De las fabes con almejas de Felipe VI en una sidrería de Avilés a la tortilla de Letizia
Durante su ajetreada visita al principado, el Rey aprovechó para darse un homenaje culinario muy asturiano en un restaurante centenario. La Reina ha puesto paz en el debate nacional sobre la tortilla de patatas con cebolla
De comida en comida y tiro porque me toca. La ajetreada agenda de los Reyes de España estos días ha estado marcada por la gastronomía más típica, primero cuando en la inauguración de Fitur el reportero de La Sexta Isma Juárez trataba de sonsacar a Felipe y Letizia la respuesta a la eterna pregunta de si preferían la tortilla de patata con o sin cebolla. Felipe VI hizo oídos sordos a la cuestión, pero finalmente la Reina optó, sonriente, por una diplomática solución para contentar a ambos bandos irreconciliables. "Las dos", fue su sensata respuesta. Pocas horas después, era el Rey el que se daba un homenaje culinario en la tierra natal de su mujer, durante una agenda de lo más atareada.
"Don Felipe se emociona cuando está en Asturias, la gente lo quiere y él lo sabe", eran las palabras que pronunciaba Graciano García, promotor de la Fundación Princesa de Asturias, en el diario 'La Nueva España' después del almuerzo que compartió ayer con Felipe VI en la centenaria sidrería Casa Lin de Avilés.
Felipe VI, uno más a la mesa en una sidrería de Avilés: "La gente en Asturias lo quiere y él lo sabe" https://t.co/XfD02TcxB5
— La Nueva España (@lanuevaespana) January 26, 2024
Situada en las cercanías del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer y del casco histórico de la ciudad, en su web aseguran que "nos desvivimos para que el comensal que pasa por nuestra casa salga satisfecho, tanto por la comida como por el trato recibido".
Según este periódico, fue "deseo expreso" del monarca antes de dirigirse al cercano aeropuerto, hacer parada y fonda en este restaurante que lleva abierto desde 1890 y que es una auténtica sidrería asturiana de toda la vida, de las de serrín en el suelo. La nota más exótica es poner la recreación de un clásico hórreo asturiano, bajo el que comieron Felipe VI y sus acompañantes.
El diario nos detalla también el completo y muy tradicional menú que pudieron degustar en Casa Lin: tablas de quesos asturianos, longaniza de Avilés, almejas y pastel de cabracho para compartir, seguido de chopa, pixín (rape) y fabes con almejas. De postre, tartas de manzana y chocolate, flan y natillas caseras. Todo regado con agua, vino y, por supuesto, sidra.
Al abandonar el local, Felipe VI no dudó en hacerse fotos con unas cuantas personas, no sin antes felicitar a los trabajadores del local. Interrogando a una de las camareras sobre esta inesperada experiencia royal, Ángeles Barreiro describía al Rey para 'La Nueva España' diciendo que es "un amor de hombre".
Doble aniversario
Antes de esta opípara comida, el padre de Leonor y Sofía tuvo tiempo de visitar a dos referentes empresariales de la región que celebraban sendos aniversarios: Mantequerías Arias y Alsa. La primera está considerada como la empresa de alimentación más antigua de España con sus 175 años y la segunda conmemora su centenario como la mayor compañía de transporte de viajeros por carretera del país.
Acompañado del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, y del presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, Felipe VI visitaba en primer lugar el concejo de Ribera de Arriba para recorrer la principal factoría de Mantequerías Arias, una planta que da empleo a 145 personas y donde se producen la mantequilla de la firma asturiana y los quesos San Millán y Burgo de Arias.
Según confesaban los trabajadores de la planta, el Rey les dio "recuerdos de parte de la reina Letizia", además de asegurarles que "en casa, en el palacio de la Zarzuela, siempre tienen queso Burgo de Arias".
El Rey se desplazó después a Oviedo para visitar la estación de autobuses y participar en el cierre de los actos conmemorativos del centenario de Alsa, la pequeña compañía de transportes constituida el 20 de abril de 1923 en Luarca para hacer viajes por carretera en Asturias.
Allí el monarca se ha subido a dos vehículos históricos: un Chevrolet Capitol de 1927 y un Pegaso de los años cincuenta, en los que no entraba de pie, pero también a los de última generación. Durante la visita, también ha podido hablar con algunos conductores y empleados de la compañía antes de hacerse una foto de familia junto a otras autoridades y directivos.
De comida en comida y tiro porque me toca. La ajetreada agenda de los Reyes de España estos días ha estado marcada por la gastronomía más típica, primero cuando en la inauguración de Fitur el reportero de La Sexta Isma Juárez trataba de sonsacar a Felipe y Letizia la respuesta a la eterna pregunta de si preferían la tortilla de patata con o sin cebolla. Felipe VI hizo oídos sordos a la cuestión, pero finalmente la Reina optó, sonriente, por una diplomática solución para contentar a ambos bandos irreconciliables. "Las dos", fue su sensata respuesta. Pocas horas después, era el Rey el que se daba un homenaje culinario en la tierra natal de su mujer, durante una agenda de lo más atareada.
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