Lo que no gustó a Isabel II del vestido de novia de Meghan y el mote de la duquesa

El próximo 15 de febrero, un nuevo libro sobre la familia real británica verá la luz. Se trata de ‘My mother and I’, cuya autora, Ingrid Seward, editora en jefe de la revista ‘Majesty’ y una de las escritoras más destacadas y respetadas sobre la familia real británica, ha publicado un adelanto en 'Daily Mail' en el que se revela detalles desconocidos sobre sus miembros.

En su artículo, Ingrid se centra en dos detalles llamativos que implican a Meghan Markle, la reina Isabel II y el duque de Edimburgo.

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R. R.

La escritora recuera la gran aceptación que la duquesa de Sussex tuvo desde el principio por parte de la reina. A Isabel II parecía gustarle aquella exactriz y veía en ella la persona ideal para formar un núcleo duro junto al príncipe Harry que potenciara la imagen de la rama más joven de la institución.

Sin embargo, Seward asegura que uno de los pocos que se resistió a sucumbir a los encantos de Meghan fue el príncipe Felipe, esposo de Isabel II, quien, dice, advirtió a su esposa de que tuviera cuidado porque le resultaba llamativo lo mucho que Meghan le recordaba a la duquesa de Windsor.

El padre de la reina de Inglaterra, Jorge VI, se convirtió repentinamente en rey en 1936 después de que Eduardo VIII, más tarde duque de Windsor, abdicara para casarse con Wallis Simpson, una divorciada estadounidense.

Jorge VI nunca aprobó la decisión de su padre y le negó el título de Su Alteza Real a la duquesa de Windsor, una mujer de fuerte personalidad en la que muchos vieron la viva imagen de la persona que había quebrado a la familia real.

Según Seward, el príncipe Felipe nunca pareció cambiar de opinión sobre Meghan. Afirma que desde el momento en que detectó su aparente parecido con Wallis, se refirió a ella como DoW (abreviatura de Duquesa de Windsor).

El libro también revela cómo Isabel II dijo a una de sus confidentes más cercanas, Lady Elizabeth Anson, prima de la reina, que no le parecía apropiado que una divorciada como Meghan se volviera a casar por la iglesia y mostrara un aspecto tan ostentosamente virginal, con un vestido, a su juicio, demasiado blanco.

Asegura la autora que Isabel II tampoco se sintió cómoda con la decisión de su hijo Carlos de sustituir al padre de Meghan, Thomas Markle, y acompañarla hasta el altar .

Según Lady Elizabeth, la reina también estuvo disgustada por la actitud prepotente de Harry tanto antes como después de la boda, y su relación quedó "bastante dañada por todo esto". También afirma que la reina nunca entendió realmente la posterior decisión de Harry de dejar de ser miembro de la realeza y abandonar el país.