Todos los altibajos de la relación del príncipe Harry con su padre, el rey Carlos III, que explicarían su breve encuentro

El anuncio por parte de Buckingham Palace sobre el diagnóstico de cáncer que padece el rey Carlos III ha creado un auténtico terremoto mediático. No solo en lo oficial, dadas sus labores como monarca, sino también en lo familiar. Así, además del mensaje tranquilizador sobre su buen pronóstico y su actitud sonriente en sus primeras imágenes públicas, se han producido varios cambios en apenas dos días.

A lo institucional, como el regreso a sus funciones como príncipe de Gales de Guillermo de Inglaterra, se une el lado más privado, con la visita del príncipe Harry. Un encuentro muy breve, de menos de una hora, que evidencia un acercamiento, pero también las tensiones familiares que aún permanecen. Así, ante este regreso del hijo pródigo al hogar real, repasamos cómo ha sido la relación de altibajos del príncipe Harry y el rey Carlos III en los últimos años.

En lo que respecta al monarca, mantiene la línea hermética sobre los problemas personales que se espera de una Casa Real. Por lo que la mayor parte de estas muestras de desunión han sido reveladas en diversas entrevistas o en su libro 'Spare' por el príncipe Harry. Precisamente, en su autobiografía, desvela cómo sentía ciertas barreras con su padre, por su edad, durante su infancia.

"Él era un padre mayor y siempre sentí que eso creaba problemas, colocaba unas barreras entre nosotros". "Al llegar a la mediana edad se había vuelto más sedentario. (...) Le gustaba tener sus rutinas y no era el tipo de padre que jugaba interminables partidas de pillapilla o lanzaba una pelota hasta mucho después del anochecer". Son algunos de los extractos de su libro.

Precisamente un libro que se titula 'Spare', que quiere decir 'repuesto' o 'recambio', por ser una supuesta cita que el príncipe Carlos le dijo en su momento a Diana de Gales. "Ahora me has dado un heredero y un repuesto", dicen las memorias de Harry sobre la posible la conversación. No ayudó a su cercanía tampoco, de nuevo, como desvela en su libro, que el príncipe Carlos no abrazara a su hijo cuando les anunció la muerte de su madre. Aunque sí reconoce que "su mano cayó una vez más sobre mi rodilla y dijo: 'Todo va a estar bien'. Eso fue mucho para él. Paternal, esperanzador, amable".

Más allá de los escándalos juveniles del príncipe Harry, sobre los que se sintió también desprotegido y sin defensa pública por parte de su familia, tras su ingreso en el Ejército y su consolidación en papeles institucionales, parecía que la calma había llegado a la relación entre el rey Carlos III y su hijo menor. Una nueva etapa que se vislumbraba iba a fortalecerse aún más con el anuncio del compromiso entre el príncipe Harry y Meghan Markle.

De hecho, en un documental para la BBC, el hermano del príncipe Guillermo narra lo feliz que hizo a su padre poder llevar a Meghan Markle al altar el día de su boda: "Le pedí que lo hiciera y creo que él sabía lo que venía… Inmediatamente dijo: ‘Sí, haré lo que Meghan necesite, estoy aquí para apoyarte".

Una buena sintonía que duró poco, dado que pronto comenzarían los comentarios ante los medios de la presión mediática y la falta de protección por parte del resto de miembros de la familia real. Una grieta que comenzó a forjarse en enero de 2020, cuando los duques de Sussex anunciaron que daban un "paso atrás" en sus funciones.

Dando inicio al conocido como Megxit, cuyas negociaciones duraron dos años y fueron también claves en el cisma entre padre e hijo. Problemas entre los que se encontraban los económicos. "Separarme significó despedirme, sin indemnización por despido, y arrojarme al vacío después de toda una vida de servicio. Más aún, después de toda una vida de dejarme sin poder tener un empleo", reflexionaba el príncipe Harry sobre cómo su padre había cortado su envío de dinero tras su mudanza a California.

Unos meses de constantes revelaciones, donde también ocuparon grandes titulares las acusaciones de racismo por parte del príncipe Harry a un miembro de la familia real, del que nunca llegó a decir el nombre, por el color de la piel de su hijo Archie. Además de otras veladas insinuaciones de la discriminación que vivían con los Windsor.

Tras las tormentas que supusieron momentos claves como la entrevista de la pareja con Oprah Winfrey o la publicación del tan mencionado libro 'Spare' del príncipe Harry, la Casa Real británica mantenía al menos de forma directa (más allá de posibles filtraciones o teorías) su política de silencio total.

Por eso, se vio con gran sorpresa por parte de los ingleses que, durante su coronación como rey, Carlos III hablara sobre su "amor" por su hijo el príncipe Harry y Meghan Markle. Entonces, en un segundo plano, la visita del exmilitar también fue muy breve para estar en este día tan importante con su familia.

Tras recientes declaraciones por parte del marido de Meghan Markle como "la pelota está en su tejado" (en ITV) o "no han mostrado absolutamente ninguna voluntad de reconciliarse", sí parece que detalles como esta rápida visita a su padre tras conocerse su diagnóstico puede dar alas a una posible reconciliación. "La puerta siempre está abierta", dijo el príncipe Harry sobre un nuevo giro en su vinculación familiar... Quién sabe si este problema de salud es la clave.