8.000 kilómetros recorridos para un encuentro de 45 minutos: así ha sido la visita del príncipe Harry a su padre, Carlos III

En su libro de memorias 'Spare', el príncipe Harry revelaba cómo Carlos III había rogado a sus hijos en plena guerra que "por favor" no hicieran que "mis últimos años fueran miserables". Esa antigua súplica ha podido pesar ahora en la rápida decisión del duque de Sussex de viajar desde California hasta Londres para estar al lado de su padre tras la impactante revelación de que padece cáncer.

Harry dejó en casa a Meghan Markle y a sus hijos para volar más de 8.000 kilómetros hasta la capital inglesa para un muy breve encuentro con el monarca en su residencia de Clarence House que no se prolongó más de tres cuartos de hora. El viaje transatlántico del duque de Sussex había suscitado esperanzas de que su regreso a Gran Bretaña sirviera para cerrar heridas con el rey Carlos y una oportunidad para acercarse a su hermano, el príncipe Guillermo, en medio de su actual enemistad.

Harry fue visto en la parte trasera de un Range Rover que atravesó en un gran convoy las puertas de Clarence House, donde el monarca, de 75 años, descansa tras haber comenzado ya su tratamiento contra un tipo de cáncer no especificado.

Pero, más allá de esta breve reunión con su padre, los medios ingleses descartan que ese encuentro entre Harry y Guillermo vaya a producirse. El heredero al trono sigue centrado en atender a su esposa Kate, que se está recuperando de una operación abdominal y se tomará un permiso prolongado de sus obligaciones públicas hasta después de Semana Santa. Además, tiene previsto retomar hoy mismo su agenda oficial.

Harry apenas ha hablado con su padre desde la muerte de la reina Isabel II y se ha informado de que no hubo contacto cuando celebró su 39 cumpleaños. Fuentes de Buckingham Palace han asegurado también que no hay planes para una reunión entre Harry y Guillermo, mientras el benjamín de la princesa Diana se encuentra en Londres, echando por tierra las esperanzas de una rama de olivo potencial entre los hermanos reales.

Tras visitar a su padre, el príncipe Harry no pasó la noche en ninguna residencia real, ya que no tiene hogar propio en el Reino Unido desde que fue desalojado de Frogmore Cottage el año pasado, y se cree que podría haberse alojado en un hotel de lujo.

Tampoco se espera que permanezca mucho tiempo en Londres y está previsto que regrese de inmediato a su residencia en California. Se espera que el duque se reúna con Meghan Markle en Canadá la próxima semana para un acto conmemorativo a un año de los Juegos Invictus 2025, que tendrán lugar en las ciudades de Vancouver y Whistler.

Pese a que la añorada reconciliación fraternal queda para otra ocasión, 'The Times' asegura que el que fuera mentor de ambos tras la muerte de Lady Di podría actuar como puente entre ellos. Se trata del antiguo oficial de la Guardia Galesa, Mark Dyer, que, según una fuente, "podría hacer entrar en razón a Harry".

Este diario cita también a personas cercanas a Harry para asegurar que "le encantaría tener la oportunidad de reunirse con su hermano y, aunque su razón principal para viajar al Reino Unido era visitar a su padre, si hubiera surgido la oportunidad de ver al príncipe de Gales, el duque la habría aceptado encantado".

Está previsto que Guillermo vuelva hoy a la actividad pública, llevando a cabo una investidura en el castillo de Windsor por la mañana antes de asistir más tarde a una gala para el Servicio de Ambulancias Aéreas de Londres por la noche.

Entre tanto, los expertos en la realeza han dicho que esperan que el viaje de Harry a Gran Bretaña sea la "señal de una tregua" y que de las "malas noticias" sobre la salud del rey puedan surgir "buenas noticias" de una curación de las desavenencias en la familia real. Según cuenta en el 'Daily Mail' Kristina Kyriacou, antigua secretaria de prensa de Carlos III, "Carlos adora a Harry. No era su intención este distanciamiento. Si de las malas noticias salen buenas y Harry y el rey y la reina y su hermano se reúnen, qué maravilla".