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Sin filtros con el rey Carlos III y mutismo con Kate Middleton: los dos extremos para hablar de su salud
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TRAS LOS ANUNCIOS DE ESTE MIÉRCOLES

Sin filtros con el rey Carlos III y mutismo con Kate Middleton: los dos extremos para hablar de su salud

Frente a las explicaciones sobre la próstata del rey de Inglaterra, ha habido mucho más secretismo con la princesa de Gales, lo cual ha generado todo tipo de rumores en los medios de comunicación

Foto: La princesa de Gales con la bandera británica de fondo. (Getty)
La princesa de Gales con la bandera británica de fondo. (Getty)

Es como si la familia real estuviera abocada a las coincidencias o a hacer algo todos al mismo tiempo. Pasó con los divorcios. Todos los hijos de Isabel II que acabaron separándose de sus cónyuges -tres de cuatro- lo hicieron en 1992, calificado por la soberana como "annus horribilis". Pasó con las bodas posteriores. En 2018, Harry y Meghan robaron todo el protagonismo, pero fue también el año en el que la princesa Eugenia (quizá la única aliada que les queda a los Sussex en palacio) dio el 'sí, quiero' a Jack Brooksbank. Y pasa ahora con las hospitalizaciones. El miércoles, tan solo una hora y pocos minutos después de anunciarse que Kate Middleton se había sometido a una intervención quirúrgica, Buckingham notificaba que Carlos III también deberá pasar por quirófano.

La coincidencia de este tipo de episodios pasa en las mejores familias. Lo único es que los Windsor no son una familia cualquiera. Y lo que más ha llamado la atención en este caso es la gran diferencia con la que se han tratado los anuncios: apertura total en lo referente al rey -siendo este el jefe de Estado- frente al mutismo casi absoluto para la princesa de Gales.

placeholder El rey Carlos en una imagen de archivo. (Reuters/Chris Radburn)
El rey Carlos en una imagen de archivo. (Reuters/Chris Radburn)

The Firm trata con discreción todos los asuntos de los royals considerados del ámbito privado. Los detalles sobre la salud de los miembros de la realeza rara vez se revelan, por lo que llama la atención que se publiquen dos actualizaciones sobre dos figuras distintas y tan relevantes el mismo día.

En esta ocasión, el monarca, de 75 años, ha querido revelar toda una serie de detalles sobre una cuestión que, a día de hoy, sigue incomodando hablar de ella a muchos hombres: la próstata. ¿Un signo más de modernización?

“Al igual que miles de hombres cada año, el Rey sufre agrandamiento de la próstata. La dolencia de Su Majestad es benigna y acudirá al hospital la próxima semana para un procedimiento correctivo. Los compromisos públicos del Rey se pospondrán durante un breve periodo de recuperación”, reza el comunicado oficial. “Su Majestad ha querido dar los detalles de su diagnóstico para alentar a otros hombres que puedan estar experimentando síntomas a hacerse controles, de acuerdo con los consejos de salud pública. El Rey tenía planeadas una serie de reuniones y eventos en Dumfries House jueves y viernes, que ahora se posponen por consejo del doctor; de ahí el anuncio", especifican.

placeholder Camila Parker, Carlos III, el príncipe Guillermo y Kate Middleton, princesa de Gales. (Getty/Chris Jackson)
Camila Parker, Carlos III, el príncipe Guillermo y Kate Middleton, princesa de Gales. (Getty/Chris Jackson)

El agrandamiento benigno de la próstata, que no es canceroso, es común en hombres alcanzada una edad y no suele ser una afección grave. Afecta aproximadamente a uno de cada tres hombres mayores de 50 años. Si bien no suele ser una amenaza grave para la salud, puede causar síntomas y problemas, incluida dificultad para orinar. La afección no significa que el paciente tenga un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Si bien no está claro a qué procedimiento correctivo se someterá el rey, existen algunas formas de manejarlo, incluida cirugía, láser e incluso un tratamiento con vapor.

La carencia de filtros al hablar de la condición del monarca contrasta soberanamente con el secretismo con el que se está abordando la situación de su nuera, Kate. Y ya se sabe que no hay peor cosa para la prensa. Ante la falta de detalles, más y más especulaciones. ¿Qué le ocurre a la princesa? El comunicado oficial habla de “cirugía abdominal”. Se descarta cualquier posibilidad de cáncer. Pero no se aporta más información.

Secretismo con Kate

Kate pasará hasta dos semanas recuperándose en London Clinic, pero no se espera que retome su agenda oficial hasta Semana Santa. El hospital privado de la capital británica -que ya ha sido tomado por medios de todas las partes del mundo- es una elección inusual para la princesa, que fue ingresada en el hospital King Edward VII cuando sufrió hiperémesis gravídica durante sus tres embarazos.

