para albergar sus restos el día de su fallecimiento. No nos debe extrañar que estos agoreros planes se lleven a cabo por los propios protagonistas, puesto que hemos asistido en los últimos años a funerales reales organizados con años de antelación por el propio difunto, como fue el caso de el duque de Edimburgo, en 2021, o su esposa, la reina Isabel II, en 2022.
Aunque quizá sí es algo más extraño que, lejos de la sobriedad que suele mandar en la estética relacionada con la muerte, el propio ocupante del ataúd lo elija tan modernista y llamativo como es el de la propia reina Margarita de Dinamarca. Porque estamos hablando de un diseño futurista, con el vidrio, el granito o el bronce como materiales principales, todos con significado.
Por ejemplo, el cristal que recubre el féretro hace referencia a la transparencia de la que siempre se ha hecho gala en la Corona danesa, mientras que también hay granito del país, basalto de las Islas Feroes y mármol de Groenlandia, para que todos los territorios que que ha reinado estén representados. No faltan figuras de elefantes, en referencia a la orden más importante del país, como tampoco constantes guiños a su matrimonio con el príncipe Henrik, su marido durante más de 50 años, ya que la idea era que este sarcófago acogiera los restos de ambos.
Claro que cuando lo encargó, en 2003, no contaba con que el conde de Monpezat se iba a negar rotundamente a ser enterrado junto a ella, alegando que no era rey consorte -una características que comparte con todos los maridos de las monarcas europeas, que se tienen que conformar con el título de príncipe-. Henrik finalmente se salió con la suya y no fue enterrado en la catedral de Roskilde, donde descansan todos los reyes daneses, sino que fue incinerado y parte de sus cenizas reposan en Fredensborg, una de las residencias oficiales de Margarita.
A pesar de esta decisión, este ataúd se presentó con el diseño originalmente previsto solo unos meses después del fallecimiento del príncipe, manteniendo todos esos guiños a su matrimonio a los que hacíamos referencia. Un diseño responsabilidad del arista danés Bjørn Nørgaard, pero del que ella siempre tuvo la última palabra. Como en todo.
Un estilo propio diseñado por ella misma
Esa creatividad que rezuma Margarita de Dinamarca ha sido trasladada a diferentes áreas artísticas. Precisamente, otra de las que más ha dado que hablar ha sido el diseño de vestuario, para bien y para mal. La reina danesa ha sido la responsable de la ropa de los actores de varias creaciones cinematográficas. La última, la película 'Ehrengard', de Netflix. Anteriormente ya había participado en el film 'Los cisnes salvajes' y en la obra 'El Cascanueces', que se estrenó en Copenhague en 2018, además de varias obras de teatro navideñas, a cuyos estrenos siempre ha asistido, subiendo incluso al escenario como parte del equipo.
Pero ese uso del lápiz y los patrones también lo ha utilizado para su propio armario, luciendo de cuando en cuando prendas creadas por ella que solían generar división de opiniones, como el resto de su armario. Y es que independientemente de la mano ejecutora, no podemos negar que Margarita siempre se ha caracterizado por un estilo único e inconfundible que no ha dejado indiferente a nadie. Una personalidad propia también a la hora de vestir.
Y otra muestra de esa inquietud artística, de la que ha presumido a la mínima ocasión, ha sido la ilustración. Uno de sus grandes hitos, la edición danesa de 'El Señor de los Anillos', a la que puso dibujo y color para su publicación a principios de los 70. Eso sí, lo hizo bajo seudónimo, concretamente Ingahild Grathmer, algo que desapareció cuando quiso ilustrar, ya bajo su nombre, la colección de poesía de su marido, publicada en el año 2000 bajo el título 'Cantabile'.
Hasta el día de hoy seguía compaginando sus deberes de Estado con el dibujo y las manualidades. Cada año realiza diferentes adornos navideño para el árbol que preside el salón de Marselisborg, donde suele pasar las fiestas junto a su familia, y no hace mucho regaló a la princesa Ingrid de Noruega el diseño de su monograma, con motivo de sus 18 años.
Eso sí, otra de sus grandes pasiones, la arqueología -que estudió en su época de juventud en la Universidad de Cambridge-, sí ha tenido que ser algo abandonada, por motivos lógicos de edad y salud.
A pesar de las desavenencias por el título de consorte comentadas antes, sí formó un gran equipo con el príncipe Henrik. Les unía, entre otras muchas cosas, su sentido del humor y alguna que otra salida de tono. Una de las más sonadas, la que resultó al intentar bromear sobre el aspecto de Isabella, la hija mayor de Federico y Mary, a la que comparó con un perro salchicha -por otra parte, su raza de perros favorita- por la hermosura de la recién nacida. Todos ellos detalles que muestran el carácter de una reina única e icónica que dice hoy adiós, con mucho pesar, a su trono.
Asistimos este domingo a un acontecimiento histórico, el adiós -institucional, claro está- a una monarca única. No solo porque ha sido la única mujer que ha ocupado el trono en siete siglos de historia de su país, sino por su personalidad. Y es que su gran afición por el tabaco, el llamativo diseño de su ataúd y un estilo inconfundible son algunas de las cosas que hacen de Margarita de Dinamarca la reina más extravagante de Europa.