Alerta de boda royal: una princesa de Camboya se casa con un fotógrafo uruguayo

Después de que Camboya haya saltado a los titulares de la prensa del corazón por la presencia allí de Irene Urdangarin en labores de voluntariado, el país del sudeste asiático también es noticia por la celebración de una boda royal. Esta ha sido mucho más discreta que la que celebraran hace unas semanas el príncipe Abdul Mateen y Anisha Rosnah en Brunéi, con varios días de celebraciones y múltiples looks para la novia. En esta ocasión, los que se han dado el 'sí, quiero' han sido la princesa Norodom Reasmey Ponita y el uruguayo Maximiliano Battaglia.

La pareja contrajo matrimonio en una ceremonia tradicional presidida por el rey Norodom Sihamoni y la reina madre Monique, que tuvo lugar en el Palacio Real de Phnom Penh, la capital del país. Este es un conjunto de edificios donde se encuentra la residencia de los reyes de Camboya desde su construcción en 1866.

La novia es hija de la princesa Norodom Arunrasmy y de Keo Puth Rasmey, y es sobrina del actual monarca del país, el rey Norodom Sihamoni. También es nieta del difunto rey Norodom Sihanouk.

Él, por su parte, es un cineasta y fotógrafo uruguayo que trabaja principalmente en el campo del documental experimental. Su página de la red social LinkedIn nos indica que tiene un máster en Fotografía y Creación de Imágenes por la Escuela Superior de Arte de París. Algunos de sus trabajos en vídeo han sido seleccionados en festivales de cine en China y Camboya.

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La pareja lució en la ceremonia los profusamente adornados trajes tradicionales del país, realizados por la diseñadora local Nob Dane SamAngkar. La función de estos trajes va más allá de lo meramente estético, ya que la boda camboyana tradicional está fuertemente inspirada en la leyenda del matrimonio original entre el príncipe Kaundiya I y la princesa Naga Soma, de cuyo enlace surgió el propio reino de Camboya.

En este país, las bodas son un gran acontecimiento y, en total, las diversas ceremonias que las componen duran tres días y tres noches. Durante ese tiempo tienen lugar hasta siete rituales, en los que se entremezclan mantras budistas, creencias animistas y leyendas del Imperio de Angkor.

En el país limítrofe con Tailandia, el rey es el jefe de Estado, pero su poder se limita al de una figura simbólica a la que la gente debe dar amor y respeto. El monarca también representa la paz, la estabilidad y la prosperidad para el pueblo jemer.

Desde 1993, el rey de Camboya es un monarca electo, lo que convierte a Camboya en una de las escasas monarquías por votación del mundo. El soberano es elegido de por vida entre los miembros de dos familias reales –Norodom y Sisowath– que tengan al menos 30 años. La decisión la toma el Consejo Real del Trono, formado por varias altas personalidades políticas y religiosas de la nación.