El último desprecio de Harry y Meghan al duque de Edimburgo

El último movimiento del príncipe Harry y Meghan Markle ha destapado una de las decisiones que han tomado respecto a su relación con Buckingham Palace. En un intento de proyectar un cambio a su marca empresarial, los duques de Sussex lanzaron una nueva página web bajo el dominio Sussex.com. Uno de los detalles de la remodelación ha sido el nuevo apellido, Sussex, que llevarán sus hijos, los príncipes Archie y Lilibet.

Los dos nietos pequeños del rey Carlos III ostentaban hasta ahora Mountbatten-Windsor detrás de su nombre, una elección histórica en la familia. El apellido Mountbatten proviene del duque de Edimburgo, abuelo del príncipe Guillermo, y fue al casarse con Isabel II cuando Felipe tuvo que dar prioridad al de su mujer, que era Windsor, debido a que corría sangre germana por el suyo en una época en que no era nada favorable.

Así, se decidió que sus descendientes llevarían primero el materno y quedaría en futuras generaciones la opción de cambiarlo de orden, que fue lo que decidieron Meghan y Harry para sus dos hijos.

De esta manera, fue el príncipe Harry quien tomó por primera vez la decisión de alterar la colocación de sus apellidos en homenaje a su abuelo con el nacimiento de Archie. Esto fue trasladado también a su segunda hija, Lilibet, que nació en 2021, llamada así por su bisabuela paterna. No obstante, tres años después, han escogido Sussex, nombre del ducado que ostentan. Un desplante al legado que Harry quería preservar y del que parece querer distanciarse ahora.

“Refleja que la familia tiene, desde la coronación del rey, el mismo apellido por primera vez. Es un gran acontecimiento para cualquier familia. Representa su unificación y es un momento de orgullo”, explicó una fuente cercana al portal 'Page Six'. Desde el ascenso de su abuelo, Archie y Lilibet ya tienen un apodo cariñoso: los Sussexes, según explica otra fuente al diario 'The Times of London'.

Pese a defender en diversas ocasiones que su traslado a Estados Unidos tiene como objetivo que Archie y Lilibet puedan disfrutar de una vida en calma, el utilizar Sussex como apellido les encamina a que hereden el ducado en un futuro. Esta noticia llega después de su viaje juntos a Canadá mientras en Reino Unido siguen convalecientes tanto su padre, Carlos III, como su cuñada, Kate Middleton, por problemas de salud.