En esta ocasión, no entró por urgencias, ya que era una operación programada. Una vez dada de alta, se espera que la princesa de Gales se recupere en su casa en Windsor. Es probable que se le aconseje que se recupere durante dos o tres meses, y su regreso a sus funciones oficiales dependerá del consejo médico. “La Princesa de Gales aprecia el interés. Espera que el público comprenda su deseo de mantener la mayor normalidad posible para sus hijos; y su deseo de que su información médica personal permanezca privada”, dijo Palacio, que prometió proporcionar más actualizaciones cuando sea posible.

placeholder Los duques de Gales en una imagen de archivo. (Getty)
Los duques de Gales en una imagen de archivo. (Getty)

Su esposo, el príncipe Guillermo, heredero al trono, estará a su lado durante su recuperación. No asumirá funciones oficiales mientras su esposa esté en el hospital ni durante el periodo inmediato posterior a su regreso a casa. Según la fuente, no se espera que el matrimonio viaje internacionalmente durante los próximos meses.

“La Princesa de Gales desea pedir disculpas a todos los afectados por el hecho de tener que posponer sus próximos compromisos. Espera reintegrar a tantos como sea posible, lo antes posible”, dijo Palacio. Kate, que celebró su 42 cumpleaños el 9 de enero, no tiene ningún problema médico conocido. Es más, siempre ha destacado por estar en plena forma y saludable.

La última vez que se la vio en público fue el pasado 25 de diciembre. Cumpliendo con la tradición, los Windsor acudieron a un servicio religioso con motivo de la Navidad. Kate se mostró normal en todo momento y no dio signos de encontrarse mal; al contrario, estuvo simpática y risueña, compartiendo momentos con sus hijos.

Una clínica histórica

La London Clinic, cerca de Regent's Park, en el centro de Londres, se describe a sí misma como el hospital privado independiente más grande del Reino Unido. Durante décadas, ha sido el hospital de referencia de la familia real, destacados políticos y celebridades. La London Clinic abrió sus puertas por primera vez en 1932. Su ilustre lista de pacientes anteriores incluye al príncipe Felipe, la princesa Margarita, la estrella de Hollywood Elizabeth Taylor y el presidente estadounidense John F. Kennedy.

La clínica cuenta con un centro oncológico líder que recibe pacientes para quimioterapia, radioterapia y otros tratamientos. Presume de poder proporcionar radioterapia CyberKnife para pacientes con cáncer de próstata, tecnología SpyGlass para pacientes que necesitan una endoscopia e inmunoterapia CAR-T para pacientes con cáncer. En 2019 inauguró un centro especializado en cirugía robótica.

Los pacientes tienen su propio servicio de conserjería, mientras que el chef ejecutivo del hospital dirige una cocina que sirve pescado de barcos de Cornualles y carne del exclusivo Smithfields Market.

placeholder Middleton en una imagen de archivo. (Getty)
Middleton en una imagen de archivo. (Getty)

Desde la década de 1980, miembros de la familia real han inaugurado oficialmente varias instalaciones en el lugar. Siendo príncipe de Gales, Carlos inauguró el departamento de fisioterapia en 1989, mientras que la princesa Margarita hizo lo propio con la unidad de resonancia magnética en 1991 y la difunta reina con una nueva unidad de cáncer en 2010.

El príncipe Felipe ingresó en la clínica para lo que se describió como "investigaciones abdominales" en 2013, mientras que la princesa Margarita fue tratada allí en 1980 para que le extirparan una lesión cutánea benigna. En 1947, a Kennedy, entonces congresista estadounidense, le diagnosticaron la enfermedad de Addison en la clínica. Taylor se sometió allí a una operación de rodilla en enero de 1963 después de caerse en un set de filmación.

Otros antiguos pacientes incluyen al ex primer ministro laborista Clement Attlee, que ingresó en 1939 -cuando era líder de la oposición- para una cirugía de próstata. A otro ex primer ministro, el conservador Anthony Eden, le extirparon la vesícula biliar en la Clínica de Londres en 1953, cuando era secretario de Asuntos Exteriores. El actual ministro de Asuntos Exteriores, David Cameron, que fue primer ministro de 2010 a 2016, nació allí en 1966.

Es como si la familia real estuviera abocada a las coincidencias o a hacer algo todos al mismo tiempo. Pasó con los divorcios. Todos los hijos de Isabel II que acabaron separándose de sus cónyuges -tres de cuatro- lo hicieron en 1992, calificado por la soberana como "annus horribilis". Pasó con las bodas posteriores. En 2018, Harry y Meghan robaron todo el protagonismo, pero fue también el año en el que la princesa Eugenia (quizá la única aliada que les queda a los Sussex en palacio) dio el 'sí, quiero' a Jack Brooksbank. Y pasa ahora con las hospitalizaciones. El miércoles, tan solo una hora y pocos minutos después de anunciarse que Kate Middleton se había sometido a una intervención quirúrgica, Buckingham notificaba que Carlos III también deberá pasar por quirófano.

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