El peor año del príncipe Guillermo: de su supuesta infidelidad con Rose Hanbury a Kate Middleton en el hospital

Hace justo un año, el príncipe Guillermo acaparaba titulares de todo el mundo por una noticia muy diferente a la que ahora sacude a la familia real británica. Si ahora solo se habla de la salud de Carlos III y Kate Middleton, en febrero de 2023 surgió una gran polémica el Día de San Valentín.

Según publicaron varios medios del país, el príncipe de Gales había sido visto cenando con la que supuestamente es su amante desde hace años, Rose Hanbury. Misteriosamente, esos artículos de la prensa británica desaparecieron a las pocas horas, haciendo el caso aún más misterioso.

¿Habían borrado las noticias porque eran falsas o porque habían recibido un toque desde Kensington Palace? Esa es una pregunta que, a día de hoy, seguimos haciéndonos. Lo que está claro es que de haber sido visto con Rose en un restaurante habría fotografías del encuentro, pues no era esta la primera vez que se hablaba de esta presunta relación extramatrimonial del heredero al trono con la esposa de David Cholmondeley, ahora ex gran chambelán de la Corona.

Sea como fuere, y aunque ese encuentro romántico probablemente nunca existió, la imagen de Guillermo quedó mermada. La de él y la de su matrimonio con Kate, aparentemente idílico. Mientras en los medios británicos se mantenía el silencio, en el resto del mundo no se hablaba de otra cosa más que de que el futuro rey había elegido la noche de San Valentín para cenar con su amante, un detalle que, de ser cierto, diría mucho de la relación entre ambos.

Desde Kensington Palace siguieron el mantra de Isabel II, "never explain, never complain" ("nunca des explicaciones ni te quejes"), al menos de puertas para afuera y, como todos los rumores, acabó muriendo con la llegada de nuevas noticias. A pesar de ello, en el imaginario colectivo sigue presente que Guillermo le ha podido ser infiel a su mujer con Rose Hanbury, quien además era amiga de la princesa de Gales y un miembro muy cercano a la familia Windsor.

En mayo llegó el mes de la coronación de Carlos III, así que cualquier cosa relacionada con este tema quedó en un segundo plano, y Guillermo contó con un momento de gran popularidad hasta el mes de agosto, cuando su decisión de no viajar a Australia para apoyar a la selección femenina de fútbol en el Mundial centró todas las críticas de la prensa. Además, se ponía en comparación con doña Letizia, quien sí estuvo, y acompañada por la infanta Sofía, en esa final que dio la victoria a España.

Nadie entendió por qué Guillermo no cogió un avión y se plantó en Sídney para apoyar a las jugadoras, y más siendo él el patrón de la English Football Association. La versión que se dio desde Kensington es que, concienciado con el medioambiente, no quería hacer un viaje tan largo y tan contaminante para apenas unas horas. Sus críticos iban más allá y aseguraban que no quiso interrumpir sus vacaciones para cumpir con un acto oficial.

El final de 2023 fue más tranquilo para el príncipe; sin embargo, 2024 ya ha empezado de forma complicada con la operación abdominal a la que tuvo que someterse Kate Middleton y que la tuvo cerca de 15 días ingresada en el hospital. No solo eso, su baja la tendrá fuera de las actividades institucionales hasta después de Semana Santa. A la intervención de la princesa hay que sumarle el diagnóstico de cáncer del rey Carlos III, también un mazazo para Guillermo.

Si el San Valentín de 2023 se le hizo bola con el rumor de Rose Hanbury, este de 2024 no será mejor con la situación delicada que vive la Corona con estas dos bajas. Sin duda han sido doce meses bastante complicados para Guillermo.